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Foto de Magda Ehlers en Pexels
La brecha salarial no es solo un problema del empleo asalariado. También afecta, y de manera más grave, a las trabajadoras por cuenta propia. El informe publicado por Autónomas por la Igualdad (AxI) desvela que las mujeres autónomas en España ingresan un 30% menos que los hombres, una diferencia que se traduce en un sistema de cotización más bajo y, a largo plazo, en pensiones un 41% inferiores a las de los autónomos varones. Los datos confirman una realidad que muchas trabajadoras por cuenta propia llevan denunciando desde hace años, “el trabajo autónomo femenino está más precarizado, tiene menor rentabilidad y sigue invisibilizado en las políticas públicas de igualdad salarial”, señala Pilar Mora, secretaria general de AxI.
El informe, que analiza diversos datos, señala que las autónomas están sobrerrepresentadas en sectores de menor rentabilidad, como el comercio minorista, la educación o los servicios de cuidados. Estas actividades, muchas veces asociadas al empleo femenino, generan menores ingresos y más dificultades para acceder a financiación que sectores tradicionalmente masculinizados como la construcción o el transporte. En ese sentido, el problema de la brecha salarial no termina en el día a día de las trabajadoras autónomas. Su impacto se arrastra hasta la jubilación, donde la desigualdad se multiplica. Porque como denuncia Mora, “no es casualidad ni una cuestión de elecciones personales, es el resultado de un sistema que sigue fallando en garantizar los mismos derechos y oportunidades a las autónomas”.
El informe también pone el foco en otra gran barrera; la carga de cuidados no remunerados. Las autónomas dedican más horas al trabajo doméstico y familiar que sus compañeros, lo que impacta directamente en su capacidad para generar ingresos. La falta de un subsidio real por corresponsabilidad, que les permita reducir su jornada sin perder ingresos o poder cotizar por los periodos en los que no pueden desarrollar su actividad con normalidad, sigue siendo una de las grandes deudas pendientes del sistema. Pese a la magnitud del problema, las políticas de reducción de la brecha salarial siguen sin incluir medidas específicas para el trabajo autónomo.
Desde AxI alertan de que el diseño de estas estrategias suele centrarse exclusivamente en el trabajo asalariado, dejando fuera a más de un millón de mujeres que trabajan por cuenta propia y que no tienen acceso a convenios colectivos, complementos salariales ni a muchas de las ayudas destinadas a reducir la desigualdad en el empleo. La Organización exige que la igualdad salarial no dependa del régimen en el que se cotiza, sino que se garantice con medidas específicas para el colectivo. Entre sus propuestas, destacan:
-Un subsidio por corresponsabilidad que evite la penalización económica por asumir cuidados.
-Acceso equitativo a financiación y ayudas públicas para eliminar los sesgos de género en el crédito.
-Una cotización y sistema de pensiones que corrija la brecha estructural de ingresos de las autónomas.
-La incorporación del colectivo en las políticas de igualdad salarial y conciliación.
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