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La decisión del Ministerio de Consumo de prohibir la venta de bebidas azucaradas, bebidas energéticas y bollería industrial en colegios e institutos supone un avance en la lucha contra la obesidad infantil, una problemática que afecta a más del 40% de los niños en España, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta medida se alinea con las recomendaciones nutricionales para reducir el consumo de azúcares en la infancia y evitar enfermedades como la diabetes tipo 2, hipertensión arterial y otros trastornos metabólicos.
Sin embargo, Luis Cañada, fundador de FITstore.es, advierte que "prohibir no es la solución definitiva y puede incluso generar el efecto contrario. Es matar una mosca a cañonazos. Lo importante es educar a los niños y sus familias en una alimentación saludable, no solo restringir el acceso a ciertos productos”.
Un estudio realizado por FITstore, basado en el análisis de más de 300 menús escolares enviados por familias de toda España, ha puesto de manifiesto importantes carencias en la oferta alimentaria de los colegios: El 21,4% de los colegios no ofrece las tres raciones semanales de verduras recomendadas por la OMS. Además, hasta el 10,1% de los colegios no incluye al menos cuatro raciones de fruta a la semana.
En muchos centros escolares, las opciones de bebida incluyen refrescos o zumos con azúcares añadidos en lugar de alternativas saludables como agua o leche.
Además, los datos recogidos por FITstore han evidenciado diferencias significativas entre los menús escolares reales y las cifras reflejadas en informes oficiales. Según el estudio, algunos informes oficiales, como el de AESAN, no reflejan con precisión la realidad de los comedores escolares. "Es fundamental que los informes sobre la alimentación infantil sean transparentes y basados en datos reales, no en promedios o estimaciones que no reflejan lo que realmente ocurre en los colegios", explica Cañada.
La importancia de promover hábitos saludables desde la infancia
La nueva normativa establece que los productos disponibles en centros educativos deben cumplir con límites estrictos en cuanto a azúcares y calorías. Además, se restringirá la publicidad de alimentos no saludables dentro de estos espacios. Sin embargo, expertos en nutrición insisten en que es necesario un cambio estructural en la forma en que se diseñan los menús escolares.
"No se trata solo de prohibir ciertos productos, sino de asegurar que los niños tengan acceso a una alimentación equilibrada y variada. Hay centros educativos con unos menús deplorables", señalan desde FITstore.
Para reducir el consumo de azúcar sin comprometer el sabor y la hidratación de los niños, los expertos en nutrición de FITstore recomiendan sustituir las bebidas azucaradas por opciones más saludables:
- Agua natural: La mejor fuente de hidratación, sin calorías ni azúcares.
- Leche o bebidas vegetales sin azúcar añadido: Aportan calcio y proteínas esenciales para el crecimiento.
- Batidos naturales de frutas: Utilizando leche o yogur natural sin azúcar y endulzados con frutas como plátano o dátiles.
- Zumos naturales sin azúcar añadido: Ocasionalmente, pueden ser una opción, siempre priorizando el consumo de la fruta entera.
Regulación y concienciación: claves para un cambio real
La decisión de prohibir la venta de productos no saludables en colegios es solo un primer paso. Es fundamental que las familias, los colegios y la administración trabajen juntos para garantizar una alimentación infantil adecuada.
"Las políticas públicas deben ir acompañadas de acciones educativas y de una revisión crítica de los menús escolares. Un cambio real solo será posible si la sociedad en su conjunto entiende la importancia de una alimentación saludable desde la infancia", concluye Luis Cañada.
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