Este año Papá Noel ha adelantado su fecha de llegada para entregar a tiempo su regalo en la calle Génova. En lugar de llegar montado en los habituales renos y venir desde el frio del norte de Europa, esta vez el hombrecillo de rojo y barba blanca se ha presentado ante las puertas del Congreso montado en una calesa de las utilizadas en la Feria de Abril sevillana tirada por dos bueyes castrados escapados de la romería rociera. La Sultana de Andalucía quería dejar bien claro que la sumisión del partido del puño abierto y la rosa marchita, antaño conocido como Partido Socialista Obrero Español, llegaba a Madrid desde el Sur, aunque también le hacían compañía representantes de otras autonomías, no faltó la mascletà fallera de Ximo Puig y una parte de los socialistas valencianos ni los chorizos, en el buen sentido de la palabra, llegados de Extremadura, tierra de conquistadores donde los socialistas llevaban al frente a un Presidente llegado a tan alto lugar desde la antigua militancia en el PP. En fin que, justo cuando se cumplían 34 años de aquel Octubre de 1982 en que la socialdemocracia, la izquierda creíamos entonces, llegaba al poder después de casi cuarenta años de dictadura y tres de una democracia que cojeaba y continua renqueando.
Este octubre comenzó con el asesinato político en el Comité Federal del que hasta entonces había sido el Secretario General del PSOE. Pedro Sánchez fue defenestrado del piso de Ferraz mientras una dirección fiel a Susana Díaz, siempre en la sombra, obviaba consultar a los militantes que, descontentos, querían que las bases dirimieran con sus votos si el partido socialista además de haber perdido la O de Obrero y la S de Socialista tenía que rendirse sin condiciones a los ucases de la muchachada de la gaviota carroñera, el partido con más corruptos en sus filas e imputado por haberse lucrado de las triquiñuelas de la mayoría de sus tesoreros. Y el mes terminará con la bajada de pantalones más escandalosa de la democracia española.
Ni un terremoto podrá impedir que esta tarde hacia las veinte horas Mariano Rajoy deje de ser Presidente en funciones del Gobierno y pase a serlo de pleno derecho gracias a los votos favorables de C’s, cuyo líder, Albert Rivera, se cansó de decir que ni por activa ni por pasiva nunca harían presidente a Rajoy, pero las palabras se las lleva el viento y más si provienen de alguien que, como Rivera, llegó a la política para medrar, y lo ha conseguido. Pero también los no votos, la abstención, de la mayoría de los diputados socialistas encumbraran a Mariano Rajoy al frente del banco azul del Gobierno.
Los diputados socialistas en la primera sesión de investidura se han dedicado a ofrecer al público un nefasto, previsible y burdo vodevil en el que intentaban, sin ninguna clase de vergüenza, representar el papel del engañado. Y no, señores diputados socialistas, a ustedes nadie les ha engañado, todos saben que, pasivamente, han dejado que los representantes del partido más corrupto de la democracia española siga dirigiendo España, siga dictando leyes contra los más necesitados, siga defendiendo y amparando a un Ministro del Interior que con dinero público conspira contra Catalunya y sus dirigentes, siga con la política de puertas giratorias para que cuando uno de los suyos se quede sin cargo político encuentre un buen amparo en las empresas del Ibex-35 que así pagan los favores que desde la política algunos les vienen dispensando. Ustedes, diputados socialistas, han estafado a la mayoría de los cinco millones de votantes que les otorgaran su confianza cuando en plena campaña electoral pedían el voto para que Rajoy no siguiera presidiendo un Gobierno en España. Ustedes, señores diputados socialistas, sin pizca de vergüenza y de manera torticera, acatando las órdenes de quien había perdido las elecciones frente al PP en Andalucía y gobierna con la muleta del ultraderechista partido de C’s han decidido que no haya terceras elecciones, y como excusa han puesto el bien de España cuando en realidad están defendiendo sus sueldos y prebendas como diputados ya que sabían que en caso de otras elecciones más de uno de ustedes tendría que ponerse a buscar trabajo en la empresa privada, para más de uno de ustedes, señores diputados socialistas, sería la primera vez.
A primeros de Noviembre ya tendremos nuevo Gobierno, más de lo mismos y nuevos recortes, Europa ya ha fijado la cantidad, CINCO MIL QUINIENTOS MILLONES DE EUROS, una minucia para algunos a los que no les afectará y un nuevo ataque a la precaria economía de muchos. Y no saquen pecho ahora, señores diputados socialistas, diciendo que van a ejercer la oposición al PP, no sé cómo lo harán cuando ustedes mismos han encumbrado a un partido donde desde hace muchos años abunda la delincuencia de cuello blanco. Cuando quieran darse cuenta el abrazo del oso disfrazado de gaviota ya les habrá quebrado la columna vertebral y del viejo PSOE, después de 137 años de existencia, no quedará nada, solo polvo y cenizas. Y todo por hacer caso de la Sultana de Andalucía y de un político jubilado, también andaluz, que algún día tendría que explicarnos qué cosas feas se hicieron en Euskadi durante su mandato, una pareja que les ha hecho preferir una España azul, como las viejas camisas de la Falange, a una España plural y respetuosa con todos los integrantes de esta pluralidad.
Señores diputados socialistas, son ustedes el hazmerreir de la política, hasta el PP se atreve a burlarse de ustedes y en las Cortes valencianas la jefa de la muchachada de la gaviota, desde su escaño, les muestra un cartel en el que dice "Abstención, gracias”. Eso es lo que han conseguido además del desprecio de millones de españoles que ya nunca más van a creer en su tan cacareado izquierdismo.
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