La politización del reparto de menores migrantes, lo hemos vivido en estos últimos meses y días, tiene un efecto nefasto en la opinión pública. Unos y otros contribuyen a crear la imagen de que España está desbordada por una ola de migración y que los recursos públicos no tienen capacidad para atender a los niños. No es cierto, claramente disiento. La irresponsabilidad política está creando una alarma creciente. Hasta hace pocos meses la migración no era percibida como un gran desafío, ahora las cosas están cambiando. Todavía hay una amplia mayoría de españoles que considera que no hemos llegado al límite en la acogida, pero la alarma aumenta.
|