El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha prometido "trabajar" para lograr un acuerdo de paz en Oriente Próximo, aunque ha dejado claro que la responsabilidad negociadora recae en israelíes y palestinos, a los que ha reclamado "compromisos" de cara a lograr avances.
Trump ha recibido en la Casa Blanca a su "amigo" Benjamin Netanyahu, junto a quien ha repasado los "lazos irrompibles" que unen a sus respectivos países. En una comparecencia salpicada de risas y buenos gestos, ambos líderes han reiterado que Estados Unidos e Israel son "aliados" y han dejado ver que, con Trump en la Casa Blanca, aún más.
El mandatario norteamericano ha dicho que quiere "trabajar" en un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos", si bien ha apuntado que, por mucho que Estados Unidos quiera "alentar la paz", son las partes aludidas quienes deben negociar. En este sentido, ha pedido "compromisos" a ambos lados, justo antes de girarse hacia Netanyahu y espetarle: "Lo sabes, ¿no?".
Trump ha reclamado a los israelíes "algo de flexibilidad" para avanzar hacia la paz, mientras que a los palestinos les ha instado a reconocer el Estado de Israel y "deshacerse de parte de su odio". "Comienza a una edad muy temprana, en la escuela", ha lamentado.
Netanyahu, por su parte, ha explicado que no pide nada que no hubiese planteado ya hace años, como son garantías de seguridad y el reconocimiento del Estado hebreo. Los palestinos, ha añadido, deben dejar de "buscar la destrucción" de Israel, "fuente del conflicto" en su opinión.
"Si trabajamos juntos, tenemos una oportunidad", ha dicho Netanyahu a Trump, que no ha dudado en mostrarse "optimista" en relación a un diálogo que permanece estancado desde mediados de 2014. Ambos han sugerido un enfoque regional para aumentar precisamente las opciones de paz.
DOS ESTADOS La supuesta postura de Trump en relación a la denominada 'solución de dos Estados' --que no vería indispensable-- también ha salido a colación en la comparecencia ante los medios, en la que se le ha pedido al presidente de Estados Unidos que aclare cuál es su postura.
"Estaré feliz con cualquier solución que acuerden las partes", ha respondido, mientras que Netanyahu ha instado en varias ocasiones a aparcar las "etiquetas" para hablar de las posibles vías para la paz y priorizar "un acuerdo con sustancia".
Trump se ha referido al posible traslado de la Embajada de Estados Unidos desde Tel Aviv a Jerusalén y, aunque ha reconocido que le "encantaría" llevar a la práctica esta promesa de campaña", no ha dado nada por cerrado. "Veremos lo que ocurre", ha declarado.
En relación a los asentamientos israelíes en Cisjordania, sobre los que el Gobierno israelí ha aprobado una serie de ampliaciones en las últimas semanas, Netanyahu se ha defendido alegando que no es "el núcleo del conflicto", sino simplemente "un asunto" de los muchos a tratar en unas hipotéticas negociaciones.
Trump, al referirse a esta cuestión, ha pedido a Netanyahu que "contenga los asentamientos un poco", en alusión a una supuesta congelación de los proyectos en estos enclaves que parece poco realista en vista de las risas posteriores de los dos dirigentes. "Inteligente", apostilló Netanyahu, a lo que Trump añadió: "No suena muy confiado".
PUNTO DE INFLEXIÓN "Israel no tiene mejor aliado que Estados Unidos y os aseguro que Estados Unidos no tiene mejor aliado que Israel", ha subrayado Netanyahu, que no duda en que los lazos con Trump en la Casa Blanca serán "todavía más fuertes".
No en vano, las relaciones entre Israel y Estados Unidos se vieron afectadas por algunas medidas políticas emprendidas por la Administración de Barack Obama. La negociación del acuerdo con Irán y la condena en la ONU de los asentamientos israelíes colmaron la paciencia de Netanyahu.
Trump ha marcado distancias con Obama lamentando que Israel fuese tratando "muy injustamente" en la ONU y criticando el pacto nuclear con Irán --"uno de los peores acuerdos que he visto", según sus palabras--. El presidente de Estados Unidos ha prometido a su amibo "Bibi" medidas "para impedir que Irán nunca desarrolle un arma nuclear" y proteger a Israel.
Netanyahu ha agradecido a Trump las recientes sanciones adoptadas contra la República Islámica y ha destacado que, con su sola llegada a la Casa Blanca, la situación ha mejorado. El primer ministro israelí ha insistido en que la amenaza persiste, como lo demostrarían las inscripciones de "Israel debe ser destruido" inscritas en los misiles iraníes.
Los dos líderes también han incluido dentro de sus objetivos compartidos la lucha contra el terrorismo. "Bajo tu liderazgo, creo que podemos revertir la tendencia al alza del islam radical", ha afirmado Netanyahu.
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