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Rosalía de Castro: La hija predilecta de Galicia | |||
| “Rosalía, 180 años después te seguimos adorando. ¡Gracias por haber existido!” | |||
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Podría decir que hoy se cumplen 180 del nacimiento de una persona, Rosalía de Castro. Pero si hay una máxima que me he dado de autobligado cumplimiento en esto del escribir es la de no mentir nunca. Hace 180 años nació en la ciudad más mágica del mundo, Santiago de Compostela, mucho más que un ser humano. Nació un alma. Las personas tenemos una presencia relativamente corta en este mundo loco al que llamamos casa. Nacemos, pasamos por la vida como podemos, un día morimos y finalmente con el paso del tiempo, desaparecemos del todo. Pero Rosalía permanece y permanecerá siempre. Su alma, su dolor y sus emociones siguen grabadas en cada una de las líneas escritas que nos dejó como regalo a nosotros, los que sí somos simplemente unos pobres mortales. En sus obras Rosalía dejó un testamento vital en el que refleja un amor a Galicia que es difícilmente comparable con nada. Rosalía amaba a Galicia y Galicia ama y amará a Rosalía. Ese es un amor que estará siempre más allá del tiempo, del olvido y de las dudas. Pero aunque su obra esté plagada de sentimiento y ternura, era la santiaguesa también una mujer con una gran bravura. Una mujer guerrera y reivindicativa. Nadie como ella supo alzar la voz para reclamar una justicia social que mantenía al pueblo gallego del siglo XIX oprimido, maltratado y sumido en la pobreza y el atraso. Dicen que la envidia es un pecado, y servidora intenta pecar lo menos posible no sea que hay algo de cierto en aquello que cuando dejamos de ser, nos vamos a otra parte a seguir siendo de otra forma. Pero si tuviese que ejercer un ratito este pecado, sin duda el talento de Rosalía de Castro se llevaría todas mis envidias. Alguien que puede llevarte con palabras desde el dolor de la “Negra Sombra” a la nostalgia del “Unha vez tiven un cravo” es para mí un referente literario incomparable. Hoy sólo lamento mis propias limitaciones literarias. Mi total incapacidad a la hora de expresar con palabras y oraciones lo orgullosa haber nacido en la misma tierra que esta mujer irrepetible. Hoy me tengo que disculpar por no poder reflejar lo que sus poemas me han marcado a lo largo de toda mi vida. Nunca olvidaré aquel libro de “Lingua Galega” al que le tuve que pegar una página con celo que se cayó de tanto abrirlo por la parte donde estaban algunas piezas de Rosalía. Hoy me avergüenzo de no ser capaz de transmitirte mi agradecimiento, Rosalía por haber amado tanto al que también es el gran amor de mi vida, Galicia. Hoy, quien a tu lado no se puede más que sentir una aprendiz de escritora muy pequeñita, se conforma con decirte una cosa: “Rosalía, tu Galicia y tus gallegos, 180 años después te seguimos adorando. ¡Gracias por haber existido!”. No me gusta dar consejos pero hoy, en el 180 aniversario del nacimiento de una de las almas literarias más grandes que tenemos en este país les voy a dar uno, cojan una obra de Rosalía de Castro y permitan a sus corazones sentir la magia de sus palabras. |
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