| ||||||||||||||||||||||
Las bondades del colágeno | |||
Con el paso de los años y la práctica continuada de deporte, los niveles de colágeno se ven reducidos | |||
| |||
El colágeno es la proteína estructural más abundante de nuestro cuerpo y resulta vital para el mantenimiento de la integridad de tejidos como el óseo y el articular. Hoy por hoy nadie puede discutir que una dieta equilibrada, así como mantener una buena actividad física, son fundamentales para mejorar la calidad de vida y prolongar la misma. Cada vez más es mayor la consciencia de que la práctica de algún deporte se convertirá en una de las mejores inversiones de futuro que podamos hacer. Cuando ejercitamos nuestro cuerpo estamos reforzando la capacidad que tiene éste para enfrentarse a las situaciones del día a día, así como para enfrentarnos a las diferentes enfermedades que nos puedan sorprender. Al mantener un ritmo continuo de deporte, el cuerpo reaccionará mejorando de manera progresiva la actividad cardiovascular y respiratoria, encadenando entonces una serie de beneficios asociados a esas mejoras. Todos esos cambios físicos que giran en torno a la realización de deportes generarán las mejorías comentadas anteriormente, pero también hay que tener en cuenta que la práctica de forma imprudente del deporte o el ejercicio intensivo continuado, puede generar una serie de consecuencias negativas para nuestro organismo tales como son lesiones o desgaste articular prematuro. Uno de los componentes que se verán afectados con las circunstancias mencionadas será el colágeno, que es la proteína estructural más importante de nuestro organismo. Para entender los efectos lesivos del deporte sobre el colágeno, primero deberíamos saber para qué sirve el colágeno. Como se ha dicho, la función estructural del colágeno resulta fundamental para el funcionamiento óptimo de los tejidos del organismo. Esta proteína forma parte de huesos, tendones, músculos y articulaciones; su elevada presencia en la matriz extracelular lo convierte en el cemento del cuerpo, actuando como nexo de unión entre las diferentes estructuras. Participa además en procesos de cicatrización, favoreciendo la regeneración de tejidos, es componente estructural de pelo, uñas y piel. Es por tanto, quien dota principalmente al cuerpo de firmeza y consistencia dada su presencia en huesos, musculatura y articulaciones, por lo que un desgaste de esta proteína afectará negativamente a la integridad de nuestro cuerpo. Al realizar ejercicio, inevitablemente los niveles de colágeno se verán afectados y podremos ver comprometidos la firmeza de esos tejidos, siendo entonces una situación con mayor propensión a sufrir las temidas lesiones por los deportistas. Dichas lesiones óseas o articulares impactarán de forma negativa en la evolución de la actividad física buscada y practicada por el individuo. Con el paso de los años y la práctica continuada de deporte, los niveles de colágeno se ven reducidos y podremos sufrir una mayor exposición a dichas lesiones, por lo que es de vital importancia que de alguna manera ayudemos a nuestro cuerpo a mantener esos niveles de colágeno y evitar las temidas lesiones. Algunos alimentos puede ayudar a ese aporte extra necesario, así como la combinación con diferentes sustancias como por ejemplo el magnesio, que colaborará activamente en la producción de colágeno y por tanto participará en la regeneración tisular, así como en la prevención de desgaste osteo-muscular. Podemos encontrar entre los efectos del magnesio algunos muy positivos para la población en general, pero muy interesantes para aquellos quienes la práctica del deporte sea un estilo de vida. Estos efectos resultan fundamentales como la regularización del ritmo cardíaco, la reducción del cansancio y fatiga, así como actuar como escudo protector contra la aparición de calambres. El aporte de estas dos sustancias a nuestro organismo promoverá la generación de nuevo colágeno de forma endógena y ayudará que la práctica de deporte resulte más beneficiosa para el organismo. |
El aumento de la población mundial, con una estimación superior a 9.000 millones de personas en 2050, supone un incremento de la demanda de alimentos y, en particular, de proteínas. Este desafío global exige el desarrollo de soluciones innovadoras que puedan satisfacer estas necesidades sin comprometer la sostenibilidad de la cadena alimentaria.
Una investigación con inteligencia artificial cuántica liderada el Grupo de Información y Computación Cuánticas (GICC), que dirige el profesor Miguel A. Martín-Delgado en la Facultad de Ciencias Físicas de la UCM, acelera la detección de agujeros negros a partir de ondas gravitacionales.
El ‘reloj del fin del mundo’ o ‘reloj del apocalipsis’, una iniciativa promovida por el Boletín de Científicos Atómicos como metáfora de cuánto queda para que la humanidad destruya el planeta, se sitúa ahora a 89 segundos antes de la medianoche, que representa el fin del mundo. Ello supone un segundo más cerca que el año pasado, debido en parte a las guerras, la crisis climática, la inteligencia artificial y las amenazas nucleares y biológicas.
|