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Etiquetas | El Legado de Olimpia

Marc y su mal de ojo

Roberto Carrera Hernández
jueves, 3 de noviembre de 2011, 01:22 h (CET)
Ochenta y tres puntos. Una cifra que firmaría la gran mayoría de los pilotos de Moto 2 a final de año. En tan solo ocho carreras, Marc Márquez destrozaba a base de victorias una diferencia que desgastó durante semanas la palabra remontada.



Bradl respira. Marc no estará en Valencia (AGENCIAS)

Debutante y maestro en el mismo campeonato. Como hiciera en 125cc, el de Cervera continúa exhibiendo esa magia única de aquel llamado a ocupar un hueco en el Olimpo de las dos ruedas. Su pulso con Bradl ha sido heroico, inhumano. De Assen a Motegi impuso la ley del ‘93’, con un recital que dio la vuelta a un Mundial encantado con su nueva estrella.

Quizá el guión era tan bonito, tan especial, que la propia historia se ha puesto celosa con su protagonista. Como la docena a Malta o el gol de Alfonso frente a Yugoslavia, leyendas que no han necesitado de más ayuda para sobrevivir que su propio relato. No sirvieron para levantar trofeos, pero tampoco les hizo falta.

En Australia nos dieron el primer aviso, pero hasta al destino le cuesta doblegar a un gigante. Una curva mojada en Sepang terminó con el sueño. Sus problemas de visión no evolucionan al ritmo esperado y es prácticamente imposible que Márquez pueda luchar por el último milagro del año en Valencia. Final de los que dejan regusto amargo, pero el ilerdense no necesita conjuro alguno para recuperarse. El año que viene volverá a afinar la mirada, en lo que será su salto previo hacia la categoría reina. Queda monstruo para rato, pero lo de este 2011 ha sido de escándalo. Ochenta y tres puntos. Da miedo.

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