Una pesadilla hecha realidad

El mundo de las lesiones se puede decir que está  a la orden del día en el fútbol. La eterna pesadilla de los jugadores y también de los aficionados que en cuanto vemos jugadas peligrosas o a nuestros ídolos tirados sobre el terreno de juego  con gesto torcido y de dolor, saltamos de la silla esperando que las peores noticias y la palabra lesión no se acaben cumpliendo.

El pasado jueves  día 15 David Villa se fracturó la tibia en el encuentro de semifinales del Mundial de Clubes frente al equipo qatarí Al Sadd. El ariete azulgrana ha sufrido una de las lesiones más graves que se pueden considerar en el mundo del deporte. La rotura de su tibia izquierda se produjo de forma poco común.

Normalmente estas lesiones se producen en peleas conjuntas o en fuertes entradas. Sin embargo el caso del “Guaje” fue totalmente inusual. En una acción en solitario cuando apoyó el pie en el suelo tras una carrera en la que luchaba por el balón en el área rival, David Villa quedó suspendido en el terreno de juego ante la atenta mirada de sus compañeros. Guardiola desde la banda se imaginó lo peor y las dudas fueron despejadas minutos después tras el análisis por parte de los médicos.

Sí que es cierto que las lesiones son los daños colaterales de este deporte y que nadie está exento de ellas, sin embargo en función del momento en el que lleguen a los jugadores, para ellos mismos pueden significar más o menos. Parece que los astros se han alineado para hacer que esta rotura de tibia le llegue al asturiano en el peor momento posible. El jugador del Barça tiene 30 años que para nada es un anciano, pero ya comienza a ser una edad madura dentro del mundo del fútbol. No se sale de una lesión con la misma facilidad ni la recuperación es tan rápida con 30 años que con 20, eso es Vox Populi. De todos modos, ese es el menor de los problemas. El ariete no pudo disputar la final del Mundial de Clubes ni celebrar la victoria con el resto de sus compañeros. También se perderá el resto de la temporada y seguramente la Eurocopa de 2012. Aunque él mismo se implique a fondo en la recuperación, no llegará al mismo nivel que sus compañeros y de forma dudosa será convocado por Vicente Del Bosque. Ojalá me equivoque, pero La Roja requiere estar al 100% y seguramente el seleccionador acabe dando la oportunidad a jugadores como Negredo, Soldado o Manu Del Moral que están firmando una temporada destacada en sus respectivos equipos y cumplirán con el papel a la perfección.

Pero bueno, hay que buscar el lado a positivo a todo y la buena noticia es que Villa no ha sufrido la peor combinación en lo que a su lesión se refiere. Estará apartado de los terrenos de juego de cuatro a seis meses, tiempo que se hubiera duplicado en el caso de que además de fracturarse la tibia hubiera sumado también la rotura del peroné. Otros jugadores no tuvieron tanta suerte en el pasado y sufrieron la doble rotura tibia-peroné o por lo menos la misma lesión que Villa. La lista es extensa, pero se pueden destacar nombres como Manuel Pablo, Pablo Álvarez, Dji Brill Cissé, Eduardo Da Silva, Iñigo Díaz, Marcin Wasilewski, Aaron Ramsey, Alexandros Tziolis,Nicolás Royan o el sonado caso de Martín Palermo en el año 2001 cuando al celebrar un gol con la camiseta del Villareal frente al Levante junto a unos aficionados, se derrumbó un muro y le cayó sobre su pierna izquierda.

Muchos nombres y mucho tiempo de recuperación que depende entre otros factores del stress, del peso y del “Síndrome Compartimental” que es la cantidad de sangre que haya acumulado la masa muscular de la pierna fracturada. David Villa comienza hoy ya su recuperación y tiene mucho trabajo por delante después de la operación. Los médicos como siempre son optimistas y además cuenta con el apoyo de todos sus compañeros del Barcelona, de la Selección Española y del mundo del fútbol en general. Familiares, amigos y aficionados apoyamos a David Villa para que se llene de vida, de fuerzas y de optimismo para dejar atrás este mal momento y mirar de cara y a los ojos a  todo el fútbol que le queda todavía por jugar.