El expresidente del Gobierno balear Jaume
Matas ha llegado en torno a las 9.45 horas de este lunes a la Audiencia
Provincial de Palma, donde ha sido recibido por alrededor de una
treintena de ciudadanos que se han acercado a las dependencias de la Vía
Alemania y han lanzado insultos y gritos al exdirigente como "ladrón",
"chorizo" o "devuelve el dinero".
Matas ha llegado a los juzgados de la
Audiencia Provincial en medio de una gran expectación mediática -había
130 periodistas acreditados- y minutos después de que llegaran el resto
de personados en la causa este lunes. El expresidente ha llegado en
coche y ha pasado sin hacer declaraciones entre el gran despliegue de
medios de comunicación y el amplio dispositivo policial organizado.
Durante la espera de la llegada del
expresidente, los expectantes han estado gastando bromas acerca de si
éste llegaría "en bici" a su cita con la Justicia o de si "tendría que
hacer promoción" para ello.
Los concentrados han colgado carteles
con frases como "cinco millones de parados, devuelve lo robado al
pueblo" o "familias con hijos los echan de sus casas y tú de lujo con el
dinero robado al pueblo, ¡Viva la Pepa, mi querida España!".
El primero en llegar a los juzgados ha
sido el administrador de la empresa Nimbus, Miguel Romero, que
presuntamente facilitó la tramitación de pagos irregulares al periodista
Antonio Alemany, que era el redactor de los discursos del expresidente.
Tras él, ha llegado la jefa del
gabinete de Matas entre 2003 y 2004, María Umbert, seguida de la
exsecretaria general técnica de la conselleria de Relaciones
Institucionales, Dulce Linares.
El exdirector de Comunicación del
Gobierno balear Joan Martorell ha llegado justo antes que Alemany,
momento en el que se han escuchado los primeros gritos de los ahí
presentes.
Es la primera vez que Matas se sienta
en el banquillo de los acusados desde que estallase el caso Palma Arena
hace ya más de dos años, caso por el que arrastra una fianza penal de
dos millones y medio de euros a sus espaldas.
El exlíder del PP balear y exministro
de Medio Ambiente será juzgado por presuntos delitos de malversación,
fraude, falsedad en documento oficial, prevaricación y tráfico de
influencias, por los que la Fiscalía Anticorrupción solicita un total de
ocho años y medio de cárcel contra él, la misma pena que reclama la
Abogacía de la Comunidad Autónoma.
Comienza el juicio
El primer juicio del caso Palma Arena ha dado comienzo a las
10.15 horas en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de
Baleares, en cuyo banquillo se sientan el expresidentes del Gobierno
balear Jaume Matas y otros cinco acusados.
En concreto, el exlíder del PP y exministro de Medio Ambiente
será juzgado por presuntos delitos de malversación, fraude, falsedad en
documento oficial, prevaricación y tráfico de influencias, por los que
la Fiscalía Anticorrupción solicita un total de ocho años y medio de
cárcel contra él, la misma pena que reclama la Abogacía de la Comunidad
Autónoma.
La vista oral ha arrancado con la fase de las cuestiones
previas, en el la que el fiscal Juan Carrau ha solicitado un cambio de
orden en el interrogatorio de los acusados -la exjefa de gabinete de la
Conselleria de Presidencia Dulce Linares pasa del cuarto al segundo
lugar-, ha expresado la renuncia al perito de la Agencia Tributaria que
había previsto y se ha solicitado que la pericial la realice otro
miembro de la Agencia, al tiempo que el Ministerio Público ha presentado
14 bloques de documentos ya conocidos por las partes. Mientras, la sala
ha informado de que el administrador de la agencia Nimbus ha consignado
5.000 euros.
En concreto, el juicio está fijado, a lo largo de trece
jornadas, hasta el día 31 de enero. Sin embargo, Matas no es el único
acusado ya que junto a él serán enjuiciados el periodista Antonio
Alemany, el exjefe de prensa de Matas, Joan Martorell, su exjefa de
gabinete, María Umbert, Dulce Linares y el director de la agencia de
comunicación Nimbus, Miquel Romero.
Todos ellos prevén ser interrogados durante los dos primeros
días de la vista oral (9 y 10 de enero), mientras que posteriormente
desfilarán ante el tribunal un total de 38 testigos (los días 12, 13,
16, 17 y 19 de enero), se practicará la prueba documental (23 de enero),
las acusaciones expondrán sus conclusiones e informes finales (día 24),
las defensas presentarán sus informes (días 26 y 27) y finalmente habrá
dos días reservados para posibles eventualidades (30 y 31 de enero).
Se trata de la pieza número 2 de las 26 que integran el caso
Palma Arena, en el marco de la cual el Ministerio Público y la acusación
particular postulan que los acusados pactaron beneficiar de forma
arbitraria e irregular a Alemany y a sus sociedades con fondos públicos
que según los investigadores ascendieron a un total de 483.186 euros.
Todo ello después de que el articulista acudiese a Matas en busca de una
forma de retribuirle la elaboración de sus discursos e intervenciones
públicas.
Unas acusaciones que ha negado hasta el momento el
expresidente al asegurar que nunca se concertó con el periodista para
que éste cobrase por sus servicios "fuera de los cauces legales", por lo
que su defensa, ejercida por el letrado Antonio Alberca, solicita su
libre absolución. También el abogado de Alemany, Javier Fernández, pide
que su patrocinado sea absuelto de las acusaciones que pesan sobre él.
No obstante, los fiscales Pedro Horrach y Juan Carrau así como
la abogada del Gobierno balear María Ángeles Berrocal sostienen que
Alemany acudió a Matas para solicitar una forma de retribuirle los
servicios que le venía prestando desde antes de que éste fuese
presidente -elaboración de discursos e intervenciones públicas-, una
conducta que, "adornada con las formalidades legales necesarias", habría
llevado a cabo durante toda la legislatura 2003-2007 compatibilizando
la redacción de los mismos con la crítica periodística "favorable" a
través de los medios en los que Alemany colaboraba.
La intención del periodista, según las acusaciones, era no
aparecer públicamente como autor de los discursos y percibir
subvenciones públicas para sus distintas empresas, con el "pleno
conocimiento" por parte de Matas de esta contratación encubierta que
generaba además la creación de "un clima de opinión favorable al
presidente" y permitía "ensalzar la actividad política de Matas".
Mientras tanto, otra de las acusaciones vertidas se refiere a
la subvención de 449.734 euros concedida a la Agencia Balear de Noticias
(ABN), creada expresamente por Alemany para poder optar a esta cantidad
y camuflar de este modo la verdadera intención de la subvención: poner
en marcha un periódico digital -Libertad Balear- afín a la actuación del
Gobierno del PP, motivo por el cual Matas accedió a esta solicitud.
Alemany situó a uno de sus sobrinos como administrador único de ABN
presuntamente para ocultar su participación y poder solicitar la
subvención.
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