El
Caja Laboral encara el primer gran título de la temporada envuelto en
las dudas y nebulosa que le rodea sobre su nivel de juego y potencial
para aspirar a llevar a sus vitrinas una nueva Copa del Rey.
El
equipo vitoriano, tercer clasificado en la Liga Endesa, llega a la cita
copera tras ofrecer una floja imagen en el duelo que perdió en la pista
de Blusens y que encaja con la irregularidad que está mostrando desde
que dio comienzo la temporada.
El
torneo copero se presenta como el camino más directo y rápido a un
título que además gusta al Baskonia y que supondría la mejor manera de
cicatrizar la hiriente eliminación del Top 16 de Euroliga donde los
vitorianos están fuera por vez primera en once temporadas.
Estos
primeros cinco meses de competición han dejado claro dos rasgos que
distinguen al Caja Laboral de esta temporada. Los nuevos fichajes no han
terminado de rendir ni acoplarse a las exigencias de Dusko Ivanovic y
el equipo se sustenta en el trabajo de la denominada vieja guardia.
Todo
el juego y anotación del Baskonia pivota sobre la figura de Mirza
Teletovic, secundado por Pablo Prigioni en la dirección y el
incombustible Fernando San Emeterio. Entre ellos acaparan la gran parte
de minutos jugados y la anotación productiva.
De
manera esporádica se produce la aportación de Brad Oleson que, en su
tercer campaña, está ofreciendo destellos del jugador que despuntó en
Fuenlabrada y terminó recalando en Vitoria.
La
intensidad de Pau Ribas se ha visto truncada con un inoportuno esguince
de muñeca que le ha tenido apartado un mes de la competición. Hace dos
partidos ha vuelto al equipo pero aún no ha recuperado su mejor versión.
Del
resto de jugadores Milko Bjelica es el gran descubrimiento. El
montenegrino, fichado de Lietuvos Rytas, ha tenido que amoldarse y
asumir las funciones de pívot del equipo ante la falta de un poste
intimidador y desequilibrante en el Baskonia.
Es
el juego interior el gran lastre que arrastra y condena al Baskonia a
un rendimiento que dista mucho del de pasados cursos. La lesión de
Maciej Lampe en verano truncó la configuración de la plantilla que desde
entonces ha asistido a un desfile incesante de hombres llamados a
cubrir su hueco.
Kevin
Seraphin o Vladimir Golubovic son solo dos ejemplos de ese transitar, y
el baskonismo anhela el retorno de Lampe para que el juego de Caja
Laboral recupere el equilibrio.
El
polaco se incorporó a los entrenamientos del equipo y en Barcelona
puede disputar sus primeros minutos como jugador baskonista, pero sin
exigirle nada porque acumula medio año de inactividad y acaba de superar
una complicada lesión de cadera.
Con
estos condicionantes el equipo vitoriano aspira a superar a Lagun Aro
en el tradicional derbi vasco que se vive en la Copa del Rey en los
últimos años y plantarse en semifinales donde, si nada se tuerce, le
esperaría el Regal Barcelona como obstáculo a la final y gran vía de
redención y salvación para la temporada.
|