Por fin Hollywood desplegaba su adorada y
esperada alfombra roja: 150 metros de lujo y glamour que albergaron el
mejor escaparate de moda internacional. Feminidad, minimalismo y
marcadas siluetas bañadas de un blanco impoluto fueron los requisitos
más repetidos.
Aunque lo más vitoreado de la alfombra roja de esta edición
número 84 de los premios más prestigiosos del séptimo arte haya sido la
espectacular y sexy pierna de Angelina Jolie y a la elegancia de Gwyneth Paltrow.
La actriz llegó pisando fuerte con un vestido capa de escote asimétrico, en color blanco y firmado por Tom Ford. Además, las joyas que la rubia lució fueron el complemento ideal para hacer de su look un sueño hecho realidad.
Pisándole los talones apareció Milla Jovovich deslumbrando con un Elie Saab asimétrico con aplicaciones de strass en tono perla.
Nuestro podio lo completa una maravillosa Michelle Williams quien, gracias a este Louis Vuitton
palabra de honor, en tono rojo anaranjado que se entallaba en la
cintura con un maxi volante consiguió dejar claro que su estilo sobre la
alfombra roja es cada vez más acertado.
Otra de las grandes protagonistas de la noche fue Rooney Mara. De blanco radiante con un Givenchy de gran escote y encolado la actriz de Los hombres que no amaban a las mujeres se anfianzó en esto del dress code de los grandes eventos.
Cerrando el Top Five tenemos a una espléndida Angelina Jolie quien llegó como una auténtica mujer fatal gracias a este Atelier Versace negro con peligrosa abertura lateral. La novia de Brad Pitt posó con seguridad y aires de grandeza frente a los fotógrafos que se quedaron eclipsados por su escultural pierna.
Emma Stone fue otra de las actrices que decidió ir acorde con el color de la alfombra. Con este diseño plisado de Giambattista Valli,
con escote halter, detalle de gran lazo en el cuello y cintura
entallada la intérprete consiguió entrar en el ránking de las más
destacadas.
Natalie Portman, por su parte, se mimetizó
con el ambiente de la gala. En la noche de los Oscars se respiraba
cierto anhelo de tiempos pasados, así que la actriz decidió enfundarse
en un maravilloso Christian Dior vintage, del año 1954
nada más y nada menos, palabra de honor con vuelo en rojo y estampado de
topitos negros. Las joyas, espectaculares.
De blanco y negro con detalles de hojas doradas bordadas en hombros y cintura vimos a Sandra Bullock luciendo un vestido de corte sirena y gran cola. Apostando por el siempre acertado negro: Melanie Griffith quien, mucho más vistosa que en los Goya, lució un sencillo traje con escote asimétrico.
La protagonista de The Artist escogió a Elie Saab
para su vestido de transparencias en las mangas, amplísimo escote en V e
incrustaciones de paillettes en tono verde menta. Variante de este
mismo color, el clorofila, fue por lo que optó Viola Davis con un fantástico diseño de Vera Wang con aplicaciones de joya en escote y falda plisada con volante asimétrico.
Glenn Close derrochó elegancia con un traje en verde botella con escote corazón a juego con una chaqueta tipo esmoquin.
Las Chicas de Oro fueron encarnadas por Meryl Streep y Stacy Keibler. La ganadora del Oscar a Mejor Actriz vistió un vestido drapeado con gran escote de Lanvin encarnando al típico bomboncito de Ferrero Rocher, mientras la novia de George Clooney prefirió emular a la estatuilla dorada con un Marchesa con gran detalle de rosetón en la cintura. Deslumbrantes ambas.
Entre las menos acertadas de la gala se encuentra Jessica Chastain quien no acabó de impactarnos con este Alexander McQueen de escote corazón negro con bordados de oro y Cameron Diaz, con un Gucci palabra de honor en color hueso y volantes por la falda.
Ninguna de las dos iba mal encaminada, pero lo cierto es que esperábamos mucho más de ellas. La presencia de Charlene de Mónaco no pasó desapercibida, pero sí su look compuesto por un vestido con escote de gasa y falda plisada en blanco roto.
Octavia Spencer, ganadora del Oscar a la Mejor Actriz de Reparto por su interpretación en Criadas y Señoras, llegó con un vestido joya de color hueso, manga corta, cuello ovalado y enteramente drapeado.
Finalmente, los dos grandes suspensos de la noche fueron a parar a manos de Jennifer López y Penélope Cruz. La cantante se enfundó en un ajustadísimo diseño de rayas que mezclaban el color blanco y las transparencias, firmado por Zuhair Murrad.
Hombros al aire y vertiginoso escote, con ligeramente acampanadas y gran cola completaban el look de J.Lo. Penélope Cruz eligió un traje azul grisáceo de Giorgio Armani
de seda, con plisados, drapeados y escote barco y una amplia falda a
base de tul en un estilo muy princesita que nada tenía que ver con la
tónica de la noche: cortes sirena y siluetas marcadas.
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