El hecho de que tengamos estaciones se debe a un extraño accidente que ocurrió a la Tierra en su fase inicial hace unos 4,500 millones de años atrás cuando un planeta del tamaño del de Marte se estrelló contra el nuestro produciendo la inclinación de la tierra y tanto polvo y rocas que éstos luego se fueron ensamblando en lo que terminó siendo la luna.
Desde entonces nuestro mundo dejó de circular casi perpendicularmente en torno al sol para haberse ido inclinando, estando hoy a 23.4 grados sobre su eje. La luna, que fue una consecuencia de ese proceso, también ha ayudado a consolidar dicha posición mediante la gravedad ejercida. Dicha inclinación ha sido vital en el desarrollo de la vida y de nuestras especies.
Nuestro planeta, a su vez, no gira circular, sino elípticamente, en torno al sol, por lo que el momento en el cual más estamos cerca de dicho astro es en año nuevo, justo cuando en el hemisferio sur se está iniciando el verano.
Uno, por ello, podría pensar que la primavera y el verano debajo de la línea ecuatorial debería ser más caliente que por encima de ésta, pero ocurre lo contrario. La temporada de calor que ahora pasa del Sur al Norte va a ser en este último hemisferio hasta 4 grados de promedio mayor.
Esto se debe a que el hemisferio austral está compuesto en un 80% por agua, la cual tiende a subir menos de temperatura que la tierra (la cual cubre casi un 40% del hemisferio nórdico) por lo que allí se dan los huracanes y lluvias más intensos.
El eje de nuestro planeta suele variar cada 41,000 años entre los 22 y 24.5 grados, lo cual puede producir descomunales cambios climáticos. Por ejemplo, el Sahara, que hoy es el mayor desierto, hace 5 a 10 mil años era una gran sabana verde con lagos que podían superar en área a Portugal, Reino Unido, Uruguay o cualquier república centroamericana o isla caribeña. Esto se debía a que el sol calentaba más fuerte al África produciendo un monzón que ahora solo se da en la India.
La reversión de climas hace que hoy las aves y la mega-fauna terrestre y marina del hemisferio norte emigre hacia los polos, mientras que en el del sur ocurre lo opuesto. También produce una modificación en el comercio mundial de alimentos, frutas y granos.
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