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Bienestar del Estado | |||
| “¿Queda alguien que aún no se haya percatado de que el cacareado Estado del Bienestar es en realidad el Bienestar del Estado y el resto que se apañe?” | |||
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Anda la izquierda oficial pronosticando algo así como el fin del mundo a costa del copago farmacéutico anunciado esta semana por el gobierno. Normal. Habían asegurado que el PP implantaría después de las elecciones andaluzas el copago sanitario y, claro, no iban a desperdiciar la campaña ya preparada. No dejes que la realidad te estropee una buena propaganda. Más lo cierto es que la gente de la calle es plenamente consciente del desbarre socialista. En Madrid, en donde Tomás Gómez parece empeñado en conseguir que Esperanza Aguirre bata todos los récords de voto, más aún.
Entre que la mayoría ya pagamos parte de los medicamentos; que los mutualistas jubilados de MUFACE o ISFAS llevan toda la vida pagando un 30% -hay casos sangrantes en ISFAS de víctimas del terrorismo que, recibiendo míseras pensiones no tienen ayuda alguna para pagar los tratamientos médicos consecuencia de las secuelas sufridas- y que el gobierno ha tenido buen cuidado de dejar claro que excluye de la medida a parados y a los mayores con pensiones más bajas, lo cierto es que su propuesta no ha encontrado el rechazo social que a la izquierda le hubiera gustado. Que para algunos se trata, líder sindical estudiantil Alberto Ordóñez dixit, de ponernos en plan griego a prenderle fuego a todo. Así pues, para decepción de doña Elena Valenciano, son pocos los que protestan por tener que pagar algún euro más por sus medicinas. La mayoría, además, sigue creyéndose ese mito de que la Sanidad española es magnífica, cuando lo cierto es que en el indicador Health Consumer Index 2009, nuestro país aparece en el puesto 22 de 32. Por delante nuestro Portugal, Hungría, Estonia, Eslovenia o Chipre. Vamos, que nuestro sistema sanitario está en la Champions como antes lo estaba el sistema financiero. O eso decía algún político inepto, responsable de la quiebra. Por otra parte, se va conociendo que a la subida de impuestos, a la subida de la luz, el gas natural, el butano y los transportes, además de la aumento del paro, habrá que añadir un incremento del 50% de tasas universitarias. Y peajes por circular por las carreteras españolas. Todo un saqueo del bolsillo de las más que extenuadas clases medias que ya no pueden más. De hecho muchas de ellas han dejado de ser clase media. No son pocos los que acuden a Cáritas, esa magnífica organización que debería ser la envidia de los señoritos de UGT y CC.OO., para poder comer. Y es que con esto de que el dinero ajeno se ha terminado y los políticos se las ven y se las desean incluso para pagar las nóminas de sus miles de asesores (amiguetes, familiares, enchufados del partido) y mantener así el sistema clientelar establecido, resulta que empieza a aparecer de forma diáfana ante la opinión pública la gran mentira en que llevamos viviendo las últimas décadas. Mientras que a los ciudadanos nos confiscan una buena parte de lo que con esfuerzo nos ganamos ellos, la clase dirigente, no está dispuesta a hacer sacrificio alguno. PP, PSOE y nacionalistas están de acuerdo en lo esencial: preservar las oligarquías creadas al albur del fracasado sistema del Estado de Autonomías, seguir manteniendo secuestrada la libertad política y hacer recaer el peso de su inepcia sobre los ciudadanos. ¿Queda alguien que aún no se haya percatado de que el cacareado Estado del Bienestar es en realidad el Bienestar del Estado y el resto que se apañe? |
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