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Un “7” de leyenda

Raúl González Blanco anunció el pasado jueves día 19 que la próxima temporada no jugará en el Schalke 04 y probablemente su siguiente destino sea un club de Qatar
Lara Franco Andrés
lunes, 23 de abril de 2012, 13:01 h (CET)
Uno de los eternos delanteros blancos ha desatado la polémica debido al gesto de retirada del dorsal 7 del equipo alemán en cuanto Raúl abandone sus filas.

No necesita más presentación que la que han recibido grandes del balón como Butragueño, Zidane o Di Stéfano en las filas de la Casa Blanca. Raúl González Blanco encarnó durante 16 temporadas en el Real Madrid el dorsal número 7 que tanta polémica ha levantado estas últimas semanas. El delantero madrileño trasladó el carácter y el carisma de 7 a la Bundesliga hará este próximo mes de julio dos años. Y tras disfrutar y ofrecer muy buenos momentos al mundo del deporte rey, con 35 años, el ídolo de centenares de personas, anuncia su retirada del fútbol europeo.

Y con esta retirada llega la polémica. El delantero ha militado dos temporadas en el Schalke 04 desde su salida del Real Madrid. La llegada del español al club alemán fue como una tremenda inyección de moral y de energía para todos los jugadores. En tan solo dos años ha conseguido revitalizar un equipo, crear seña de identidad y sobretodo devolver la ilusión y la esperanza a cientos de aficionados. No hay duda de que el fichaje de Raúl para el Schalke fue un acierto absoluto. El jugador se ha sentido como en casa, ha ofrecido buen juego y ahora tras el anuncio de su finalización de contrato, el club se lo quiere agradecer con el gesto de retirada de dorsal, que a ojos de muchos, lo consideramos poco apropiado.

No sabemos si también al propio protagonista le pilló de sorpresa la noticia que el director deportivo del club germano, Horst Heldt, soltó ante numerosos medios de comunicación mientras Raúl comentaba que la próxima temporada abandonaría el Schalke para dedicarse más a sus hijos y a su vida más familiar. Nadie más volverá a vestir la camiseta con el dorsal número 7 en el equipo alemán. Esa información se convirtió en milésimas de segundos en una bomba y en un notición que dio la vuelta al mundo del periodismo deportivo. Cómo es posible que un equipo donde solo ha permanecido dos años le rinda este homenaje y otro donde marcó historia y una visión diferente de fútbol no haya sido capaz de reconocerle todo su trabajo y dedicación.

Ante esto, dictámenes y opiniones para todos los gustos. Gente que lo entiende y gente que no comprendemos como con tan poco tiempo perteneciendo a un equipo se puede ni siquiera valorar la opción de retirada de dorsal. Para mí que al Schalke todo este tema de Raúl le ha venido muy bien no sólo a nivel profesional sino también a nivel mediático. Con la “tontería” de este homenaje, el equipo alemán verá incrementadas sus arcas de forma considerable con las ventas de las nuevas ediciones de camisetas y merchandising en general diseñadas para agradecer a Raúl todo lo que les ha hecho disfrutar. Si han decidido hacerlo, no hay duda de que están en su derecho, pero no veo justo juzgar el por qué un club de la talla del Real Madrid no ha sido capaz de habérselo agradecido hace dos temporadas cuando abandonó de verdad el equipo que le vio crecer, donde demostró su valía y su talla como delantero y sobretodo donde dejó patente su ambición para mantener y saber llevar toda la presión de un 7 con mucha historia.

Eso es lo bonito de la historia de los equipos, ver como números como en este caso el 7 pasa de generación en generación por grandes jugadores, deportistas que van incrementando el valor de una leyenda y que con el paso del tiempo, todo eso implique un reconocimiento que no necesite la retirada, en ningún caso, del número de la historia de un club.

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Corría el mes de abril de 1994 cuando un grupo de malagueños celebramos la Semana Santa en el lejano cantón Valais de Suiza. Por aquellos tiempos dedicaba buena parte de mi tiempo a transmitir, en la medida de mis posibilidades, el Evangelio. Estaba totalmente involucrado en las tareas de evangelización del Cursillo de Cristiandad. Una tarea gestionada por seglares.

Al referirnos a las expresiones del habla cotidiana, las quejas son las principales protagonistas. Independientemente de cómo se exprese cada cual, somos muy perspicaces en la crítica dirigida a los demás y poco propensos al examen del escaparate propio. Sin embargo, no es tan sencillo pronunciarse al respecto, debido a las imprecisiones propias, las tretas ajenas y los muchos factores implicados.

Los que desde muy pronto y ya sin interrupción hemos tenido un contacto frecuente con los libros sentimos cierta incomodidad al oír consejos y expresiones como “leer es bueno”, “un libro es un amigo” o “lee lo que quieras, pero lee”. Es como si alguien dijera: “¡viva la comida!, da igual qué comas, lo importante es que comas”, o “beber es vivir, sea lo que sea que bebas, bebe”.

 
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