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La minería según Rajoy

Los recortes en las ayudas al sector del carbón amenazan con el cierre de explotaciones y despidos masivos de trabajadores
Rubén Abad
miércoles, 30 de mayo de 2012, 06:54 h (CET)
En un tiempo caracterizado por los recortes del Gobierno en sectores fundamentales para la sociedad como la Sanidad o la Educación y las intervenciones millonarias a entidades bancarias, hay un sector energético que lo está pasando verdaderamente mal en la actualidad: el sector minero.

Las comarcas mineras en el norte de España, principalmente en Palencia, León y Asturias viven, sin ninguna duda, sus peores momentos desde los años de la década de los 90 en que se sucedieron los despidos masivos en el cierre uno tras otro de pozos mineros.

Mientras el resto de sectores históricamente en peligro como los astilleros o centrales nucleares entre otros,  reciben compensaciones económicas millonarias para paliar su reconversión, el sector carbonífero, que de lejos cumple las presupuestos establecidos, -por ejemplo, haber perdido en tan sólo una década el 90% de los puestos trabajos o el descenso sustancial de las cifras de extracción del mineral-, no recibe un euro para la reconversión de las zonas que históricamente han vivido del negro mineral.

Las pocas ayudas que llegan, mal gestionadas, se pierden en manos de los empresarios que reciben 100 e invierten uno. Quizás en este sentido, ahora que se habla mucho de nacionaliza empresas, proceda a una regionalización (no nacionalización porque se trata de sectores territorialmente muy determinados) del sector autogestionando desde la propia Administración Autonómica las ayudas y los recursos que se generen de las explotaciones mineras.

Pero los políticos aposentados en sus cómodos sillones de Madrid no ven en primera persona los problemas que acontecen en estos pequeños núcleos urbanos que, desde primeros años del siglo XX han vivido del carbón. Ellos lo ven todo muy fácil. Que tenemos que ahorrar, pues metemos la tijera, reducimos al máximo las inversiones en estas zonas y trabajo solucionado. Miles de euros ahorrados y un minipunto más para el Gobierno.

A fin de cuentas, como para ellos los habitantes de estas zonas son solo un puñado (muy reducido) de votos, pues todo vale de cara a quedar bien con sus amigos los grandes empresarios y los banqueros que, para ellos, si hay dinero.

Y mientras tanto, los mineros que ven pender de un hilo su trabajo no les queda otra cosa que defender a capa y espada lo suyo. Con encierros, con cortes de carreteras y con cualquier otro método que les ayude a alzar la voz y que el resto de la sociedad conozca cual es su problema porque es muy difícil saber cómo afectan estas cuestiones si no has crecido con ello.

De momento esperaremos. Aguantaremos hasta la presentación de los Presupuestos Generales del Estado en los que, seguramente, se confirme un recorte brutal en el sector minero.

De momento sólo podemos cruzar los dedos y esperar que a Rajoy no se le vaya de las manos la tijera y no se acuerde solo de las zonas mineras a la hora de reducir prestaciones y posibilidades de futuro que, por el momento, así es la minería según Rajoy.

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