El 76% de los estudiantes de 4º de Secundaria en España no alcanza el nivel B1 del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, que implica cierta independencia por parte del usuario a la hora de desenvolverse en un idioma.
Así lo revela el Estudio Europeo de Competencia Lingüística (EECL), una iniciativa de la UE presentada este jueves en el Ministerio de educación en Madrid.
Realizada entre unos 53.000 alumnos de 14 países y varias entidades regionales (unos 1.500 por Estado) del último curso de Secundaria, esta investigación analiza sus competencias en comprensión lectora, expresión escrita y comprensión oral en los dos idiomas europeos más estudiados en cada territorio (alemán, español, francés, inglés e italiano).
Según sus resultados, los 7.651 alumnos españoles evaluados obtienen sus peores calificaciones en la comprensión oral del inglés (primer idioma en el país), con amplias diferencias entre chicos y chicas, de hasta 10 puntos a favor de las segundas.
El nivel B1 implica que un alumno es capaz de comprender los puntos principales de textos claros y en lengua estándar si tratan sobre cuestiones conocidas; desenvolverse en la mayor parte de las situaciones que pueden surgir durante un viaje por zonas donde se utiliza la lengua; producir textos sencillos y coherentes sobre temas que le son familiares; describir con sencillez experiencias, acontecimientos, deseos y aspiraciones; justificar brevemente sus opiniones, y explicar sus planes.
En lo que se refiere a expresión oral, solo el 24% de los alumnos españoles obtuvieron esta nota (12%) o la sobrepasaron (otro 12%).
El resto se hallaba en los niveles inferiores (A1, A 1.1 y A2), con porcentajes del 31%, 32% y 13%, respectivamente. Ello implica que un 63% de los estudiantes no entiende expresiones sencillas sobre temas cotidianos (los dos niveles A1).
Por su parte, la compresión lectora obtuvo un 40% de alumnos con conocimientos de B1 (12%) y B2 (18%), mientras que en expresión escrita el 71% de los estudiantes logró puntuaciones inferiores a dicho nivel. Un 20% consiguió el B1 y solo el 9% alcanzó una calificación de B2.
En líneas generales, España ocupa la novena posición de los países estudiados, aunque puede caer al 10º puesto si se trata de habilidades orales o mejorar unos escalones en lo que se refiere a lectura.
Suecia, Malta, Holanda y algunas regiones de Bélgica son las mejor situadas en este terreno, mientras que Reino Unido y Francia ofrecen registros aún peores que los de España.
Uno de los datos más sorprendentes del estudio para España es la diferencia entre sus resultados en inglés (primera lengua) y francés (segunda), hasta el punto de ocupar el tercer puesto en esta segunda categoría, solo por detrás de Holanda y Bélgica.
En francés, el 45% de los estudiantes obtiene o supera el nivel B1 en expresión oral; el 41% lo hace en comprensión lectora, y un 40% en expresión escrita.
Entre las razones de esta diferencia figura el hecho de que esta asignatura es optativa en 4º de ESO en España (de hecho, solo la elige un 35% del alumnado), que en general presentan tasas de repetición menores y un nivel socioeconómico más elevado que la media.
Según el director del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, Ismael Sanz, el conocimiento de idiomas por parte de los padres, la participación en actividades extraescolares y, sobre todo, la exposición a contenidos en versión original a través de los medios de comunicación son aspectos muy determinantes en el aprendizaje de idiomas.
Así lo revelan varios estudios presentados junto al informe, donde se recomienda la emisión de películas y series sin doblaje en España.
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