Que la crisis también afecta al deporte, y especialmente a los de menor importancia como puede ser el baloncesto en España, es una realidad. Hace unas semanas nos enteramos de la desaparición del Menorca Bàsquet y del Baloncesto León del deporte profesional, dos equipos que no hace mucho tiempo estaban jugando en la Liga Endesa. En los dos casos, el principal problema de la extinción ha sido el tema económico, ya que en el ámbito deportivo los dos clubes cumplieron los deberes a la perfección – hasta el equipo balear consiguió el ascenso a la ACB. Esta situación hace unos años era impensable, y si no llega a ser por la crisis que estamos sufriendo actualmente, probablemente nunca habríamos escuchado tan malas noticias.
Esto es un pequeño ejemplo de todo lo que está pasando actualmente en nuestro querido deporte en España. Sin entrar en detalles con la gestión que está haciendo la ACB, hay muchas otras preocupaciones que nos hacen ver que el baloncesto está entrando también en una época muy complicada. La FEB anunció la semana pasada una reducción de cuatro equipos en la segunda mejor liga de España, la Adecco Oro. De esta manera, la competición sólo sería de 14 clubes para la temporada 2012/13. Así, podemos ver que la crisis no sólo está afectando al gran organismo del baloncesto español, la ACB, sino que también lo hace en las competiciones FEB. El modelo de liga que usa la Federación Española de Baloncesto se cuestionó mucho cuando, a principios de junio, leímos que los dos conjuntos que habían ganado el derecho deportivamente hablando de subir a la Liga Endesa – CB Canarias y Menorca Bàsquet – no podían hacerlo por, justamente, problemas económicos. Valladolid y Estudiantes, los dos descendidos, se quedaban teóricamente en ACB.
Con toda esta información, llegamos a una pregunta importante en tiempos de crisis. ¿Qué sentido tiene entonces mantener las competiciones FEB, si luego un equipo no puede ascender a la Liga Endesa por culpa de todo el dinero que exige la ACB? Encima, la gran mayoría de jugadores españoles están en estas ligas, ya que la última tendencia es que las plantillas ACB apuesten por el “producto extranjero” y sólo tengan cuatro “cupos”, y porque lo exige la ley.
Es muy bonito cuando se habla del éxito de la Selección, de la gran cantidad de españoles que tenemos en la NBA, pero luego no se les da importancia a los jugadores nacionales en la Liga Endesa. Esto podría cambiar, ya que últimamente hay la moda de “fuga de cerebros”, los mejores hombres de la liga se van a Turquía o a Rusia por ejemplo, donde se pueden pagar contratos de muchos millones de euros, ya que aquí en España pocos son los clubes que pagan un sueldo alto y lo dan al día.
La gran competición de baloncesto española, la ACB, también está pasando por una crisis importante, y esto seguramente sea un tipo de termómetro para medir cómo está actualmente el baloncesto en nuestro país. Como ya comenté anteriormente en un artículo titulado “La desigualdad en la Liga Endesa”, la máxima competición española sufre diferentes problemas, como puede ser la desigualdad, la economía, o hasta de valores en cierto modo. Pero el caso de crisis en la Liga Endesa se tratará más ampliamente en otro artículo.
Con todos estos datos, llegamos a la conclusión. ¿Está el baloncesto español en crisis? Personalmente, creo que sí. Es una evidencia que el nivel tanto de la ACB como de la FEB está bajando, y sólo nos “salva” la Selección. ¿Cómo se puede salir de esta decadencia? Pues como las dos grandes organizaciones de baloncesto español – ACB y FEB – no empiecen a hacer ciertos cambios, ya sea en las competiciones, en los patrocinios, en la venta del producto, etc. Tendremos que esperar algunos años para decir, con orgullo, que nuestro baloncesto también ha superado la crisis.
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