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"Explicar el comportamiento ignorando la experiencia previa, la cultura y el contexto es una temeridad" (Parte III) | |||
Luis Tejedor (Egoland), escritor y director de Egolandseduccion | |||
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Luis Tejedor trata de aportar un nuevo enfoque al mundo de las relaciones entre hombres y mujeres. Mientras la mayoría de escuelas y manuales de seducción se fundamentan en la psicología evolucionista, él prefiere explicar los comportamientos humanos "desde la experiencia previa, la cultura y el contexto". Con Egolandseduccion, Luis ha encontrado un camino que quiere recorrer durante "mucho tiempo". "Quiero hacer a la gente más feliz (...) y pretendo tratar a la gente de forma inteligente para hacerla más inteligente y para que podamos decidir qué queremos hacer, entendernos y ser más libres". (Continúa la entrevista desde la Parte II) La mayoría de manuales y escuelas de seducción se sustentan en la psicología evolucionista. Sin renunciar a ella, tú has decidido apoyarte más en la psicología clásica conductista y psicoanalítica. Así lo reflejas en la página 151 de tu libro. ¿Por qué? Me apoyo en la psicología científica. Sobre la evolucionista, decir que algunos científicos están teorizando sobre la conducta humana basándose en hipótesis no demostradas hasta la fecha. ¿Cuál es el error? Una cosas son los documentales y otra la aplicación. Decir que no le gustamos a la vecina por nuestros genes no me parece una explicación rigurosa. Hay otros enfoques desde los que sí se puede explicar. ¿En qué se diferencia lo que tú buscas de una mujer de lo que busca ella? ¿Quién te dice que ellas no pueden desear, simplemente, una noche loca y se acabó? ¿Las disonancias cognitivas se deben a los genes? ¿Por qué la misma chica con los mismos genes cuando está en Cuba –por poner un ejemplo- tiene relaciones con cuatro chicos en una semana y aquí no? Hay unos elementos externos y en función de un contexto y una educación y un autoconcepto, una mujer y un hombre actúan en función de lo que les conviene. Entonces la idea evolucionista de que las mujeres buscan buenos genes, protección y estatus es falsa. La misma chica con los mismos genes puede tener una relación con un cubano molón que no tiene donde caerse muerto y no le importa un carajo su estatus. ¿De qué hablamos? ¿De hacer una radiografía de la realidad heterosocial del siglo XXI en Europa o de intentar sustentar un método un tanto ingenuo sin hacer mención a la ciencia social? ¿Es posible que el ser estudiante de psicología te haya llevado a plantearte un enfoque más clásico de la seducción y a separarte paulatinamente de los postulados de tu anterior empresa? A mi nunca me había cuadrado mucho el asunto en mi anterior empresa, pero cuando uno sólo conoce una opción se la cree. Cuando uno sólo ve un tipo de documentales, se tiene que creer lo único que conoce. La diferencia es que las escuelas de seducción tienen unos métodos y con ese método explican la realidad. Nosotros no tenemos un método. En función de la realidad que hay, damos herramientas y explicaciones contrastables. Lo que yo he hecho es distinguir una actitud propia ante las mujeres y explicarla a través de unas competencias naturales que no tienen por qué ser directo-examinadoras. Tener carisma, capacidad de conmover y capacidad de convencer no tiene nada que ver con ser directo por la noche. ¿Pero a qué obedece tener carisma? ¿Qué parámetros consideramos importantes? Cosas medibles: asertividad, empatía, ingenio, sentido del humor (que, por cierto, no es innato)... El carácter se aprende. El sentido del humor lo cultivas o no. Si tú no has cultivado el tuyo, yo te enseño. No niego que la influencia genética pueda existir de alguna forma todavía no cuantificable. Explicar los comportamientos humanos ignorando la experiencia previa, la cultura, el contexto y cómo se interpreta lo que nos viene sin analizar lo que somos es una temeridad. ¿Qué hacemos? Tratamos de dar recursos para que las personas se conozcan, se entiendan y entiendan el comportamiento de las mujeres. Las mujeres no son medusas que responden por sus genes. Tiene una vida, una experiencia, todas saben lo que es un buen marido, otras quieren solo sexo de una noche… Las mujeres avanzan. No están estáticas. Te insinuan, se van, juegan, te conmueven, te excitan de una forma muy intencionada.
¿Sabes quién lo ha dicho y a quién se refería? Creo que debe haber sido Mario Luna. Y supongo que se refería a mí. Estoy de acuerdo totalmente en que el mundo del marketing hace mucho daño. En que el marketing hace decir cosas muy feas. Y, sobre todo, creo que el mundo del marketing hay que cuidarlo porque uno puede entrar en contradicciones que lo dejen en mal lugar. ¿Cuál es la intención de esa frase y por qué dice esa frase? Decir que nosotros sabemos que eso no funciona, que trabajarse el autoconcepto, jugar las debilidades y optimizar y mejorar, tampoco, en lugar de hacer "como si lo fueras", a ver si cuela (que sabemos que no funciona), suena poco científico. Lo que está diciendo Mario Luna es que la psicología es marketing y que los psicólogos saben que no funciona. Una cosa es que él no sepa hacer otra cosa. Él por formación y por experiencia no ha probado otra cosa. Sólo ha probado el "haz como si lo fueras hasta que lo seas". Me parece impropio de Mario Luna que diga eso. Negar o afirmar que la opción "trabájate, juega tus debilidades, trabaja tus habilidades específicas, cultiva la asertividad, el sentido del humor, etc." no funciona, suena muy rarito. Y más cuando sabe perfectamente que funciona porque sabe cómo han salido los alumnos que han estado conmig. El marketing, como mínimo, hay que estudiarlo.
Nos fuimos seis personas en un plazo muy corto de tiempo: Alfie, Álex Nevada, Airtor Carmona -que publicó un libro-, Torio, yo mismo… Y antes ya se habían marchado mi hermano y Álvaro Tineo. Digamos que, en mi caso, se dieron unas circunstancias dentro de la empresa que me invitaron a continuar de una forma independiente. Creo que la parte conceptual es lo bastante sustanciosa como para explicar la salida. Tras irme, no quise trabajar con gente que hubiera pertenecido a Seducción Científica para que no pareciera que me llevaba a nadie conmigo. ¿Echas de menos a alguien en Seducción Científica? Sí. A todos. A todos en los mejores momentos… No sé si ellos te echan de menos a ti. Pues me alegro por ellos, porque si no me echan de menos significa que han superado muchas cosas. Eres una persona polifacética. Antes de ser escritor y profesional de la enseñanza de seducción fuiste cantante, pianista, actor, comercial en una agencia de viajes y hasta casero que realquilaba habitaciones. ¿Has encontrado en la seducción el verdadero camino de tu vida? Me quiero pasar mucho tiempo haciendo esto, pero no es incompatible con hacer otras cosas que necesito como la música o el teatro. ¿Puedes vivir únicamente de la psicología heterosocial? Sí, afortunadamente. Hacer a la gente más feliz. Y hacer que la gente pueda hacer feliz a los demás. El mundo es muy complicado. Está lleno de mensajes interesados y con el libro pretendo tratar a la gente de forma inteligente para hacerla más inteligente y para que podamos decidir qué queremos hacer, entendernos y ser más libres. |
La tragedia de Valencia es una de las noticias que más impacto ha causado en nuestro país en los últimos años. Sumada a la de la erupción del volcán de La Palma, no sólo ha suscitado la empatía con las víctimas, también ha incrementado la alarma en relación al cambio climático y sus consecuencias. Las consultas por miedo a reacciones inesperadas de la naturaleza han aumentado en los últimos años en las consultas de Psicología. Es lo que se conoce como ecoansiedad.
Quedan escasos días para que finalice este año y, con ello, toda una serie de acontecimientos que nos han sucedido a cada uno de nosotros. Para algunos, cosas buenas que desearán que se sigan repitiendo en el que viene, y para otros no tan buenas y rezarán para que todo pueda cambiar e ir a mejor. Todo depende de la valoración que hagamos, de las experiencias vividas y de la actitud con la que nos tomemos todo aquello que nos va pasando.
A medida que se acerca el final del año, muchos profesionales experimentan más estrés debido a la presión de ultimar proyectos a tiempo, por los compromisos sociales y por el desafío de equilibrar entre la carga de trabajo y la vida personal. Algunos signos que pueden identificar si un profesional sufre el síndrome del trabajador quemado son la fatiga constante, la dificultad para concentrarse o mantenerse motivado, o sentirse más irritado y desconectado del trabajo.
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