Aprovechando que el próximo 21-D en Catalunya se celebrarán unas atípicas elecciones para cubrir los puestos de parlamentarios y Govern que la aplicación del art. 155 de la Constitución ha dejado cesantes, de aquí a allá iré publicando unos escuetos perfiles de los cabezas de lista de cada uno de los partidos con posibilidades de colocar a algunos de los suyos en los escaños del Parlament.
Comenzaremos con quien, según todas las encuestas, tiene todos los números para dejar a su partido, el Partido Popular, en el último puesto de la carrera electoral. García Albiol, “el sheriff de Badalona” es un hombre sobresaliente, no por su intelecto, que todo es posible, sino por su altura física. Nacido en Badalona, y con su altura, necesariamente tenía que jugar al baloncesto, en esta importante y populosa ciudad catalana está la sede del Joventut, equipo de básquet también conocido como “la penya” y en sus filas, como juvenil y junior, jugó durante cuatro años el ahora aspirante a la Presidencia de la Generalitat, aunque él se daría con un canto en los dientes si Arrimadas o Iceta le pudieran hacer Vicepresidente.
Muy pronto se dio cuenta que la política le podía dar poder y ya en 1991 lo encontramos como único concejal del PP en el Ayuntamiento de Badalona, iniciando una escalada que le llevaría en 2011 a la alcaldía, gracias a la abstención de CiU ya que Garcia Albiol no tenía mayoría absoluta. De este peculiar personaje podemos decir que es desagradecido con quienes le llevaron a la alcaldía de Badalona, punto de salida para llegar a ser ahora senador, concejal de Badalona, aunque va poco por su ayuntamiento, y cabeza del grupo parlamentario del PP en el Parlament de Catalunya. Dicen que es de bien nacidos ser agradecidos, Garcia Albiol en lugar de agradecer a CiU aquella abstención les tiene ahora por sus mayores enemigos y, seguro, desearía que algunos de ellos no salieran de prisión en una larga temporada.
Perdió la alcaldía en las elecciones de 2015 ante un pacto entre las izquierdas de la ciudad. Y desde entonces todos sus esfuerzos los dedica a enfrentarse al nacionalismo independentista, él, claro ejemplo del más rancio nacionalismo español, se considera el salvador de España en una Catalunya que deja a su partido, el PP, como un elemento residual. Siempre polémico es conocido por sus ataques a la inmigración, su lema en las elecciones municipales del 2015 era “Limpiando Badalona”, y no se refería, precisamente, a dejar una ciudad sin basura ni papeles alfombrando las calles. “Plantar cara” fue su lema para las elecciones del 2015 al Parlament, unas elecciones en las que pasó de 19 a 11 escaños y ahora se presenta amparado por la frase “España es la solución”, y las encuestas le vaticinan entre 6/7 diputados. Parece que el sheriff de Badalona no acierta con sus lemas electorales, y es que Inés Arrimadas desde Ciudadanos le ha comido el terreno y los votantes. Pero García Albiol sigue siendo el de siempre, con ese aire chulesco y prepotente del que se cree en posesión de la razón inauguró la campaña de 21-D al grito de “a por ellos”, tal y como si en lugar de estar en un mitin estuviera gritando a las puertas de cualquier cuartel de la Guardia Civil al Sur de España la salida de las tropas que el 1-O apalearon a los catalanes que tan sólo querían ejercer el derecho ciudadano de votar. Me temo, por él, que, si los votos no lo remedian nuestro sheriff de Badalona seguirá siendo un político opositor y, seguro, un firme y acendrado defensor del nacionalismo español, ese que algunos dicen que no existe.
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