La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, ha mantenido este jueves una reunión con los líderes políticos del Parlamento en la que ha detallado los temas abordados con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en su conversación telefónica de la víspera y en la que el futuro inquilino de la Casa Blanca se negó a retirar sus amenazas contra Groenlandia. La reunión con los líderes de los diferentes partidos políticos daneses se ha convocado de forma urgente bajo "confidencialidad estricta". Al término de esta, Frederiksen ha comparecido ante los medios de comunicación para confirmar la negativa de Trump a retractarse de sus aspiraciones expansionistas a costa de la isla. "Por parte estadounidense se ha sugerido que, lamentablemente puede surgir una situación en la que colaboremos menos con los estadounidenses en el ámbito económico", ha anunciado la primera ministra de Dinamarca, que ha subrayado que Copenhague no quiere "ningún conflicto" comercial con Washington, según recoge la cadena de radiotelevisión danesa DR. Asimismo, la primera ministra danesa ha informado de que durante la conversación aprovechó para invitar a Trump a Dinamarca para abordar en persona todos estos asuntos, aunque ha subrayado que, por el momento, no está previsto que el futuro presidente estadounidense viaje al país europeo. Frederiksen y Trump mantuvieron en la víspera una conversación telefónica de apenas 45 minutos en la que abordaron las tensiones respecto a Groenlandia, una isla danesa en el Atlántico que goza de una amplia autonomía frente a Dinamarca, a pesar que desde Copenhague controlan ámbitos clave como la política exterior o Defensa; así como de otros temas como Ucrania, Oriente Próximo o China. Trump, que ya planteó comprar Groenladia durante su primer mandato, volvió a agitar el debate a finales del año pasado y más recientemente ha asegurado que no descarta incluso recurrir a medidas de presión militar o económica para controlar tanto la isla --perteneciente a Dinamarca-- como el canal de Panamá. De hecho, el presidente electo estadounidense, que tomará posesión oficialmente el próximo lunes, envió la semana pasada a su hijo Donald Trump Jr. a Groenlandia. El primer ministro groenlandés, Mute Egede, por su parte, ha aseverado que la isla no está en venta, aunque sí ha dejado la puerta abierta a una mayor cooperación con Estados Unidos.
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