Ottawa suspende la emisión de permisos para la exportación de bienes y tecnologías controlados por Kigali
Las autoridades ruandesas consideran que la postura de Canadá "es vergonzosa"
El Gobierno de Canadá ha anunciado este lunes que ha convocado al Alto Comisionado de Ruanda para protestar por su implicación en la ofensiva encabezada por el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) en el este de República Democrática del Congo (RDC), que ha dejado miles de muertos y heridos en las últimas semanas. Ottawa ha transmitido así "la postura de Canadá contra la clara violación por parte de Ruanda de la soberanía y la integridad territorial de RDC", según reza un comunicado, en el que ha instado a "todas las partes a ejercer moderación, entablar un diálogo significativo y comprometerse a buscar soluciones pacíficas para evitar una mayor desestabilización". Las autoridades canadienses han informado de que han tomado varias medidas contra Ruanda por su participación en el conflicto en el país vecino, incluida la suspensión de la emisión de permisos para la exportación de bienes y tecnologías controlados por Kigali o la cancelación de nuevas actividades comerciales bilaterales entre los gobiernos y en el sector privado. Los Ministerios de Exteriores, Desarrollo Internacional, y Comercio Internacional canadienses han emitido un comunicado conjunto en el que han informado de que, además, revisarán la participación del Gobierno canadiense en eventos internacionales organizados en Ruanda, así como las propuestas de esta para ser anfitriona de futuros eventos. Así, han condenado "enérgicamente" la toma de territorio por parte del M23, la presencia del Ejército de Ruanda y su apoyo al grupo rebelde, "que constituyen violaciones flagrantes de la integridad territorial y la soberanía de RDC"; y ha denunciado las "atrocidades generalizadas" en esta zona del país africano, citando "ataques ilegales" contra civiles, desplazados internos, trabajadores humanitarios y pacificadores de la ONU y regionales. "Estos actos son atroces y contrarios a las obligaciones en virtud del Derecho Internacional de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario. Canadá sigue apoyando al Tribunal Penal Internacional y reconoce su importancia para garantizar la rendición de cuentas y la justicia a las víctimas, incluso en su investigación sobre el este de RDC", reza el mencionado comunicado. Asimismo, ha "acogido con satisfacción los esfuerzos de los países de la región" y de los organismos regionales "para encontrar una vía pacífica hacia el futuro", mientras que ha lamentado que la situación humanitaria "es crítica", razón por la cual ha anunciado 15 millones de dólares canadienses (9,9 millones de euros) para ayuda humanitaria "a fin de responder a las necesidades de las personas afectadas por la crisis".
RUANDA CALIFICA DE "VERGONZOSA" LA POSTURA DE CANADÁ
En respuesta, el Ministerio de Exteriores de Ruanda ha calificado de "vergonzosa" la postura de Canadá respecto del conflicto en el este de RDC y ha asegurado que "pedirá aclaraciones" al Gobierno canadiense sobre su "inaceptable atribución difamatoria a Ruanda de presuntas atrocidades". "Las medidas contra Ruanda anunciadas por Canadá no resolverán el conflicto", ha señalado, antes de agregar que "seguirá trabajando con la región en el proceso de mediación dirigido y acordado por África, mientras que salvaguardan su "seguridad nacional". Además, ha manifestado que "Canadá no puede afirmar que acoge con agrado los esfuerzos de los actores regionales en el proceso de paz cuando culpa a Ruanda de todo tipo de violaciones y no exige responsabilidades al Gobierno de República Democrática del Congo, lo que lo envalentona para intensificar los ataques contra sus propios civiles". "Esto incluye los bombardeos y ataques diarios que las Fuerzas Armadas de RDC, la (milicia Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda) FDLR y Wazalendo llevan a cabo contra las aldeas (...) en Kivu Sur. El silencio de Canadá ante estas graves violaciones de los Derechos Humanos es erróneo y vergonzoso", ha concluido. El M23, integrado principalmente por tutsis congoleños, ha logrado importantes avances territoriales durante las últimas semanas, una ofensiva que ha llevado a RDC a acusar directamente a Ruanda de desplegar tropas en su territorio para apoyar las operaciones del M23, en medio de llamamientos regionales a un alto el fuego y un proceso de paz. Por su parte, las autoridades ruandesas acusan al Gobierno de RDC de reprimir a los tutsis congoleños, que suponen una minoría en el este del país africano, con apoyo de grupos armados como las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) --fundada por hutus huidos tras el genocidio en Ruanda en 1994-- y otras milicias locales.
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