Uno de los cofundadores del grupo recalca que celebrar una reunión en medio de operaciones militares turcas "es algo peligroso"
El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha descrito como "imposible" convocar en estos momentos un congreso para abordar su disolución, reclamada por su encarcelado líder, Abdulá Ocalan, debido a la campaña militar por parte de Turquía, motivo por el que ha pedido a Ankara que anuncie un alto el fuego. Cemil Bayik, uno de los cofundadores del grupo y alto cargo de la organización, ha destacado que el PKK ha respondido al llamamiento de Ocalan "diciendo claramente que está preparado para dar el paso", si bien ha insistido en la necesidad de un alto el fuego previo para poder iniciar el proceso necesario para ratificar la disolución y la entrega de armas. "El Estado turco no ha dejado de combatir. Cada día hay sobrevuelos de aviones de reconocimiento, cada día hay bombardeos y ataques con artillería y carros de combate. Todo el mundo sabe que celebrar un congreso bajo estas condiciones es imposible y algo peligroso", ha señalado en declaraciones a la cadena de televisión kurda Sterk TV. "Si se dan las condiciones, el congreso se reunirá y aplicará estas decisiones. Ya lo hemos dicho públicamente", ha manifestado, antes de acusar al Gobierno turco de "intentar crear problemas y caos" para bloquear el inicio de un proceso de paz. "Es un proceso muy sensible y no avanzará sin altibajos. Nuestro pueblo debe saberlo", ha advertido. En este sentido, ha hecho hincapié en que "para lograr que la iniciativa de 'Apo' --apodo de Ocalan que significa 'tío' en kurdo-- fructifique es necesario lograr su libertad", al tiempo que ha pedido trabajar para lograr su salida de la cárcel de la isla de Imrali, donde permanece desde su extradición a Turquía después de ser detenido en 1999 en Kenia. "Todo el mundo debe decir que 'Apo' sea liberado para que pueda cumplir su papel. La iniciativa presentada por 'Apo' sólo progresará de esta forma", ha recalcado Bayik, quien ha aseverado que Ocalan "sacrificó su vida por su pueblo y por la humanidad". "Debemos poner el peso sobre nuestros hombros y no dejar solo a 'Apo'", ha sostenido. Por otra parte, ha ensalzado que el histórico llamamiento de Ocalan podría tener un impacto positivo en la región de Oriente Próximo, incluido "un desarrollo de las naciones democráticas, la hermandad y la cooperación entre los pueblos y la justicia". "Ya está teniendo un impacto en Siria", ha argumentado, en referencia al reciente acuerdo alcanzado por las autoridades kurdo-sirias y el nuevo gobierno de transición creado tras la caída del régimen de Bashar al Assad en diciembre de 2024 para la reintegración de las administraciones kurdas en el Estado sirio. El PKK declaró el 1 de marzo un alto el fuego con Turquía "para facilitar el camino" hacia la implementación de la paz y el desarme tras el llamamiento de Ocalan, tras lo que el Gobierno de Turquía destacó que la formación "no tiene más opción que disolverse", sin ralentizar sus operaciones contra el grupo, también más allá de sus fronteras. El Gobierno turco y el PKK, un grupo fundado en 1978 que se alzó en armas seis años después, ya iniciaron en 2013 un proceso de conversaciones de paz, si bien se derrumbaron en 2015 y se vieron seguidas por un estallido de enfrentamientos en las zonas de mayoría kurda en el sureste y el este del país. Si bien el PKK formuló tras su fundación un llamamiento a la creación de un Estado independiente, en la actualidad aboga por una mayor autonomía en las zonas de mayoría kurda, situadas principalmente en el este y el sureste del país, parte de lo que se considera el Kurdistán histórico, que se extiende también a partes de Siria, Irak e Irán.
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