MADRID, 20 (SERVIMEDIA)
El PP quiere olvidar rápidamente su intento infructuoso de impedir el nombramiento de Teresa Ribera como vicepresidenta de la Comisión Europea, y aprovechará el “acuerdo” del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con la italiana Giorgia Meloni y el húngaro Viktor Orbán para atacarle “sistemáticamente” con el hecho de que haya cruzado una “nueva línea roja” al avalar a los candidatos de lo que denomina la “ultraderecha”.
Fuentes populares asumieron a primera hora del miércoles su fracaso a la hora de frenar la designación de Ribera, antes incluso de que la vicepresidenta compareciera ante el Pleno del Congreso para dar cuenta de su gestión durante la DANA que azotó la provincia de Valencia. Pero se mostraron satisfechos con el desenlace de los acontecimientos.
Primero, porque consideran que el argumentario del PSOE queda debilitado. En la dirección nacional coinciden en que Feijóo no está en La Moncloa principalmente por el pacto de gobierno que el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, cerró con Vox en el preludio de las elecciones generales del 23 de julio de 2023. Sánchez aprovechó este acuerdo para azuzar el miedo a la llegada de la ultraderecha a las instituciones.
El PP intentará ahora explotar este acercamiento con Meloni y Orbán para combatir este relato. “Ha abierto la puerta de la gobernabilidad a la ultraderecha”, resumieron las fuentes consultadas, que comparan el aval de Sánchez al italiano Raffaele Fitto con la decisión del presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, de dar entrada en su gobierno a Juan García-Gallardo, de Vox.
“Lo del ‘fascismo’ era una línea roja para el PSOE hasta que Pedro Sánchez quiso colocar a Teresa Ribera en Europa”, ilustró el PP a través de las redes sociales. En el mensaje, adjunta una captura de pantalla de un tuit del PSOE en el que señala que Meloni es una de las “fascistas con las que quiere pactar Feijóo en Europa”. Fuentes populares reconocieron que tienen material para “cuatro años”, asumiendo así que Sánchez hará “lo imposible” por agotar la legislatura.
“INTERNACIONALIZAR EL DESGASTE”
En segundo lugar, celebran que, al retrasar una semana el nombramiento de Ribera, se han “internacionalizado” las dudas sobre su gestión ante la catástrofe, que se saldó con al menos 219 fallecidos en Valencia. El PPE quiere incluir en su carta de evaluación su exigencia de que dimita si es imputada. Desde el entorno de la todavía vicepresidenta del Gobierno de Sánchez rechazan acceder a esta pretensión.
“La postura firme el presidente Feijóo y del Partido Popular ha internacionalizado, por decirlo de alguna manera, la situación que hemos vivido en España de dejación de funciones de la vicepresidenta Ribera. Toda Europa se ha dado cuenta que la vicepresidenta Ribera no ha estado a la altura de su responsabilidad en la DANA de Valencia y que evidentemente no es adecuada para asumir esa comisaría”, declaró el vicesecretario de Coordinación Autonómica y Municipal y Análisis Electoral del PP, Elías Bendodo.
Además, desde Bruselas trasladan a Génova que el aval de los socialistas a Fitto y el candidato húngaro, Olivér Várhely, ha generado “desgaste” en algunas delegaciones, particularmente la alemana y la belga.
Con todo ello, Génova trata de minimizar ahora que no haya podido evitar el nombramiento de Ribera porque cree que ha logrado sacar unas “pequeñas” victorias a las que da valía. Ahora, se debate entre el ‘no’ y la abstención a la Comisión Europea liderada por Ursula von der Leyen, de su familia política, para reafirmar su negativa a Ribera, un movimiento que aseguran que la alemana entiende porque no corre peligro la gobernabilidad.
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