Cualquier lector puede identificarse con Karl Ove Knausgard, que habla como hijo frustrado, padre frustrado, esposo frustrado, escritor frustrado. Pero mantiene una ventana a la esperanza, siempre hay una luz que se cuela por una rendija
La muerte del padre abre la puerta al mundo del escritor noruego Karl Ove Knausgard, pero el lector puede encontrar la entrada a su propio mundo por la riqueza con la que relata un terreno común a todos los seres humanos. Leerlo es adentrarse en el terreno de la infancia y de la adolescencia.