Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Firmas y Blogs
Jesús Salamanca
La tronera
Jesús  Salamanca
La expresión “democracia” es un atentado en boca del presidente de Venezuela, así como en la del faldero activista y chavista, Rodríguez Zapatero

Nicolás Maduro empieza a ver las orejas al lobo. Hasta ahora tenía de su parte a los militares, pero cada vez son menos los que apoyan de verdad y, en muchos casos, lo disimulan para evitar castigos y represiones tanto a ellos como a sus familias. De eso sabe mucho Rodríguez Zapatero, a quien las cañas se le han vuelto lanzas y los venezolanos no dudan en insultarlo cada vez que aparece. Zapatero ha pasado de la torpeza al desprecio en un abrir y cerrar de ojos.

La cuestión de los dos DNI del juez Peinado es para morirse de risa y echarse a llorar

Hay mamporreros subvencionados por el Gobierno, que actúan como puntuales activistas en favor del régimen sanchista. Algunos se dicen periodistas, o creen serlo por tener un título que firma el Rey, pero dejan mucho que desear a la hora de elaborar noticias, con especial inclinación hacia los torpes bulos para hacer mérito y distraer la atención.

Eso de divulgar que el Ministerio de Interior confirmó que el juez Peinado tenía dos números de Documento Nacional de Identidad no se lo cree ni el que asó la manteca en Sevilla a las cuatro de la tarde

En pleno siglo XXI, una presunta activista del gobierno de Pedro Sánchez perdía el culo por aventar maledicencias del juez que tiene imputada a la señora del presidente. ¡Lenin ha resucitado! Con ignorante desparpajo, rápido y veloz verbo, comenzó a narrar su película mal hilvanada y nula de información veraz, pero dañina a sabiendas de cómo podía destrozar el prestigio del juez Peinado si hubiera sido cierta.

Nadie se ha atrevido a decirle que carece de prestigio, como así piensan los trabajadores y asesores de la sede nacional del fango socialista

La imputada, Begoña Gómez, no sabe lo que es eso de enfrentarse en sala a un juez, un fiscal, abogados acusadores, abogado defensor, etc. Ha estado mimada y protegida hasta límites insospechados, tanto que se ha saltado cuantas líneas rojas ha encontrado. Pero debería saber que, si todo cerdo tiene su San Martín, todo mafioso acaba en la celda merecida tras sus corrompidas lágrimas de cocodrilo.

¿Quién se habrá creído que es este personaje malicioso y tramposo que presuntamente ha manipulado y vendido hasta programas y aplicaciones que no son suyas o ha puesto a su nombre lo que es de la Universidad Complutense? Da órdenes a la Justicia y trata al juez como si fuera un títere o su subordinado. ¿Se puede ser más ignorante y caradura? ¿Piensa devolver el dinero generado fraudulentamente al alumnado? 

Desde el martes pasado, los jueces y tribunales tienen dos meses para aplicar esa brutal injusticia que llaman Ley de Amnistía. Tal plazo quedará paralizado si se eleva cualquier cuestión prejudicial al TJUE (Tribunal de Justicia de la Unión Europea). Puedo garantizar, y así lo hago, que cualquier español serio se avergonzará de gran parte del contenido a medida que avance en su lectura.

Ya tenemos en vigor la Ley de Amnistía. No se han atrevido a publicarla en el periodo comprendido entre su aprobación y la fecha de las elecciones europeas. Siempre pasa lo mismo; no hay puntada sin hilo del PSOE: desde que desapareció Felipe González de la escena política, las campañas electorales y las propias elecciones no han dejado de ser enrevesadas. Aquella limpieza de partido, institucional y personal de la transición ha pasado a la historia.

Cada vez que escribe una carta el tal Pedro Sánchez –mentiroso y fraudulento donde los haya– demuestra que su azotea no funciona bien: desprecia a la ciudadanía y demuestra características de psicópata, en palabras de Rosa Díez y Díaz Ayuso. Le salió bien la primera carta y cree que todas surtirán el mismo efecto: en Europa ya es el hazmerreír y está apartado de todos los círculos de poder y decisiones.

Óscar Puente, "El Cabreador". Llegó al Parlamento por los votos de sus fieles y del PSOE. Hasta ahí nada que objetar. Pero su 'fichaje' no fue por su valía, que nunca la ha demostrado, y muchos menos en «Pincia» donde se dejó «robar la cartera», del mismo modo que años antes él se la había robado al ínclito Francisco Javier León de la Riva. La unión de socialistas y comunistas aupó a Puente a la cabeza del Consistorio.

«Me gustaría saber cuántos diputados hay en la sala», preguntó Juan Carlos Unzué, exjugador de fútbol, y afectado por la Esclerosis lateral Amiotrófica. Debió preguntar que cuántos diputados estaban interesados en el tema por el que estaban allí, así como en redactar una ley que cubra la necesidad o necesidades de esos enfermos. Solo había cinco diputados; es decir, a los demás no parecía interesarlos el tema en cuestión porque no genera comisiones.

¡Cuánta dignidad han demostrado las esposas de los guardias civiles asesinados! ¡Cuánta valentía se reconoce a la Benemérita que fundara el Duque de Ahumada! ¡Qué siembra más fructífera y digna dejó aquella Santa Hermandad que fundaran los Reyes Católicos para vigilar los caminos y proteger a comerciantes y viandantes en general! 

Temblamos por la acometida contra el Estado de derecho tras aprobarse la enmienda transacional sobre la enmienda de ERC. Con ello se modifica el artículo 2.d, se redefine el concepto de terrorismo y se modifica a antojo de JxCat el Capítulo II del Título XXII del Libro II del Código Penal. Se perdonan las conductas cometidas por los golpistas y los terroristas de los CDR. Lo firman todos los adocenados del Pacto Frankenstein. Lo adaptan a su conveniencia e inocencia.

© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto
 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris