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Edmundo y Corina, el forúnculo de Maduro

Si bien el escenario parece igual con el presidente electo en España, lo cierto es que en lo simbólico el mundo conocerá la realidad de la represaliada Venezuela bolivariana
Jesús  Salamanca
martes, 10 de septiembre de 2024, 10:08 h (CET)

Edmundo ya está en España. Ahora está obligado a contar con minuciosidad las atrocidades acaecidas en Venezuela, con ello comprobaremos cómo el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Reino de España, José Manuel Albares, ha mentido a los españoles en su intervención ante los medios. Ahí incluyo a la oposición, a los socios de la ultraizquierda y a los panolis del nacionalismo periférico.


Venezuela


Me resulta imposible de entender cuanto el ministro reseñado ha expresado en los medios. Según él, no hay pacto por medio, no hay acuerdos al respecto y tampoco trato. Ya empiezan como con el «Cupo catalán». En adelante vamos a comprobar cómo no es creíble que Rodríguez Zapatero intercediera ante el inmaduro Nicolás y Diosdado Cabello para que González Urrutia fuera acogido en España y pedir asilo político. Sánchez, Sánchez, otra vez a rogar por el perdón de tus «pecados bolivarianos». Por cierto, ¿quién te autorizó a condonar la deuda al narco-asesino e inmaduro, Nicolás?


No cuadran las opiniones de las partes. La ciudadanía española tiene el derecho a dudar y desconfiar de sus dirigentes, y particularmente de este Gobierno desnortado y ‘vendepatrias’, porque ante los medios de comunicación demuestran que les sigue funcionando la escuela de la mentira, la falsedad, la desinformación y la ocultación. Lo están haciendo en el caso de Edmundo González como lo hicieron en todos los casos de corrupción y tráfico de influencias que están sobre la mesa; primero niegan lo evidente y, cuando se ven atropellados por la evidencia, cambian de opinión como el que cambia de chaqueta o aluden a la deficiente interpretación de lo dicho, a la descontextualización o al relato. Siempre la misma cantinela e idéntica falsedad.


Con Edmundo en España se abre una nueva etapa, a pesar de los agoreros del Partido Popular y de los falsarios del PSOE. Es una renovada etapa de lucha, confrontación de posturas y violencia dialéctica. Con Corina Machado en Venezuela y Edmundo en España se construye una pinza contra el desmesurado apoyo de Sánchez y su Gobierno al narco-asesino Nicolás Maduro, así como se convierte en una espada de Damocles con cuatro filos. Bien es verdad que quien peor lo tiene es el «Mr. Been de León», porque saldrá a la luz su nulo apoyo a los españoles que han sufrido la represión, la humillación, las expropiaciones y los castigos físicos alentados por el hoy ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, así como aprobados y propuestos por el asesino múltiple, Nicolás Maduro, así como el aplauso torpe de ZParo y su «princesa» Delcy Rodríguez.


Si bien el escenario parece ser el mismo estando el presidente electo en España, lo cierto es que hay diferencias porque en lo simbólico el mundo conocerá la realidad de la represaliada Venezuela bolivariana. El objetivo de Corina es construir un Estado democrático desde la propia Venezuela y desde España, pero a la vez la oposición parlamentaria de España pondrá entre la espada y la pared al Gobierno socialcomunista del felón y mentiroso Sánchez que, si bien está rodeado de falsedad y corrupción gubernativa y presuntamente en el plano de lo familiar, ahora deberá mojarse reconociendo a Edmundo como presidente electo o rechazándolo.


Por cierto, cuanto más permanezca escondido el filibustero y tolili, Rodríguez Zapatero, mejor para él porque ni los españoles ni los venezolanos aquí residentes le van a perdonar el daño que ha hecho no sólo en Venezuela sino en varios países del cono sur. No tardarán en comprobar cómo el Gobierno socialista de la mentira, el engaño permanente y la falta de transparencia acomoda su discurso a cuanto crea que puede beneficiarle. Y no duden ni un momento que la oposición de la derecha también lo hará.


José Luis Rodríguez Zapatero, consciente de que Edmundo González corría peligro porque era perseguido y buscado para su ejecución, no ha movido ni un dedo en su favor. Tal vez reaccione cuando tome posesión el nuevo Gobierno y compruebe cómo el pueblo venezolano exige que le sea expropiado cuanto a ellos se les expropió para regalárselo al «Mr. Been de León». En su última aparición pública en Venezuela tuvo que ser protegido en el coche oficial para no ser linchado. Cuentan las buenas lenguas venezolanas, hasta hace poco represaliadas y hoy instaladas en España, que «aquel linchamiento pendiente le será convalidado para realizarlo en España cuando proceda». Ha sido demasiado el daño y el odio del que se ha rodeado el expresidente «por accidente» de España.


La prensa internacional alude a que la salida de Edmundo ha sido por necesidad. Esa salida se considera un tremendo error de Maduro y Diosdado porque han quedado más deslegitimados en el mundo de lo que ya lo estaban. «Si para permanecer en el poder hay que blanquear que, efectivamente, en Venezuela hay una dictadura violenta que cometió el fraude más impune de la historia en la región, es claro que el régimen está dispuesto a pagar el precio», en palabras del periodista y productor de POP Radio, Marcelo Duclos en Panam Post.


Sea como fuere, el régimen narco-asesino seguirá difundiendo que los verdaderos ganadores fueron ellos y que Edmundo y Corina encabezan una oposición fascista, así como que el país camina hacia «la pacificación y normalidad». Pero eso ya no se sujeta ni siquiera con las estructuras dialéctico-mentirosas de Pedro Sánchez. En Lula Da Silva y Petro ha encontrado Maduro un forúnculo en el orto.


No se puede esperar hasta para la toma de posesión de Edmundo porque el tiempo juega a favor del dictador socialista, Maduro. El exilio actual, además de las inexistentes actas que el régimen no mostró (porque no existen), no evitarán discusiones acaloradas, pero sí harán que mandatarios de todo el mundo reconozcan a Edmundo González como presidente electo. El dictador no parece tener claro que seguirán siendo simples parias ante los ojos del mundo, así como que únicamente tendrán el reconocimiento de los dirigentes más impresentables, aborregados y degenerados del mundo democrático conocido.


Entre lo que contó el “Pollo” Carvajal, cuanto cuente Edmundo (a pesar de que la norma internacional le exige colaboración y no inclusión en cuestiones del Estado de acogida) y la documentación enviada a varios medios por parte de Anonymous, el reiterado apoyo de Sánchez a Nicolas Maduro y el apoyo gubernativo a Zapatero para “trepar la farola” de Miraflores, el ministro de Asuntos Exteriores y otras falsarias parafernalias, José Manuel Albares. tendrá que explicar muchas cosas, a la vez que evitar que hable el atrabiliario «Mr.Been de León» porque no sabe si mata, hiere o espanta.


En breve habrá un mandatario venezolano exiliado, pero democráticamente elegido, con lo que ello supone. La dictadura ya es un nido de alimañas con un dirigente ridículo y esperpéntico al que lo mismo le da cambiar la Navidad que sacar chimpancés a orinar o monos negros en motocicletas. 

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