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Josu Gómez Barrutia
La fuerza de la palabra
Licenciado en Derecho. Postgrado Programa en Emprendimiento, Innovación y Liderazgo por la Universidad de Comillas ICADE y la Universidad de Deusto DSB .Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional de Cambridge en Emprendimiento y Desarrollo Local.Diplomado en Alta Dirección de Instituciones por el Instituto Internacional San Telmo – IESE,. Master en Coaching por el Instituto Europeo de Empresas. |
Vivimos tiempos de incertidumbre, de una crisis global, pandemica que sin entender de ricos y pobres , de primer o tercer mundo ha sido capaz de igualar ante la incertidumbre y el miedo al mañana a una sociedad global, ese que mirándose hoy frente al espejo de la realidad actual ha visto que el mundo ha cambiado.
Sin lugar a dudas el mundo ha cambiado y lo ha hecho de una manera rauda y veloz, tan rápida como la propia expansión de un virus que ha sido capaz de resquebrajar el modelo de globalización occidental y liberal que tan asentado creíamos.
Sin lugar a dudas el mundo se enfrenta hoy a un nuevo reto, un virus global pandemico que fruto del proceso globalizador ha comunicado rápidamente a los países en una batalla compartida contra un nuevo virus , el covid19 o también denominado coronavirus, que viene a fijar en el tablero de la geopolítica y la economía varios retos a los que como sociedad tendremos que enfrentarnos.
Ciertamente vivimos tiempos atribulados, complejos en lo que a la geopolítica y la economía global se refieren. No por menos, en estos primeros años del siglo XXI el encaje de la cuarta revolución industrial , los avances exponenciales de la comunicación, la tecnología o la sanidad en una sociedad en parte anclada aún en las concepciones políticas del siglo XX hacen difícil la búsqueda de la estabilidad sociopolítica.
No por menos, lo que hoy a todas luces está claro es que España necesita andar desde el consenso por los procesos de reforma, en el ámbito laboral y económico con nuevos marcos legislativos que permitan abordar la nueva realidad en estos campos a los que nos enfrenta la cuarta revolución o el debate sobre el modelo de representación del territorio , abordándose en este campo la distribución de representación en las cámaras con una nueva ley electoral y un papel regionalizado para un Senado que debería empezar a dar peso a las grandes ciudades en su corpus y de igual forma a los nacionalismos territoriales y sentimientos regionales.Por último y como tercer aspecto, se muestra como fundamental que el dialogo sea desde el centro, izquierda y derecha, pero desde la centralidad de un país que necesita del acuerdo, el consenso y la visión de estado de las mayorías para hacer frente con seguridad y certeza a los grandes retos que hoy tenemos por delante.
España ya cuenta con más de 3.600 startups tecnológicas, 160 venture capital activos, 17 iniciativas de Open Innovation y 19.390 empresas con algún tipo de innovación tecnológica. Además, el pasado 2018 cerró con casi 800 millones de euros invertidos en un total de 199 operaciones públicas.
Doblan las campanas y el ruido de la incapacidad y la ceguera parece tomar forma en quienes no asisten a vislumbrar la compleja realidad de un mundo en cambio, de un tiempo en los que el sistema de bienestar y las democracias occidentales tendrán que orientar su estructura frente a los retos que tenemos por delante, esos que tienen apellidos de encaje tetraédrico: Generación de empleo, Reforma del Sistema Social y de Pensiones , Reforma del Estado de las Autonomías o construcción de tejido productivo en un marco de competitividad global ,son sólo algunos de esos apellidos definitorios sobre los que algunos nobles librepensadores patrios quieren poner su Vox, esa receta sencilla formulada con una pizca de nacionalismo, otra de bandera roja y gualda y un aderezo en forma de identificación del enemigo progre, rojo, inmigrante, homosexual o feminazi.
Este viernes las calles y plazas de ciudades de toda España se cubrirán de reivindicación, de lucha y compromiso intergeneracional en la defensa de nuestro planeta, ese en el que vivimos y que hoy se enfrenta a la amenaza de un cambio climático y un brutal calentamiento global que amenaza con poner fin a la vida en la tierra como la conocemos.
Y junto a este fenómeno finiquitador del modelo laboral de plusvalías del siglo XX aparece otro al que no se le puede dar la espalda , el cambio climático , esa realidad que hoy hace que miles de personas en todo el mundo tomen las calles en la reivindicación de un cambio de modelo de economía lineal a circular, de contaminación a reutilización, de infravaloración de los recursos a recuperación y reutilización de los mismos , de abandono de la insostenibilidad de la producción de riqueza a costa del planeta por la apuesta en definitiva de la sostenibilidad y el respeto al planeta en una conjugación necesaria entre progreso y bienestar.Y en todo este cambio, lo complejo es la capacidad de encontrar el camino para dar respuesta a los problemas y desafíos que tenemos como sociedad generando al mismo tiempo progreso, bienestar y tejido productivo.
Sin lugar a dudas, España ha avanzado mucho en el impulso a los ecosistemas de emprendimiento y startup. Así, la colaboración público-privada en este campo entre instituciones públicas, empresas, inversores/as y la propia comunidad emprendedora ha permitido que nuestro país avance.
Parece, que en este verano de política activa estamos enfrentados a la versión más atribulada del trampantojo valle-inclaniano, ese que nos enfrenta a la realidad absurda de la presentación de personajes en una trampa de escenografía que alejada de la realidad oculta la verdadera trama de la novela negra de la política española.
Actualmente el reto pasa por conseguir adaptar todas las posibilidades que nos da la tecnología para conseguir una mejor experiencia por parte del alumno al mismo tiempo que se mantiene un alto estándar de calidad educativa. Aquí es importante que las administraciones publicas también sean ágiles a la hora de admitir estos cambios tecnológicos para que puedan ser implementados por las instituciones que, como nosotros, imparten formación oficial.
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