Que el mundo está cambiando es sin lugar a dudas una afirmación obvia, hoy los retos de la denominada cuarta revolución industrial y tecnológica - esa que nos lleva al cambio del modelo económico, productivo y laboral a paso ligero con las lógicas consecuencias de inestabilidad propias de todo cambio de era - nos presentan desafíos y al mismo tiempo oportunidades sobre las que actuar. Y junto a este fenómeno finiquitador del modelo laboral de plusvalías del siglo XX aparece otro al que no se le puede dar la espalda , el cambio climático , esa realidad que hoy hace que miles de personas en todo el mundo tomen las calles en la reivindicación de un cambio de modelo de economía lineal a circular, de contaminación a reutilización, de infravaloración de los recursos a recuperación y reutilización de los mismos , de abandono de la insostenibilidad de la producción de riqueza a costa del planeta por la apuesta en definitiva de la sostenibilidad y el respeto al planeta en una conjugación necesaria entre progreso y bienestar.
Y en todo este cambio, lo complejo es la capacidad de encontrar el camino para dar respuesta a los problemas y desafíos que tenemos como sociedad generando al mismo tiempo progreso, bienestar y tejido productivo. A Ello responde el emprendimiento social, esa forma de emprender desde el corazón que busca tejer un hilo de conexión entre todos los elementos anteriormente señalados en favor del progreso de una sociedad la nuestra hacía nuevos paradigmas de igualdad, sostenibilidad y progreso social. Siendo estos objetivos los centrales de la actividad, elemento de diferencia clave con cualquier otro tipo de emprendimiento. Y ejemplos de ello existen muchos, en España son más de ciento cincuenta las empresas sociales que hoy forman parte del directorio Social Enterprise, entre ellas propuestas como las de Urbegi Centro Especial de Empleo de Iniciativa Social que hoy emplea a mil personas con necesidades especiales en diferentes partes del mundo en ámbitos industriales y de servicios, o Feltwood empresa creadora de un sistema de materiales biodegradables que se usan como alternativa a la utilización del plástico, BTM simbiosis una empresa que ha creado un modelo de recuperación el residuo del aceite para la creación de abono de alto poder ecológico o bosques sostenibles una propuesta clave para la compensación de la huella de carbono de las empresas en la lucha contra el cambio climático.
En definitiva, crear valor, riqueza, empleo, progreso pero desde la respuesta a las necesidades que hoy como sociedad tenemos en materias como el envejecimiento poblacional, la pobreza, el desempleo, la lucha contra el cambio climático o la desigualdad . A ello, al emprendimiento por corazón responde este instrumento útil y fundamental hoy más que nunca en una época de cambios , no estaría mal tal vez por ello que desde las instituciones públicas y gobiernos se premiase, apoyase e impulsase a quienes con ilusión, empatía y esfuerzo quieren cambiar el mundo. No por menos de su éxito dependerá tal vez que los que nos preceden vivan en un a sociedad mejor.
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