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La crisis climática es una realidad irrebatible que exige al conjunto de la raza humana modificar en la medida de lo posible sus hábitos tanto de producción como de consumo. El sector industrial es especialmente responsable en esta transformación del modo de hacer las cosas, habiendo de encontrar métodos sostenibles que reduzcan su impacto sobre el medio ambiente.
Los intereses a corto plazo de agricultores y ganaderos no siempre son coincidentes, pero a largo plazo, que es como hay que ver estas cosas, un sector no es nada sin el otro. Por eso, la estrategia de éxito de este sector primario en su conjunto tiene que consistir en la colaboración y complementación de ambos, y en afrontar juntos los ataques que llegan desde fuera, que son muchos.
Las cooperativas de la provincia de Valencia tienen una fuerte implantación en los territorios más dañados por la dana, lo que se ha traducido en que un 30% de ellas ha visto afectada su actividad por la catástrofe. Hay 478 cooperativas radicadas en los municipios afectados, que emplean a cerca de 11.000 personas. Sus ventas anuales agregadas ascienden a 1.527 millones de euros, aportan 286 millones de euros al PIB valenciano y dan servicio a más de 65.000 usuarios.
Agroseguro, a la vista del área afectada por la DANA ocurrida durante los últimos días del mes de octubre, estima que habría provocado daños en una superficie de unas 25.500 hectáreas de cultivo asegurado repartidas en alrededor de 50.000 parcelas. Pero las declaraciones de siniestro se están recibiendo de forma muy escalonada, ya que incluso el acceso a las fincas está muy dificultado debido a la situación en la provincia de Valencia, la más afectada, con diferencia.
El Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa) ha puesto en marcha la aplicación móvil Gest-Cubierta, una herramienta para el seguimiento de cubiertas vegetales en cultivos leñosos que integra información satelital y un modelo de balance de agua como base para mejorar de la gestión de las cubiertas vegetales en las plantaciones andaluzas.
La evolución de la agricultura y la ganadería en España ha sido notable en los últimos años, y empresas como Gibanel han sido un motor clave en este avance. Especializada en la importación y distribución de maquinaria agrícola, Gibanel se ha posicionado como líder en soluciones que potencian la eficiencia del sector. Su visión innovadora y su compromiso con la mejora constante de los procesos agrícolas han sido claves para mantenerse en la cima en un mercado tan competitivo.
No cabe ninguna duda de que, hoy en día, la innovación se ha convertido en un motor esencial en la evolución de muchísimas industrias, incluida la de la agricultura moderna. En un mundo donde la demanda de alimentos sostenibles crece constantemente por parte de los consumidores, las nuevas tecnologías desempeñan un papel crucial en la optimización de todos estos procesos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) lanzó un nuevo plan para apuntalar en la biodiversidad las prácticas agrícolas, ganaderas y pesqueras, con motivo de conmemorarse este miércoles 22 el Día Internacional de la Diversidad Biológica.
Casi el 90% de las plantas con flores necesitan la polinización para reproducirse y el 75% de los cultivos alimentarios del mundo y un 35% de las tierras agrícolas del planeta dependen en cierta medida de polinizadores como las abejas, que no solo contribuyen a la seguridad alimentaria, sino que son indispensables para conservar la biodiversidad.
En un contexto en el que la reserva hídrica española se encuentra críticamente baja, con tan solo un 54,7% de su capacidad total a inicios de marzo, el proyecto AgrarIA emerge como una luz de esperanza para el sector agroalimentario español.
Los gobiernos de América Latina y el Caribe acordaron sostener la lucha contra el hambre y mejorar la gestión agrícola con base en cuatro guías de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), al cierre de la 38 conferencia regional de la entidad en esta capital guyanesa.
Soy hija de agricultor, decía la profesora con cara de circunstancias. ¡Y yo!, decía una segunda. ¡Y yo!, decía una tercera. ¡Yo he sembrado patatas!, volvía a la carga la primera. ¡Y yo he ido a la vendimia y también a sembrar!, se armaba de valor levantando la voz la segunda. ¡Y yo he ido a la aceituna!, constataba con sus recuerdos y nostálgica pena la tercera. Y coincidían en que los agricultores y agricultoras llevaban razón para manifestarse, había que apoyarlos.
Realmente, es esencial vivir de la mejor forma posible. Esto incluye también unas buenas condiciones sociales, algo que se sustancia, por ejemplo, en la disponibilidad de agua para todos los ciudadanos sin restricciones. O lo que es lo mismo: el Gobierno de un país como España debe garantizar el acceso al agua, que es un bien indispensable en relación con la salud de las personas y también si se piensa en la agricultura y la ganadería. Es así de simple, rotundo y claro.
En una acción con pocos precedentes, las comunidades campesinas e indígenas se han preparado para llamar la atención sobre los sistemas alimentarios en la 28 Conferencia de las Partes (COP28) de las Naciones Unidas sobre cambio climático, que se iniciará el 30 de noviembre en Dubái.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) participa, a través del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (Madrid), la Misión Biológica de Galicia (sede Santiago de Compostela) y el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (Murcia) en el proyecto “MINOTAUR”, cuyo principal objetivo es mejorar la calidad del suelo y la gestión agrícola a través de enfoques innovadores y prácticas sostenibles.
Más de un centenar de personas pertenecientes a más de 50 organizaciones sociales, ambientales, de consumidores y agrarias se concentraron la tarde de ayer en la plaza del Arco del puente de Córdoba durante la visita que los ministros de Agricultura de la Unión Europea realizaron a la mezquita de la ciudad, para exigir un sistema alimentario más justo, sostenible y respetuoso con el mundo rural.
Esta nueva alianza permite a ambas empresas aprovechar la experiencia y los recursos propios para acelerar la adopción de tecnologías de agricultura vertical en mercados clave, ampliando las soluciones agrícolas verticales de vanguardia a sus clientes una gama más amplia de productos y servicios.
La empresa eAgronom busca ayudar a los agricultores de nuestro país a conseguir unos cultivos más ecológicos y sostenibles que sean, además, más rentables para ellos, puesto que gracias a una correcta captación de carbono, pueden obtener pagos a través de los créditos de carbono.
Los derechos de las mujeres a la tierra están limitados en más de 100 países y deben ser ampliados como cuestión de justicia y para mejorar la producción de alimentos y combatir la pobreza, según se plantea en una campaña lanzada en la ONU. Las mujeres constituyen alrededor de la mitad de los trabajadores agrícolas en países en desarrollo y producen entre 60 y 80 % de los alimentos cultivados en esas regiones, pero poseen menos de una quinta parte de todas las tierras del mundo.
Tras intensificarse la inestabilidad meteorológica durante las últimas semanas, los daños en cultivos de numerosas áreas de la península se han multiplicado a causa de las tormentas de pedrisco y lluvia, así como por las inundaciones provocadas por las fuertes precipitaciones. La estimación de indemnizaciones se sitúa, por ahora, en los 100 millones de euros.
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