Realmente, es esencial vivir de la mejor forma posible. Esto incluye también unas buenas condiciones sociales, algo que se sustancia, por ejemplo, en la disponibilidad de agua para todos los ciudadanos sin restricciones. O lo que es lo mismo: el Gobierno de un país como España debe garantizar el acceso al agua, que es un bien indispensable en relación con la salud de las personas y también si se piensa en la agricultura y la ganadería. Es así de simple, rotundo y claro.
Los españoles no pueden estar pendientes de si llueve o no, para poder disponer del preciado elemento natural que es el agua. No se debe depender del azar.
La solución es la construcción de plantas desalinizadoras de agua de mar para abastecer de agua a las zonas del país que la necesiten. Ciertamente, es una estrategia que tiene unos costes económicos elevados, pero es que no existe otra, que sea tan efectiva y rápida, para acabar con los problemas de la sequía persistente, que azota a la mayor parte del país. Lo que requiere que se extraiga dinero de los impuestos, para la construcción y puesta en marcha de las plantas desaladoras de agua de mar. En Canarias son prácticamente la única alternativa y dan grandes resultados, ya que abastecen de agua a todos los hoteles y a las ciudades, con toda su población y al campo.
Parece increíble que en los informativos de televisión solo salga el problema de la sequía y no se ofrezca solución, ya que existe. Falta, parece ser, voluntad política de invertir en más plantas desaladoras para Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia, Cataluña, Castilla y León y otras Comunidades Autónomas que las necesiten. La sequía se va a agravar en los próximos años, según las investigaciones y predicciones. No es suficiente con racionar el agua. Es una medida absolutamente insuficiente. La calidad de vida no es el resultado del azar, todo lo contrario, depende de decisiones y acciones que mejoren las condiciones vitales de todos.
Otra cuestión es la mejora de la calidad del aire que respiramos especialmente en las ciudades. Depende de las emisiones contaminantes de las industrias y de los automóviles. La normativa debería ser más rigurosa. Los vehículos eléctricos harán que baje, muy considerablemente, el nivel de contaminación atmosférica a partir de 2030 o 2035 en Europa. No hay que olvidar que más de 238.000 personas fallecieron en Europa prematuramente en 2020, por causa de enfermedades respiratorias producidas por la polución del ambiente. Esto es terrible. Parece que es algo aceptado socialmente, pero no debe ser así, ya que es absurdo e injusto. Es como si fuese aceptable pagar este precio por el progreso y no lo es.
El azar forma parte de la existencia humana y animal y también de la realidad material, pero esto no supone que no sea necesario tomar medidas o diseñar estrategias, que mejoren la vida humana y la situación del planeta.
Desde la perspectiva humana es evidente que existen infinidad de maneras de entender como ser feliz en la vida. Forma parte de la libertad humana elegir como queremos vivir, pero el nexo común es la búsqueda de la mejor calidad de vida posible. Disfrutar de la existencia es lo deseable, aunque con el ritmo de vida existente en una sociedad ocupada casi exclusivamente en la productividad y en el trabajo no es fácil, especialmente para los que están en edad productiva. Se puede conseguir con organización y estrategias.
La actividad profesional no debe ocupar la mayor parte del tiempo de cada día, porque se reduce la calidad de vida de las personas. El mismo Papa Francisco está de acuerdo con este enfoque, según parece, después de las conversaciones con la vicepresidenta segunda del Gobierno Yolanda Díaz. De lo que se trata es de humanizar la vida, en todos los aspectos.
Además, la propuesta en España de la jornada laboral de cuatro días ya se ha implantado en empresas con buenos resultados. Al quedar libres tres días a la semana desde el viernes al domingo, se facilita la realización de más viajes y actividades de ocio que son enriquecedoras. Otra propuesta es la de la semana laboral de tres días, ya que según Bill Gates la Inteligencia Artificial mejorará la productividad en los próximos años. Esto último sería lo ideal.
Si se desarrolla coherentemente la Inteligencia Artificial en unos años o décadas habrá cambios positivos muy grandes en la vida de las personas, ya que muchos trabajos serán realizados por sistemas digitales automáticos y no por sujetos. La solución es que los robots y sistemas digitales que realicen trabajos paguen impuestos, que reviertan en la sociedad con un control exhaustivo y riguroso, por parte de los gobiernos de los países.
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