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En la madrugada de este domingo 27 de octubre, a las 3:00 a.m., los relojes en España se retrasarán una hora, marcando las 2:00 a.m. Este ajuste anual, conocido como el cambio al horario de invierno, busca aprovechar mejor las horas de luz solar y, en teoría, reducir el consumo energético. No obstante, el impacto real de este cambio es mucho más complejo, especialmente en lo que respecta a la salud y el bienestar de las personas.
Cabe la posibilidad de que la madrugada del sábado 26 de octubre al domingo 27 de octubre asistamos a la antepenúltima vez que en España se ajuste la hora retrasándola (a las 3:00 horas pasarán a ser las 2:00 horas), dando inicio al horario de invierno. Dentro de dos años podría ser la última vez en la que los españoles atrasen sus relojes, debiendo decidirse si se adopta un horario fijo, ya sea el de verano o el de invierno.
Estoy harto de mandatos, de este maldito Gobierno, que nos conduce al averno por una o por otra causa, siempre con prisa y sin pausa y encima con acritud.
El 65,6% de los españoles sería partidario de acabar con el cambio de hora en invierno y verano, frente al 22,2% que está contento con la situación actual, de acuerdo con la Encuesta sobre cuestiones de actualidad que publicó este martes el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
El próximo 30 de octubre se producirá el cambio de hora y dará comienzo el horario de invierno. Los relojes se atrasarán una hora, y aunque tengamos más tiempo para descansar, muchas personas padecen este cambio afectando a la conciliación del sueño. En este sentido, según el STADA Health Report, actualmente un 20% de los españoles afirma tener problemas para conciliar el sueño, por lo que es recomendable seguir ciertas pautas para combatir estos trastornos.
La madrugada del sábado al domingo y tras 15 días de la declaración del estado de alarma, miles de españoles girarán las manecillas de sus relojes para adelantarlos 60 minutos. La cita tendrá lugar a las dos de la mañana y nos restará una hora de sueño. Sin embargo, lo más llamativo de este cambio horario es que tendrá lugar en unas circunstancias excepcionales.
La madrugada del sábado al domingo y tras 15 días de la declaración del estado de alarma, miles de españoles girarán las manecillas de sus relojes para adelantarlos 60 minutos. La cita tendrá lugar a las dos de la mañana y nos restará una hora de sueño. Sin embargo, lo más llamativo de este cambio horario es que tendrá lugar en unas circunstancias excepcionales.
Han pasado ya más de 5 meses desde que entró en vigor la nueva ley de control horario de la jornada laboral el 12 de mayo de 2019. Desde entonces, y tras un período de margen para su adaptación, la nueva normativa obliga a todas las empresas a registrar las entradas y salidas del trabajo de sus empleados para poder combatir el fraude laboral y controlar las horas extra.
El cambio de hora siempre se relaciona con el mejor aprovechamiento de la luz y el ahorro energético, ya en 1784, Benjamin Franklin, embajador de EEUU en Francia, envió una carta al diario Le Journal de París, proponiendo algunas medidas favorables para el ahorro energético.
A pesar de que todo apunta a que ya queda menos para despedirnos del cambio horario -los europarlamentarios acaban de pedir a los Estados Miembros que lleguen a un acuerdo antes de 2021-, este todavía sigue dando que hablar. Y ahora aún más porque el próximo domingo 31 de marzo a las dos de la madrugada adelantaremos el reloj y dormiremos una hora menos.
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