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Es un hecho, fácilmente contrastable, que con la consolidación del proceso de globalización, ciertos dogmas políticos en torno al Estado se van desmoronando. En el caso de los Estados débiles —la mayoría—, el conocido como Estado-nación prácticamente ha desaparecido del protagonismo de primera línea del panorama político mundial, salvo con ocasión de alguna escaramuza puntual.
La energía atómica, ha sido objeto del desprecio, sabotaje, denigración y ataque por parte de las izquierdas de todo el mundo. Siempre ha considerado este tipo de energía como un logro capitalista que había que combatir por todos los medios a su alcance.
Su última ocurrencia, que ha levantado ampollas en el mundo de la ganadería, es hablar sobre el consumo de carne de lo que ha dado datos incorrectos y que ha merecido hasta un comentario de Sánchez como para dimitir. Como contraste a sus recomendaciones, circula por las redes, la boda burguesa que celebró, con un menú pantagruélico, tan alejada de la filosofía proletaria y marxista que promulga.
La estimulación constante que produce el sistema capitalista en la sociedad de la satisfacción sin límites, está causando saturación y saciedad en las personas. No son capaces de disfrutar todo lo que podrían, ya que existen otras necesidades y acciones que es preciso atender. Lo expresa de forma muy clara Baudrillard al escribir que «La satisfacción inmediata supera con creces la capacidad de disfrute de un ser humano normal».
El uso de fármacos cada vez es más frecuente en una sociedad en la que los niveles de actividad, en muchas ocasiones, son excesivos. El sueño reparador también es necesario. La sociedad está medicalizada. El uso de ansiolíticos y tranquilizantes ha aumentado notablemente y la utilización de somníferos también.
Ojalá dejasen de abrirse las puertas por dinero, seguramente entonces tendríamos más asegurada la alianza con nuestro análogo. El movimiento social del “tanto tienes, tanto vales” está más vivo que nunca. Es una desgracia más, de difícil modificación de actitudes; ya que el otro movimiento, el educativo, está siempre en conflicto, cuando debiera transmitir distintos itinerarios, más pedagógicos con la realidad, de una ética permanente en su lenguaje, para que puedan ayudar eficazmente a crecer en espíritu solidario, sentido de responsabilidad y cuidados que nos hermanen
André Gorz en su libro El hilo conductor de la ecología ofrece muchas claves sobre la realidad laboral y social contemporánea. Es un pensador brillante que destaca por su agudeza ante los conflictos sociales de las últimas décadas en el mundo. Ofrece soluciones realizables y colabora con Sartre.
Demasiados vacíos utópicos y existenciales en las izquierdas mundiales, unidos a las profundas y concatenadas crisis del capitalismo, ya sean éstas de carácter económico, político, bélico o sanitario, han provocado una eclosión de ideas fascistas a escala internacional.
Después de cada crisis, las derechas lo tienen meridianamente claro, trabajar más horas por menos salario, aumentando la productividad, esto es, la intensidad de la explotación laboral, para ensanchar los beneficios empresariales. Luego, si tal, ya se repartirá la riqueza, algo que jamás sucede. Es el déjà vu acostumbrado. Los ciclos históricos de bonanza relativa y crisis del régimen capitalista son viejos conocidos del eterno retorno para que todo siga igual.
Muchas buenas gentes piensan que cuando lo más duro de la pandemia pase el mundo entrará en una fase irreversible de amor, solidaridad, armonía y coherencia. Está siendo tanto el dolor que confunden su generosidad con la creencia en la bondad infinita y natural del ser humano. Su postura moral extrema puede ser instrumentalizada con cierta facilidad por líderes y discursos provenientes del arco conservador o fascista.
Realmente con su filosofía intentó dar soluciones a todo tipo de cuestiones filosóficas y también a las políticas y sociales. Fue fundador junto con Sartre y Simone de Beauvoir de la prestigiosa revista Los Tiempos Modernos.
Las derechas y los políticos inmorales usan, abusan y hacen mucho ruido mediático para sembrar el caos y denigrar al adversario hasta convertirlo en caricatura cosificada y esperpéntica o animal burlesco. El discurso de la confusión impide la reflexión pausada y el diálogo mediante argumentos.
Pero el descontento se vio alimentado por la impactante devastación causada por los huracanes Irma y María hace dos años, que tuvieron lugar uno atrás del otro.Pocos días después de la renuncia de Rosselló, Manuel Natal, miembro de la Cámara de Representantes de Puerto Rico, manifestó en una entrevista para Democracy Now!: “Las políticas de austeridad implementadas no solo por la Junta de Supervisión Fiscal, sino también por el actual gobierno de Roselló y el pasado gobierno de García Padilla, han dejado al pueblo de Puerto Rico en una situación de vulnerabilidad.
-¿Y cual es el programa de Más País?
-Ya lo dice su nombre. Anexionarnos algo: Gibraltar, algún islote, Marruecos...
-Pero la clase obrera...
-La única clase obrera la dan en Riesgos laborales.
Es necesario ponerle un alto a la maquinaria neoliberalista capitalista, porque todo lo devora, todo lo destruye y no tiene punto de satisfacción; podemos avanzar en ese sentido siendo conscientes de su naturaleza, saliéndonos de su inercia y llevándola al punto de la indigestión a través de nuestro pensar y de nuestro actuar.
Vivimos sometidos -intencionalmente- a la crónica funesta de estadísticas siempre lamentables, epónimas del tiempo en el que vivimos, cuando no, también, alienantes en el más amplio sentido marxista de la palabra; porque esa alienación tiene un correlato con la globalidad en un mundo de “daños colaterales”, en un mundo líquido. Sobre esto último, versa éste análisis: cómo nos vemos inmersos en una nueva clase (los desocupados) en un mundo donde el “capitalismo irónico”, no solo llegó para quedarse, sino que también muestra duramente su ironía, a veces rozando lo inmoral.
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