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Aquel general bajito, regordete y de voz atiplada que salía, en exclusiva, en los sellos de correos y en las monedas, llamado Francisco Franco Bahamonde, el único de los dictadores europeos de los últimos cien años que ha muerto en la cama, dejó en herencia a los españoles un reino que durante cuarenta años no tuvo rey.
En España los reyes en lugar de por oposición lo son por reposición de la institución monárquica por la mano dura y el deseo de un dictador rebelde como fue el general Franco y sus secuaces. Al actual Borbón, le hemos pagado los estudios en los mejores colegios para que los palaciegos de la prensa nos lo vendieran como el rey más preparado de la historia de España.
Al ver las imágenes de la familia real durante la celebración litúrgica de la ofrenda nacional al Apóstol Santiago de este año, me he acordado de estas palabras del papa Francisco: «¿Vosotros habéis visto cómo se hacen los niños la señal de la cruz? No saben qué hacen: a veces hacen un gesto, que no es el gesto de la señal de la cruz. Por favor, mamá y papá, abuelos, enseñad a los niños desde el principio –de pequeños- a hacer bien la señal de la cruz».
Tras la proclamación de Felipe VI como rey de España se produjo, automáticamente, una remodelación de los miembros que conforman la familia real y la familia del rey. Actualmente, la familia real española está integrada por Felipe VI, doña Letizia, la princesa de Asturias, la infanta Sofía, don Juan Carlos y doña Sofía. El resto de familiares se enmarcan bajo la denominación de la familia de Su Majestad el rey.
El Registro Civil es el registro en donde se inscriben los hechos propios del estado civil de las personas. Entre esta información se encuentra el nacimiento, el matrimonio, la filiación o la defunción. Y estos datos se recogen en el documento conocido como libro de familia que se obtiene en el registro civil tras celebrarse un matrimonio o tras la inscripción del primer hijo recién nacido común.
La figura del copríncipe es fruto de la tradición institucional andorrana «surgida de los Pareatges y de su evolución histórica», tal y como recuerda el artículo 43.2, en donde se indica que este título se otorga con carácter personal y exclusivo al obispo de Urgel y al presidente de la República Francesa.
O, por mejor decir, la familia Urdangarin Borbón, de Iñaki Urdangarin y su mujer, la infanta Cristina de Borbón, con sus hijos Juan, Pablo, Miguel e Irene. Por una vez sin vírgulas ni tildes, auténticos y no átonos. Una familia que es noticia y está dando titulares por algo tan humano como mostrarse en público y estar unida en Navidad tras un tiempo de desasoiego en el que han soportado más de un acento, alguno propio y merecido y otros ajenos, extraños o no, con una gratuidad acaso no merecida e insultante
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