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Al menos 2439 personas murieron entre enero y agosto de este año en Haití, víctimas de la ola de violencia criminal que azota a ese país, por lo que urge el envío de una fuerza internacional que ayude a recuperar el orden, según ha planteado el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh).
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, reclamó de nuevo el cese inmediato de los combates en Sudán, que han causado la muerte de más de 100 civiles y se intensificaron este lunes por tercer día consecutivo.
Dos juicios significativos se desarrollaron esta semana en Estados Unidos, ambos como resultado de la obsesión estadounidense por las armas de fuego. En uno de ellos, que se llevó a cabo en el estado de Florida, los miembros del jurado recomendaron que Nikolas Cruz fuera sentenciado a cadena perpetua sin libertad condicional. Cruz asesinó a 17 estudiantes y miembros del personal de una escuela secundaria el Día de San Valentín de 2018.
“Juntos somos más fuertes” es el lema que se lee en una de las paredes exteriores de la escuela primaria Robb de la localidad de Uvalde, en el estado de Texas. La escuela es un centro educativo al que asisten alrededor de 600 estudiantes y cuenta con tres grados de educación primaria: segundo, tercero y cuarto. Más del 90% del estudiantado proviene de la comunidad latina.
En el Día de San Valentín solemos dar flores y cajas de chocolates en forma de corazón a las personas que amamos. Sin embargo, para Manuel “Manny” Oliver ese día tiene connotaciones diferentes. Su hijo Joaquín, de 17 años, fue asesinado a tiros el Día de San Valentín de 2018 en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas de la ciudad de Parkland, en el estado de Florida.
Hace muy pocos días la página de escopeteros Jara y Sedal publicaba –con tono de hazaña- que J.A.B.S. había matado en la Sierra de Gredos el macho montés con el trofeo más grande de 2021. En el desarrollo de la “proeza cinegética” cuenta este adicto a terminar con vidas de seres inocentes que no tenía pensado ir a cazar ese domingo, pero le avisaron de que habían visto a ese animal después de dos años cuando ya pensaban que se había muerto.
La pandemia de COVID-19 está remitiendo lentamente en Estados Unidos —al menos entre las personas vacunadas—, pero otra epidemia letal continúa fuera de control: la muerte de personas de color a manos de la policía. Una base de datos en línea del periódico The Washington Post informa que 7.216 personas murieron a manos de la policía desde 2015, 914 de ellas en lo que va de 2021.
Llevan haciéndolo decenas de años desde el socialismo y no son conscientes de su torpeza. Cada vez que los señalamos con el dedo, lo cambian por pasiva y señalan a los demás. La culpa siempre es del otro, nunca de su propia incompetencia. Lo hicieron con el ébola y se acabó sacrificando a un perro, ahora con la pandemia no tienen a quien culpar de 130.000 muertos y disparan en todas direcciones. ¿Quién se atreve a decir que eso no es una “organización mafiosa y criminal? Si lo piensan los jueces... ¡cómo no lo vamos a pensar los ciudadanos!
El número oficial de muertos por COVID-19 en Estados Unidos está a punto de superar los 200.000, la cifra más alta a nivel mundial por un amplio margen. El domingo, la Catedral Nacional de Washington marcó el alarmante hito tocando su campana 200 veces, una por cada mil vidas perdidas.
En el Reino Unido, la compañía farmacéutica AstraZeneca ha suspendido sus ensayos de fase 3 para una vacuna contra la COVID-19 después de que uno de los participantes del ensayo contrajera una enfermedad inexplicable. La vacuna está siendo desarrollada junto con la Universidad de Oxford.
No puedo evitarlo. Cada vez que veo el vídeo que los fontaneros de la Moncloa prepararon para recibir a quien les había colocado allí, me parece estar contemplando al emperador Augusto entrar triunfalmente en el Olimpo, aplaudiéndose así mismo al tiempo que su figura protectora se alza sobre los beneficiados que servilmente le rodean, seviros augustales, encargados del culto al emperador, que a menudo había sido divinizado.
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