Social
Un hombro donde llorar reduce el llanto
Deberíamos estimular otros caminos más liberadores y equitativos, donde no hubiese tanto sentimiento de superioridad, y en su lugar, renaciese un mayor esfuerzo por servir a ese bien colectivo del que todos hemos de formar parte.
Ausencia de sensibilidad
Si hoy en día es importante mantener el espacio como patrimonio de toda la humanidad, no menos significativo es que el ser humano deje de agredirse asimismo y de despreciar a los más débiles.
Ante las potencias del mal
Tenemos que desmontar las potencias del mal, como siempre aglutinadas en torno al ídolo del dinero, y hemos de hacerlo, antes de que éstas nos trituren el alma y nos impidan seguir caminando por la vida.
Empezando a ser viejos
Se me antoja que van a tener que pasar todavía algunos pocos años para que los coches puedan conducirse por sí mismos, es decir, sin la intervención directa del ser humano.
El pequeño Gabriel
El asesinato de Gabriel el niño de ocho años ha hecho que Cayetano González en su escrito El mal existe
se haya hecho estas preguntas que muchas personas se habrán hecho.
Han y lo distinto
Han muestra en las páginas de su obra una gran erudición y realiza precisos y profundos análisis de la sociedad desde una perspectiva filosófica.
Detengamos las amenazas
No podemos continuar haciéndonos más daño. Ya está bien de tantas violencias que no conducen a ninguna parte, de tantas desigualdades sembradas y no corregidas, de tanta precariedad en el empleo, de tanto comercio absurdo en definitiva.
Atmósferas de cruz que hay que vencer
Es hora de dejarnos amar, de abrir los cofres interiores cada cual, y de mostrar los dones de nuestros latidos. Nos debemos a la gratuidad de lo que soy y a la gratitud de la llegada.
¡Que se mueran los viejos!
Acoquina que siglo y medio después de la muerte de Thomas Malthus, pastor de la Iglesia Anglicana y autor del polémico ensayo sobre los principios de población, sus ideas sigan teniendo en nuestros días la vigencia suficiente como para inspirar buena parte de los idearios neoliberale.
Escuela de Frankfurt
Son un grupo de investigadores que consideran las teorías de Hegel, Marx y Freud y que también son representantes de la denominada teoría crítica. Analizan las condiciones sociales e históricas de la realidad y plantean la necesidad de un cambio transformador.
Abrirnos a la autenticidad
Cualquier momento es saludable para intensificar nuestras salas interiores de silencios reflexivos, máxime en un tiempo en el que los lenguajes se confunden y las atmósferas se acrecientan de engaños.
En una sociedad sin fe, ¿Qué sentido tiene la Semana Santa?
Llega la Semana Santa y me pregunto sobre el significado que ella pueda tener para los espectadores que ocupan las aceras. La muerte de Cristo en una cruz deviene en mero tipismo, vieja tradición que atrae turismo y llena bares y restaurantes.
Una España en Blanco y Negro
La educación en nuestro país ha vivido en los últimos días un nuevo episodio en lo que a la vuelta al nacionalcatolicismo se refiere.
Hacer mundo es importante
Hoy más que nunca necesitamos activar los pactos entre culturas, acrecentar la cooperación entre unos y otros, mediante alianzas que nos insten a repensar conjuntamente.
Límites a la maldad
Gaël Faye, escritor y rapero de Burundi, en respuesta a las preguntas de la periodista Ima Sanchís, dice: “Soy un pesimista que cree en el futuro. Entiendo la paz como un intervalo entre guerras, porque es mucho más fácil dejar salir los bajos instintos que perseverar en el diálogo, la búsqueda de la empatía y el compromiso".
Con el pulso del corazón, tratemos de vivir
Tenemos que aprender a crear imágenes esperanzadoras a nuestro alrededor. El mundo necesita embellecerse y retornar a lo auténtico, que es donde en verdad radica la bondad.
Hacerse el loco
Precisamente, cuando no hablamos de locura…; o sí. Las ramificaciones de estos trastornos rozan la intimidad de entretelas misteriosas, quizá entrañables, pero nunca comprendidas a fondo.
Necesidad de concordia
El mundo tiene necesidad de concordia, que es lo que nos hace realmente crecer humanamente, mientras que si sembramos discordia, nos destruimos a nosotros mismos. O sea, como dice la sabiduría popular, vive y deja vivir.