En el conjunto de las denominadas enfermedades venosas, la Insuficiencia Venosa Crónica (IVC) es una de las patologías más frecuentes y de las más heredables: “Hay estudios que indican que cerca de un 60% de los pacientes que acuden a Atención Primaria presentan algún signo o síntoma de IVC”, advierte el doctor José Román Escudero, director del Servicio Mancomunado de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular de los hospitales Dos de Mayo y de la Santa Creu i de Sant Pau de Barcelona, además de presidente de la Asociación Cuida tus Venas.
Por esta razón, con motivo de la celebración, cada 3 de marzo, del Día de la Prevención de las Enfermedades Venosas, el Hospital de la Santa Creu i de Sant Pau organiza la jornada ‘Actualización en el diagnóstico y tratamiento de los edemas de causa vascular’. Se trata de un encuentro dirigido a la población general con el propósito de concienciar a la sociedad sobre el impacto que tienen estas patologías en la calidad de vida y la importancia de acudir al especialista cuando se detectan los primeros síntomas.
Más allá de su estigmatización estética, las enfermedades venosas pueden comportar un alto impacto para los pacientes: “podemos diferenciar entre las varices, que pueden llegar a causar una incapacidad laboral, y las trombosis venosas, que pueden complicarse con una embolia pulmonar y llegar incluso a provocar la muerte”, subraya el doctor Escudero.
Aunque socialmente las enfermedades venosas suelen identificarse en exclusiva con la mujer, los expertos señalan que también afecta a los hombres, aunque “es cierto que se dan con una frecuencia ligeramente mayor en la mujer, puesto que el embarazo suele ser el que las pone en evidencia y el componente estético también hace que sean las mujeres las que más consulten por los síntomas”, concreta el especialista.
A la hora de ver los diferentes tratamientos o recomendaciones, los expertos coinciden en que “existe un marco de actuación importante en la prevención de las complicaciones y en el retraso de la evolución de estas enfermedades”. En concreto, los tratamientos antivaricosos orales y tópicos, especialmente de manera combinada, “pueden reducir la sintomatología y los signos de insuficiencia venosa crónica, al mejorar el retorno venoso”, explica el doctor. Estos tratamientos, junto a unas correctas normas higiénico dietéticas, ayudan a retrasar la evolución, evitar las complicaciones y hacer más tolerable y llevadera la insuficiencia venosa crónica.
Por eso, es especialmente útil que la población conozca de primera mano cuáles son los síntomas que deben alertar a los pacientes. Así, la presencia del edema de causa venosa se caracteriza porque aparece a medida que pasa el día y es más evidente por la noche. El aumento del diámetro del tobillo también es un signo claro de que la sangre va retrasada y se acumula. “En los casos en que afecta a las dos extremidades hay que descartar que la causa sea algo general, como una insuficiencia cardiaca, hepática o renal, un sedentarismo prolongado o hipotiroidismo, entre otros”, detalla Escudero.
Prevención del linfedema A lo largo del encuentro, los expertos también profundizaron en las causas y consecuencias del linfedema, un tipo de edema que se caracteriza por una acumulación de linfa en los tejidos blandos subcutáneos debido a una obstrucción en el sistema linfático.
Entre los síntomas del linfedema destacan principalmente la pesadez, debido al aumento progresivo del volumen de la extremidad, y en algunos casos, el endurecimiento de la zona. “Conocer estos primeros síntomas también es clave porque, aunque se instaura de manera lenta y unilateral, permite acudir al especialista en fases tempranas, quien puede aportar algunos consejos prácticos para retrasar la progresión y evitar complicaciones”, puntualiza el doctor Escudero.
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