El Jueves Santo celebramos en la Iglesia Católica el “día del amor fraterno”. Se juega tanto con el significado de la palabra amor que, a veces, es muy difícil distinguir entre lo dicho y lo realizado. Se utilizan tantos verbos seguidos de dicha palabra: hacer, vivir, usar, abusar, comprar, incrementar, destruir… que tenemos que centrarnos un poco en el apellido fraterno de la celebración. Dice la RAE; fraterno: Propiodehermanos. Amor, caridad fraternal.
Desde Caritas nos llega el mensaje que ha proclamado el Papa Francisco con motivo de la Cuaresma 2018. “Cuanto desearía que la limosna se convirtiera para todos en un auténtico estilo de vida…. Y viésemos la posibilidad de compartir nuestros bienes con los demás... ante cada hermano que nos pide ayuda, pensáramos que es una llamada que se nos hace a participar de la Providencia de Dios hacia sus hijos”. Sintetizando; que Dios ayuda a través nuestra.
Por eso, este día del Amor Fraterno nos recuerda que el pobre de la esquina, el del colchón en los bancos de los jardines, el del semáforo o la puerta del templo, es tu hermano y si no estimas o no puedes ayudarle económicamente, mírale; mírale con cariño. Que se sienta persona, no un bulto sospechoso. Si eres capaz, escúchalo y ya si vas para nota, acompáñalo en su soledad. Por ahí van los tiros. Así relucirá el Jueves Santo. Así pondremos en práctica el verdadero Amor.
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