Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Internacional | Bolivia | Paraguay

Huey Long aún incomoda a “notables” pagados por USAID

A ocho décadas de realizar sus denuncias contra Rockefeller sobre la guerra del Chaco en el Congreso norteamericano, el senador Huey Long sigue siendo un desconocido para la historia paraguaya que se enseña en escuelas, colegios y universidades. Una muestra más del poderío y dominio ejercido por la embajada norteamericana de Asunción sobre la superestructura cultural paraguaya, sus planes educativos, sus historiadores, medios, periodistas y universidades.
Luis Agüero Wagner
sábado, 7 de julio de 2018, 07:51 h (CET)

En las últimas semanas he recibido ataques en mis cuentas de redes sociales, debido a publicaciones sobre una guerra cuyas verdaderas motivaciones, decenas de miles de muertos siguen esperando explicación. En respuesta a estas injustificadas agresiones, estas líneas.


En 1995 el canal de cable alternativo TNT, del multimillonario Ted Turner, produjo la película "Kingfish" -con el papel protagónico interpretado por el actor John Goodman-, basada en la historia del legendario político de Louisiana y Senador norteamericano Huey Long, quien en sensacionales discursos pronunciados entre 1934 y 1935 en Washington, acusó a la Standard Oil y a los Rockefeller de ser la mano negra detrás de la matanza paraguayo-boliviana por el Chaco Boreal (guerra del Chaco de 1932 a 1935), para terminar poco después misteriosamente asesinado en Baton Rouge.

Huey Pierce Long había nacido en la pequeña localidad suburbana de Winnfield, en el estado de Louisiana, a finales del siglo XIX, cuando sobre las cenizas de la guerra civil norteamericana, rapaces compañías como la petrolera Standard Oil sujetaban a la región bajo opresión neocolonialista de los capitales del norte estadounidense. Electo gobernador de Louisiana a fines de la década de 1920, se vio pronto enfrentado a la Standard Oil de Louisiana requiriéndole un impuesto por cada barril de petróleo a ser refinado para sus programas sociales. Los amos en el negocio del kerosén pusieron el grito en el cielo y fraguaron un juicio político en busca de la destitución.


La Standard Oil emprendió una gran campaña de difamaciones, sobornó legisladores, chantajeó e intimidó físicamente a otros tantos, compró espacios en la prensa y hasta subsidió festejos populares en busca de su objetivo. A pesar de todo, Long contrarrestó con inusitada habilidad la turbulenta campaña adversa y terminó absuelto. El laureado escritor estadounidense Robert Penn Warren, cuya novela basada en Huey Long le valió el Pulitzer en los años cuarenta, resumió la gran capacidad de maniobra política del gobernador de Louisiana en la reflexión de su personaje: "En la política, el mal no sólo puede engendrar el bien, sino que además es lo único que hay para engendrarlo".


En la década de 1930 se había iniciado la producción en serie de automóviles, y el petróleo se iniciaba como "leitmotiv" del intervencionismo norteamericano en Latinoamérica y el mundo. Personeros de la Standard Oil viajaban por el mundo apropiándose del recurso y fundando filiales que pretendían ser naturales de los países que expoliaban. Así nació la Standard Oil of Bolivia, instituída por Spruille Braden, luego cabeza de la conspiración contra el Paraguay en la Conferencia para la Paz del Chaco, quien insinuó al presidente boliviano Salamanca sobre la posibilidad de obtener armas y créditos para apoderarse militarmente del Chaco paraguayo y sus yacimientos petrolíferos. No era América del Sur la que iba a imponer condiciones a su majestad el dólar.


Como lo expresara el escritor paraguayo Arnaldo Valdovinos, centenares de ametralladoras, manejadas por manos esclavas, rompieron el silencio de las selvas chaqueñas, festejando el triunfo de sus amos. En varias de sus novelas más celebradas, Augusto Roa Bastos narró los episodios más trágicos de un ignominioso capítulo de la expansión imperialista en Sudamérica, en que los condenados paraguayos parasitados y desnutridos, debieron empuñar el fusil para defender el subsuelo y los latifundios extranjeros que se extendían sobre la vasta planicie esmeralda del Chaco Boreal.


La prensa de todo el mundo pronto se hizo eco de la participación evidente de las grandes petroleras en el diferendo chaqueño: el Daily Herald de Londres, la prensa comunista soviética y hasta el mismo New York Times. Sin embargo, a pesar de todos los indicios, para muchos hablar del petróleo como detonante de la matanza entre paraguayos y bolivianos seguía siendo mera especulación.


El secreto a voces pronto iría a sacudir los mismos confesionarios del imperio. El 30 de mayo de 1934 el senador Long sacudía al Congreso en Washington con una proclama incendiaria contra la Standard Oil, acusándola de haber desencadenado el enfrentamiento armado del Chaco. "¡Aquí está Rockefeller, con un ejército, robando al Paraguay!" dirá el senador para no ahorrar adjetivos contra la empresa petrolera. Y cuando el 15 de enero de 1935 la Sociedad de las Naciones decidió levantar el embargo de armas que pesaba sobre Bolivia, manteniendo el mismo sobre Paraguay, Huey Long declaró a la prensa: "Esta decisión de la Liga de las Naciones no es más que un mensaje dirigido al Paraguay y firmado por Rockefeller que dice: No toquen los lugares donde hemos localizado pozos del petróleo".


Obviamente, el senador había incursionado en terreno fangoso y los sucesos no tardaron en demostrarlo. El 8 de septiembre de 1935, habiendo abandonado el senador Long con sus guardaespaldas una sesión especial en el Capitolio Estatal de Baton Rouge, adonde había arribado desde Washington buscando zanjar en cuestiones locales de su estado, un desconocido se le acercó al amparo de la oscuridad y en ese momento se escuchó un disparo. La guardia de Long abrió fuego contra el sospechoso ocasionándole a su turno 51 heridas de bala antes de ser éste identificado como un joven y respetado médico, Carl Austin Weiss, proveniente de una familia de reconocida alcurnia en la sociedad local.


Posteriormente se sabría que Weiss había actuado como cabeza de turco y que las balas que impactaron en Long tenían otra procedencia. En las primeras horas del día 10 fallecía el senador en el Hospital Our Lady of the Lake, víctima de la avidez sin límites del imperialismo petrolero, y la Standard Oil tenía las manos libres para quedarse con el petróleo del Chaco. Con la guerra entre Bolivia y Paraguay como telón de fondo, se había cerrado uno de los más infames y controvertidos capítulos de la historia norteamericana.

Noticias relacionadas

El 22 de noviembre se cumplirán 50 años de la proclamación de Juan Carlos I como rey de España, cargo que ocupó hasta junio de 2014 en que abdicó cediendo la corona a su hijo Felipe VI. Durante años el ciudadano Borbón tuvo engañada la parroquia, monárquicos o no, la mayoría, rendían homenaje a este heredero de Franco.

Ricardo de Burgos Bengoetxea es un árbitro de la Primera División de fútbol masculino, conocido por sus excelentes actuaciones sobre el césped y también por la no tan excelente que protagonizó en la conferencia de prensa celebrada la víspera de la final de la Copa del Rey del presente año 2025.

«Tan sencillo como conocer cómo son los delegados sindicales en las empresas donde trabajamos, para darnos cuenta de qué pie cojean, qué persiguen y cómo miran sólo para ellos». Ni siquiera los afiliados conocen la realidad, aunque cada vez más se sabe que otros sindicatos con estructuras mucho más modernas –y con muchos menos medios-- y dirigentes infinitamente más preparados ya caminan «a años luz de los sindicatos sectarios».

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto