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Telecinco: la cadena de los “sobrados” y los “fatuos”

“La experiencia es una gran escuela, donde los fatuos no asisten” Benjamín Franklin
Miguel Massanet
martes, 24 de julio de 2018, 06:49 h (CET)

Duele ver como algunas cadenas televisivas permiten que sus programas informativos o aquellos en los que se contrastan ideas y se discuten sobre temas relacionados con la política nacional, hayan sido puestos en manos de periodistas jóvenes, supuestamente dotados de sus títulos universitarios, evidentemente desconocedores o, al menos, mal informados sobre nuestra reciente historia, un tanto pagados de sí mismos y con ideas fijas respecto a una parte de nuestra historia, imbuidos de ideas progresistas y de prejuicios respecto a la época del franquismo que, al dejarse influir por las actuales corrientes izquierdistas, tanto por su duración como por los efectos que ha tenido en nuestro más reciente relato de los hechos que nos vienen afectando a los españoles, desde el momento en el que la muerte del general Francisco Franco tuvo lugar y se inició, de manos de quienes tomaron sobre sí la ardua tarea y la responsabilidad de evitar que España pudiera convertirse en una nación insegura, caótica y carente una dirección que la supiese encaminar hacia su conjunción con el resto de países que la rodeaban; con personas como el señor Torcuato Fernández Miranda autor de la importantísima Ley para la Reforma Política, con la que se evitó el vacío legal que se temía que se produjera entre el paso de la dictadura a la democracia y el señor Adolfo Suárez que, en colaboración con el rey emérito, consiguieron una transición ejemplar.


Una de las cosas a las que tendrá que enfrentarse el señor Pablo Casado, flamante nuevo presidente del PP, será con una prensa mayoritariamente de tendencias izquierdistas que no se va a circunscribir solamente a la prensa escrita sino, y muy especialmente, a las cadenas de TV la mayoría de las cuales, incluida la TV1, están dominadas por periodistas y directivos contrarios al PP y a las ideas conservadoras. Sin embargo, existen programas, en cadenas como la TV 5, en los que el maniqueísmo de sus conductores les impide valorar los hechos (presentes y pasados) con la objetividad que es precisa para evitar caer en el error, la falsedad o la narración disconforme con la realidad de los acontecimientos. Es cierto que hay otras cadenas, como la Antena 3, que vienen sosteniendo trasmisiones en las que, sus presentadores, aprovechan el tirón del programa para emitir sus opiniones particulares sobre temas que nada tienen que ver con el contenido que están desarrollando, tomándose determinadas licencias y mostrando diversas tendencias de tipo nacionalista e independentistas, que no se les debieran consentir a determinados individuos a los que, la fama, les ha hecho creer que están en condiciones de pontificar a diestro y siniestro sin estar, evidentemente, en condiciones de emitir opiniones contrastadas sobre aquellos temas de los que nadie les pidió su opinión. Uno de ellos es el famoso cocinero Arquiñano, que no duda en emitir opiniones muy sui géneris sobre a cuestiones, algunas de ellas políticas, sobre las cuales sus cualidades de buen cocinero no le sirven para compensar su evidente ignorancia y más que obvia posición de fanatizado abertzale (hubo un tiempo en el que se relacionó a los cocineros vascos con el pago de ayudas a los miembros de ETA), cuando se trata de su más que demostrada tendencia a la sobrevaloración de todo lo vasco y su empeño en aburrir al respetable con sus historietas respeto a sus colegas vascos que, por cierto, juntamente a su nepotismo colocando a todos sus familiares en su programa, trata con una especial deferencia y preferencia con respeto a los del resto del Estado.


Pero donde, de verdad, queda en entredicho la equidistancia en cuanto al trato que se les da a unos temas respecto a otros, en los que parece que existe una cierta unanimidad entre la serie de periodistas que forman el programa de noticias y entrevistas televisivas conocido como “Ya es mediodía” dirigido por una presentadora, Sonsoles Onega Salcedo, una periodista que resulta ser hija del periodista Fernando Onega, un defensor de la monarquía que no se ha venido caracterizando por su apoyo a las izquierdas,¡ A cualquier familia le puede salir su garbanzo negro! Este programa al que suele asistir una especie de arpía, de una mala educación supina, intransigente, ignorante en muchos aspectos históricos y con la que es imposible sostener una conversación en serio, debido a su incontinencia oral nata que, como catalana que es, suele usarla cada vez que siente que su ultranacionalismo independentistas es puesto en cuestión por cualquier interlocutor con el que hable. Se trata de Maika Navarro, una periodista contratada por La Vanguardia que venía del rotativo catalán El Periódico, poco dada a razonar y, como tantos otros catalanes, incapaz de contenerse cuando se habla del independentismo catalán, una señora que promete grandes escándalos el día que encuentre a quien no le soporte su forma incontinente y provocativa de hablar.


En este programa se entrevistó a una señora, doña Pilar Gutierrez, del “Movimiento por España” que, como algunos cientos de miles de españoles, está en contra del proyecto socialista de exhumar los restos del general Franco del Valle de los Caídos, para trasladarlos a otro lugar. No tienen el consentimiento de sus familiares ni, tampoco, está claro si tienen autoridad para decidir quién debe estar sepultado en la basílica del Valle de los Caídos y quién no. El otro día hubo una manifestación de unos 10.000 españoles para protestar en contra de tan absurda decisión, innecesaria por otra parte y, evidentemente, con la clara intención de los perdedores de la Guerra Civil de reabrir las heridas, ya cicatrizadas, de todos los franquistas que, por raro que les pueda parecer a los seguidores de Largo Caballero o de Negrín, son todavía muchos los que le agradecen que no permitiera que España cayera en manos del señor Stalin que, por cierto, cometió más de 30.000.000 millones de muertes entre sus propios ciudadanos, sin que los que siguen apoyando a los soviets parezcan sentirse en absoluto molestos por semejante genocidio.


Alguien puso en cuestión la capacidad de la señora Sonsoles para dirigir este programa y es cierto que, dada la popularidad de su padre, no sería muy aventurado pensar que algo tuviera que ver en la colocación en la TV5 de su hija. En todo caso, lo curioso es que no se trata de un programa de izquierdas, aunque algunos de los periodistas presentes tiene sus correspondientes ramalazos progresistas pero, cuando se trata de vilipendiar al general Franco, parece que todas estas nuevas generaciones criadas en la creencia de que fue un “dictador asesino” ya tienen preconcebida la opinión de absoluto rechazo a la figura del general. ¡Claro que ya se han ocupado los perdedores de la guerra de poner en marcha, avalada por una Ley, la famosa Memoria Histórica, con patente para mentir descaradamente y reescribir la historia; convirtiendo a los verdaderos responsables del alzamiento nacional, los criminales de las bandas sindicalistas de la CNT y la FAI, juntamente con las JJ socialistas bajo la dirección de Santiago Carrillo el de los crímenes de las sacas de las prisiones de Madrid en Paracuellos del Jarama; en algo “sin importancia” cuando se trata de invalidar los juicios contra los chequistas de la república o aquellos que masacraron sin piedad a cuantos sacerdotes se les pusieron por delante.


El caso que queremos comentar tiene relación con esta buena señora que, en representación de su asociación, tuvo la debilidad de ponerse en manos de semejantes energúmenos antifranquistas que, pese a tener ideas conservadoras, parece que no tuvieron inconveniente en atacarla por los cuatro costados, empleando el método de intentar desconcertar, de tacharla de fanática del régimen franquista, de negarle la posibilidad de mantener sus opiniones y de actuar en todo momento como verdaderos inquisidores, con la particularidad de que, cuando la señora Gutierrez se exasperaba ante tal avalancha de reconvenciones y elevaba un poco el tono de la voz, entonces se la quería presentar como una exaltada y una loca que “intentaba justificar la dictadura franquista”. Un espectáculo vergonzoso del que haría bien la cadena en pedir disculpas.


Lo que probablemente, todos estos sujetos de la TV5, no piensan es que, si el general Franco no hubiera acabado con la Guerra Civil española, (alargada inútilmente por el gobierno republicano del señor Negrín, sin que les importara nada los muertos que tuvieron lugar cuando todos, en España y fuera de ella, ya sabían que la República había perdido la guerra) el comunismo soviético se hubiera hecho cargo de la nación, precisamente unos pocos meses antes de que estallara la II contienda mundial. Sin duda alguna el destino que le esperaba a España, en poder de los satélites de la URSS, hubiera sido entrar de nuevo en guerra cuando todavía no se había recuperado de las heridas de la guerra española y, todo ello, convertidos en satélites de los rusos que hubieran dispuesto de una importante cabeza de puente en el Sur de Europa, lo que posiblemente hubiera dado otro giro al resultado de la guerra.


Especialmente indignantes resultaron las sonrisas sardónicas, despreciativas y de superioridad, con las que algunos de los periodistas que participaron en el ataque, mejor dicho, acoso a la señora Pilar Gutierrez, por cierto una señora que nunca perdió el control de sus argumentos y que no se dejó amedrentar por los ataques incontrolados y, en muchas ocasiones, ofensivos y faltos de respeto debido a aquella persona que se había prestado a someterse a los ataques de aquella jauría de impresentables. Ninguno de ellos tenía edad suficiente para poder opinar sobre unos hechos que, ni de lejos, tuvieron ocasión de presenciar en persona como, por cierto, tuvimos algunos de nosotros; ninguno de ellos sabe lo que sus abuelos tuvieron que hacer para sacar al país de una injusta cuarentena a la que nos sometieron los “aliados”, por no haber mantenido aquella república corrupta dirigida por los extremistas de las izquierdas y que, a pesar de partir con ventaja en cuanto a número de soldados y armamento, por su falta de sincronización, su escasa disciplina y el desconcierto que se produjo en todos aquellos que se habían hecho con el poder en las calles, acabaron sucumbiendo ante las tácticas y mejor utilización del armamento, incluso la menguada parte de la escuadra que quedó en poder de los nacionales, y el mejor espíritu de los soldados de Franco.


O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, resulta incomprensible que, en un país donde la Constitución defiende la libertad de pensamiento y de expresión, resulte que se respeten a los que quieren separar una parte del país de España y que, cualquiera que piense que, durante la dictadura franquista España estuvo mejor gobernada que ahora, resulte que sea sometido a la picota, injusta por supuesto, de aquellos que no transigen con los que no opinan como ellos. ¡Si a esto se le llama democracia, que baje Dios y lo vea!

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