A partir de tres etapas, Hitler ideo la forma de verse como una “víctima y poder dar así rienda suelta a su poderío militar, el que la historia ha mencionado en varias ocasiones. Sin embargo, poco nos hemos detenido a analizar las formas en que se valió para ello. Corría el año 1939 y Adolf Hitler, que había asumido la conducción mesiánica de Alemania, intentaba mostrarse pacifico con Polonia, pero a la vez, planeaba la Operación Himmler.
La primera etapa consistió en que Melhorn, que dirigía a soldados alemán vestidos de polacos, creara un falso campo de batalla en el que habrían atacado a una patrulla nazi. La Segunda fase había que hacerla, es decir, inventarla: ésta consistía en simular un ataque polaco contra un puesto fronterizo alemán y la última sería la más conocida. “el incidente de Gleiwitz”.
Mientras que el Führer ya había comenzado con su plan sistemático de exterminio de judíos se mostraba hacia afuera como un político diplomático que no buscaba conflicto armado, pero en su macabro plan, Polonia constituía el primer objetivo a eliminar. El 31 de Agosto de 1939 siete soldados de la SS irrumpieron en una estación de radio alemana en Gleiwitz pero lo hicieron disfrazados de soldados polacos. Incluso usaron cadáveres extraídos de los primeros campos de concentración de Alemania y disfrazaron a los muertos de soldados alemanes para decir o tratar de mostrar la violencia polaca.
Hitler, que combinada muy bien su vorágine de poder y su sadismo, tenía la excusa perfecta para invadir Polonia ya que así podía señalar los supuestos hechos de poca diplomacia que provenían de una nación contra Alemania. Pocas horas después, y tal vez habiéndose informado, Francia y el Reino Unido le declararon la guerra a Alemania ante su avance sobre Varsovia: comenzaba así la Segunda Guerra Mundial.
Este ha constituido uno de los engaños más del nazismo como movimiento de masas, un movimiento que se valió de muchas formas y factores para legitimarse. No obstante Hitler no vacilaba en sus anhelos más profundos, eso lo evidenciamos en muchos de sus escritos personales, sobre todo en Mein Kampf , donde expresa el deseo de dominación mundial como fin partidario, pero sobre todo como fin personal.
El propio líder del nazismo ridiculiza al pacifismo, diciendo irónicamente, que se podrá alcanzar la paz cuando el hombre de más valor haya previamente conquistado y sometido al mundo hasta el punto de haberse transformado en el único dueño del globo. Idea que intentara plasmar e muchos avances bélicos en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Podeos afirmar que la mescla de sadismo con ideal político es un equilibrio por, primero justificarse él, y segundo por justificar la racionalización de su movimiento político. No pasan por inadvertidas las consecuencias cotidianidad del nazismo, que hoy se someten a cierto análisis y que podemos rescatar.
1. La cuestión de la misión salvífica que Hitler creía encarar y que contaba con el apoyo, en parte, de amplios sectores es profundizado en un artículo anterior del autor de éste mismo y que se titula “Los ejes sobre los que Hitler construyó el Nazismo”, Cristian.I.Da Silva.
2. Mediante la cual los alemanes atacaron la noche del 31 de agosto de 1939 diversos objetivos en territorio alemán, en la frontera con Polonia, para acusar de las agresiones a los polacos y justificar la invasión del día siguiente, de eso se trata este artículo. De poder dar detalles y ofrecer un debate sobre el mismo.
3. Hitler en Mein Kampf: “Queremos saber si estos hombres poseen la voluntad de mando (…), queremos gobernar y nos gusta hacerlo. lesenseñaremos a estos hombres a cabalgar, a fin de que experimenten el sentimiento de dominioabsoluto sobre un ser viviente”, también citado por Konrad Heiden en “Ein Mann gegen Europa”, Zúrich, en 1937.
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