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Los epileptólogos priorizan la calidad de vida del paciente en su día a día para elegir mejor el fármaco antiepiléptico | |||
El control de las crisis no es ya el único elemento clave para elegir el fármaco antiepiléptico adecuado para cada paciente | |||
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Los neurólogos españoles presentes en el simposio “Epilepsia: Manejo integral del paciente” han destacado que el control de las crisis no es ya el único elemento clave para elegir el fármaco antiepiléptico adecuado para cada paciente. Los epileptólogos actualmente consideran prioritario tener en cuenta también otras características del fármaco a escoger -como son los efectos secundarios a corto y largo plazo o la comodidad de uso- así como el perfil del paciente a tratar, para lograr mejorar su calidad de vida, es decir, es importante pensar en la persona cuando salga de su consulta y viva su día a día. El simposio se ha celebrado en el marco del V Congreso Anual de la Sociedad Española de Epilepsia (SEEP) y ha contado con el patrocinio de Bial y Eisai, como parte de su compromiso con la formación continuada de los profesionales sanitarios en el ámbito de la Neurología. El moderador de este encuentro celebrado en Málaga ha sido el Dr. Manuel Toledo, neurólogo adjunto de la Unidad de Epilepsia del Hospital Vall d’ Hebron (Barcelona), quien ha explicado que “cuando se habla del manejo integral, nos referimos a que la epilepsia hay que tratarla más allá de sus crisis. Hay que tener en cuenta aspectos demográficos del paciente, tales como la edad y el sexo; aspectos sociales, como si vive solo o su entorno laboral; y aspectos de su calidad de vida. Todo ello se tiene en cuenta para buscar el fármaco más idóneo para cada persona”. Otro aspecto fundamental a la hora de la elección del tratamiento es conocer otras enfermedades que puede estar padeciendo el paciente. En este sentido, el Dr. Juan José Poza, neurólogo adjunto del Hospital Universitario Donostia de San Sebastián y ponente en el simposio, ha señalado que hay que tener presente determinados factores como “el perfil de efectos secundarios a corto y largo plazo del fármaco, la comodidad de uso, y lo que puede aportar el fármaco para controlarla, así como las posibles interacciones con sistemas hormonales, enzimáticos o con otros fármacos que pueda estar tomando el paciente, etc.”. La apertura del Simposio, tras la presentación del moderador, ha corrido a cargo de la experta internacional, Elinor Ben-Menachem, profesora en la Academia Sahlgrenska, de la Universidad de Gotemburgo (Suecia), quien abordó los “Aspectos relevantes en la optimización del tratamiento antiepiléptico”. Posteriormente, el Dr. Poza impartió una conferencia sobre “Acetato de eslicarbazepina: más allá de las crisis”, durante la cual presentó los datos de Euro-Esli, un estudio de Real World Data que recoge datos provenientes de 14 estudios europeos en práctica clínica, que analiza los resultados de acetato de eslicarbazepina en 2.058 pacientes de hasta 88 años de edad con crisis parciales, con o sin generalización secundaria, y que han sido seguidos durante una media de cinco años. Este estudio demostró que acetato de eslicarbazepina es eficaz y con un buen perfil de seguridad independientemente de la edad de las personas. De hecho, el Dr. Poza ha añadido que los estudios de Real World Data revelan que los factores que más influyen en la calidad de vida del paciente con epilepsia son los efectos secundarios de los fármacos y la presencia de depresión comórbida. A su juicio, “los estudios de práctica clínica trasladan la experiencia de lo que ocurre al utilizar el fármaco en las condiciones habituales de la consulta de cada día”. En este sentido, los nuevos fármacos como acetato de eslicarbazepina permiten el manejo integral del paciente, ya que aportan menos efectos adversos, son más fáciles de tomar y tienen un buen perfil de tolerabilidad. Según el Dr. Toledo mejorarán la calidad de vida del paciente porque “evitan que tengan que tener un seguimiento muy exhaustivo por las potenciales complicaciones que pueden tener el tratamiento de la epilepsia, no afectan negativamente a la salud del paciente y permiten una administración de la medicación más cómoda que hace que la persona sea menos dependiente de acudir de manera asidua a los médicos”. Con respecto a las carboxamidas clásicas, los nuevos fármacos de tercera generación como acetato de eslicarbazepina mantiene el mismo nivel de eficacia antiepiléptica, pero“no interacciona significativamente con los sistemas enzimáticos, de modo que no provoca incremento en los niveles de colesterol, lo que sí ocurre con los fármacos antiepilépticos con potente acción inductora enzimática”, ha subrayado el Dr. Poza. Asimismo, ha añadido que en la esfera cognitiva “ha demostrado tener un papel neutro, convirtiéndolo en un fármaco particularmente interesante en aquellas personas en las que el rendimiento cognitivo empieza a decrecer”. El Dr. Poza ha concluido que “este fármaco antiepiléptico tiene un efecto intrínseco de mejora del ánimo, que puede ayudar a controlar la comorbilidad psiquiátrica y, además, la única toma diaria del mismo facilita su cumplimiento y aporta la sensación de un tratamiento fácil de llevar a cabo”. Acerca de la epilepsia La epilepsia es uno de los trastornos neurológicos más frecuentes en el mundo, que afecta a aproximadamente seis millones de personas en Europa y alrededor de cincuenta millones en todo el mundo[i]. La epilepsia es un trastorno crónico del cerebro que afecta a gente de todas las edades. Se caracteriza por una activación anormal de los impulsos neuronales, que provoca las crisis. Éstas pueden variar según su gravedad, desde breves lapsos de atención o sacudidas musculares, hasta convulsiones severas y prolongadas. En función de su tipo, las crisis pueden limitarse a una parte del cuerpo o pueden implicar al cuerpo entero. Además, estas crisis también pueden variar en cuanto a su frecuencia, desde menos de una al año a varias al día. La epilepsia tiene muchas causas posibles, pero con frecuencia la causa es desconocida. |
Durante el verano, el consumo de productos frescos como frutas y verduras es mayor. Sin embargo, en invierno estos hábitos se ven mermados y sustituidos por otro tipo de productos estacionales. En este sentido, las fluctuaciones en el consumo de diferentes alimentos entre estaciones pueden dar lugar a cambios en la composición de la microbiota, es decir, de las bacterias presentes en el intestino, y producir efectos adversos en la digestión y la inmunidad.
Es uno de los componentes más utilizados en tratamientos estéticos y dermatológicos debido a sus impresionantes propiedades hidratantes y rejuvenecedoras. Naturalmente presente en el cuerpo humano, especialmente en la piel, las articulaciones y los ojos, su función principal es retener agua, lo que mantiene los tejidos hidratados y flexibles.
La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) advierte que la exposición temprana a la contaminación del aire contribuye al desarrollo del asma infantil. Las condiciones meteorológicas asociadas al invierno y las actividades humanas típicas de esta estación contribuyen a empeorar la calidad del aire en las ciudades españolas.
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