En la víspera del Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, conmemorativo del nacimiento del gran Ándersen, me llega la prueba y la noticia de otro nacimiento, el de un gran ilustrador; desde luego, no se es creador de la noche a la mañana, pues Rose, como le gusta que le llamen, recuerda que desde niño ilustra y dibuja todo lo que ve o siente, pero sí es el creador de su primer libro editado “Dragón, el tragón y otros poemas” del poeta José Aureliano de la Guía, dentro de la Colección Calipso.
En literatura infantil, tan unida va la palabra a la imagen y tan importante es y ha sido siempre para los niños su conjunción que, a veces y a pesar de ello, se comete la injusticia de dar más importancia al autor del texto que al de las ilustraciones, olvidando con ello que también es autor, y como autora de textos infantiles entono, en un día tan señalado, el mea culpa si alguna vez he incurrido en ello con mis queridos ilustradores Juan Ignacio Flores, Pura Llarena, Kadú (Pablo Moreno), los alumnos del 4º de Primaria del curso 98-99 del Colegio Santo Tomás, Francisco José Marchante, Aurora Losada, Antonio Crespo Foix, Mercedes González Peregrina, José Mª Domínguez, Francisca García Camacho, Eulalia Cornejo y Tony Gómez.
En un día como hoy quisiera hacer justicia con todos ellos y, al igual que cada año en el mundo se declara y se distribuye un mensaje escrito y una imagen para conmemorar este importante día y se declaran los premios Ándersen, de los que se sabe que se corresponden con los Nobeles de Literatura Infantil y Juvenil, me gustaría conmemorar la fiesta con la lectura de un libro infantil y hablarles de los dragones de Roselino.
Al joven diseñador Roselino le apasionan los dragones, igual que a muchos niños, igual que a José Aureliano quien escribe la historia con letras, el poeta toma uno de ellos y le hace atragantarse con una nuez, le hace comer melón para que con sus pepitas le nazca un melonar en la tripita, o para que los niños se puedan atragantar y divertir con un bonito trabalenguas. Mientras sucede esto, Roselino se encarga de contar la historia con imágenes, primero diseña una preciosa sala de estar para Dragón, un dragón tan robusto debe tener un sofá elegante y bestial, que pueda albergar todo un melonar por detrás y por delante, el melonar que le sale del ombligo a Dragón, pero también diseña su cara de asombro, sus cuernos decorados con lazo marino, los muebles azul cielo, a juego de la tripa de Dragón y de sus volátiles alas, la servilleta a cuadros, el pañuelo de listas para limpiarse el esfuerzo de generar y crear tanto melón. Y aunque no está en el trabalenguas, aparece una araña morenita y golosa comiéndose una raja de melón en las alturas, pero es que Roselino no sólo es dibujante, necesario será buscar en cada una de sus magníficas ilustraciones esa simpática y minúscula araña que tan pronto se hace invitada comensal de Dragón como juega a la pelota, acompaña a un gusano enano, se cuelga de la falda de la profesora de inglés o sujeta una liviana nota musical en “El solguapo”, ya saben, contrapuesto al solfeo. Interesante ejercicio visual el de buscar arañas y dragones en los dibujos de Roselino junto a los niños. Pruébenlo si acceden a su ilustrado libro.
Sorprende la poesía de J. Aureliano por su sencillez, musicalidad, originalidad creativa, pero también sorprenden los dibujos de Roselino por su sencillez y colorido, por su luminosidad y su trazado, sorprende su web “elcerebrodelartista.com” y su blog, es una manera distinta de pintar y de crear para niños, como los niños lo entienden, como los niños lo hacen casi todo ahora, dentro de las nuevas tecnologías y del ciberespacio. Mi pequeño de la casa se tragó como yo en una tarde a “Dragón, el tragón...”
Bienvenidos al mundo de los niños, J. Aureliano y Roselino, desde hoy los dragones están de fiesta, comen melón con las arañas mientras leen poesía. Felicidades autores, tanto escritores como ilustradores.
|