Esta semana en un chat de mis amigos, uno de ellos nos reenvía un mensaje en el que, sobre una imagen de Iker Jiménez, decía: “Hoy en Cuarto milenio el extraño caso que ocurre cuando vas a Hacienda y solo ves españoles y cuando vas a urgencias solo ves extranjeros”. Tras los comentarios usuales dándole la razón a “Iker” y los emojis de caras partidas de risa, yo, torpe de mí, entré al trapo como y contesté que para mí desgracia he tenido que ir varias veces a Urgencias y a Hacienda, y tanto en un sitio como en el otro había, más o menos, el mismo porcentaje de españolitos y de extranjeros que hay en la provincia (80-20).
Tras el comentario, uno de mis amigos me dice que los “moros y rumanos van a hacienda a por las devoluciones y yo para pagar”. Y yo vuelvo a entrar al capote. “Pues si les devuelven algo será porque antes han pagado de más. Porque a mí hacienda nunca me ha devuelto nada que yo no hubiera pagado en exceso.”
Total, que la cosa ya dejaba de tener emoticonos y se ponía más seria. Hasta que uno de los amigos, harto del tema, exige que se le envíe el video verde de los viernes “porque hace frio” y que nos dejemos de tonterías.
En definitiva, hay campaña electoral subliminal. Gente inteligente reenvía los mensajes porque son graciosos. Que cuando les discutes el tema hay que “Mantenella y no enmendalla”. Que es una causa perdida: todos los malos extranjeros están en urgencias y todos los buenos españoles en hacienda. Ja, qué risa.
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