Antes de Iceta entre admiraciones, ‘Casi Cabreo Carmen Calvo’ es el título que anuncia lo ocurrido hoy con Iceta, el Secretario de los Socialistas de Cataluña que es noticia por el intento, supuesto o no, para que presida el Senado en la XIII Legislatura que va a empezar. Pero las abreviaturas hicieron que antes de Iceta estuviera ‘ca,ca,ca,ca’: no como repugnante caca repetida, sino como sonido onomatopéyico de cacareo gallináceo, con menos énfasis semántico que Kikiriki, pero con enjundia.
En principio, lo apropiado era Cabreo Carmen Calvo. Estábamos en el desayuno de Nueva Economía Fórum, en el Hotel Palace de Madrid, y la Vicepresidenta del gobierno en funciones, Carmen Calvo, presentaba a Oscar Puente, alcalde y candidato socialista a la alcaldía de Valladolid que intenta la reelección con actos propios de una campaña electoral. Pero, además de la presencia de Oscar Puente, también era noticia lo que pudiera ocurrir en el Parlament de Cataluña frente a lo que parecía un intento socialista por colocar a Miquel Iceta como Presidente del Senado.
-¿Algo en el canutazo? - preguntó alguien, en una de las mesas de la Prensa, sobre la vicepresidenta del Gobierno y una declaración a su llegada.
- Cabreo Carmen Calvo. Con los ‘pedecatos’ (PDeCAT) y los ‘erreceicos’ (ERC). Pero también con PP y Ciudadanos, parece que esperan que echen una mano.
El acto transcurría como es habitual: Presentación de la Vicepresidenta con laudatio. Una frase afable buscando titular (Oscar Puente tiene una virtud: cualquier comentario que se haga sobre política lo aprovecha para Valladolid). Discurso preparado del alcalde citando miembros de su equipo. Esbozo de programa electoral que mereció atención hasta que coló lo que parecía un engaño fácil de advertir (Hablaba de oferta pública municipal de compra de viviendas para uso social. Con 3.000.000€ dijo haber comprado 200 viviendas al irrisorio precio de 15.000 € por vivienda). Temas locales con tres apartados: Potencialidades (Ubicación, Comunicaciones, Tamaño de ciudad, Calidad de vida. Seguridad. Oferta Cultural. Sectores productivos...). Debilidades (Cerca de Madrid, que absorbe. Población envejecida. Desigualdades. Contaminación. Depende de la industria automovilística...) Qué debe hacer Valladolid (Luchar contra la desigualdad, Intervención social, Compactar la ciudad rehabilitando viviendas, Luchar contra la contaminación. Atención a la Salud, Diversificación del tejido productivo, Aprovechar realidad turística y agrícola...)
Después, en el turno de Preguntas, el alcalde fue ocupándose de lo que interesa a su ciudad y había soslayado: Soterramiento del Ferrocarril. Trato con socios de gobierno, Consejos a Pedro Sánchez para formar Gobierno...)
Pero, de repente, las tabletas y teléfonos soltaron la novedad: Iceta es rechazado en Cataluña, no accede a la condición de senador y no presidirá el Senado. Y el tema electoral, que ocupaba a Oscar Puente, dejó de ser principal motivo de interés. Importaba el revolcón a la propuesta del Presidente del Gobierno en funciones, estaba allí la Vicepresidenta Calvo y convenía que ella se ocupara del asunto. Apenas si hubo que solicitarlo y ella se metió en el tema exhibiendo lo que a la llegada se había tomado como Cabreo Carmen Calvo, con tres palabras y sin el ‘Casi’. Sin apenas tiempo para conocer y asimilar la noticia, puede que con un gesto de alguien, la vicepresidenta tomó conciencia del rechazo a Iceta en el Parlament y empezó a hablar: Es una aberración política. No tiene que ver con este asunto. Tendrá consecuencias. Obviamente, las tendrá. El PP y Ciudadanos hoy deberían de haber estado defendiendo la Constitución. Va a haber algunos que hoy no han calculado bien la maniobra. El Senado lo presidirá quien queramos. Recurriremos al Tribunal Constitucional.
Parecía como si estuviera irritada y que el berrinche que escenificaba pudiera ser fruto del enojo. Pero, mientras hablaba, algo apareció en el arrebato que hizo que al Cabreo de Carmen Calvo hubiera que añadirle un ‘Casi’: adverbio de cantidad que compatibiliza lo que decía, con los hechos que lo motivaban y sus gestos. Con el ‘casi’ empezaba a tener sentido lo esbozado en el canutazo con la que podía tomarse como no improvisada postura; y lo que, a todas luces, parecía una amenaza real a PP, Ciudadanos y acaso Independentistas y alguien más. Desde hacía horas, incluso días, se sabía que la propuesta de Iceta como Presidente del Senado llevaba implícita una condición imposible de desconocer desde el Gobierno. Debía ser senador. Con ello sabido (imposible ignorarlo), la supuesta improvisación de proponer a Iceta para Presidente del Senado, deja de ser fruto de la estulticia de algún simple (viaje en Falcón o no) para convertirse en parte de una jugada de alcance más amplio y porte distinto. Con hechos y trascendencias más importantes que el simple nombramiento de un catalán para el Senado, que atañen a la formación de gobierno próxima, a la composición de las cámaras que se forman estos días y a la estabilidad y actividad política inmediata.
Por ello, el ‘Ca, ca, ca, ca ¡Iceta!’ no es el simplón cacareo gallináceo que pueda ser susceptible de unirse al Secretario de los Socialistas catalanes Iceta. Es, además del título de éste, lo que es.
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