Según los sondeos es probable que en las elecciones al parlamento europeo obtenga el primer lugar el Partido del Brexit mientras que el laborismo sería su principal rival y el gobernante conservadurismo se desplomaría hasta sacar lo que puede ser el peor resultado que hayan logrado los seguidores de Winston Churchill y Margaret Thatcher.
Así como Nigel Farage ha querido transformar estas elecciones en una suerte de referéndum para ratificar el europeo del 2016, los pro-europeos también han querido hacer lo propio para pedir un rechazo al Brexit, de allí que éstos van a tener un importante avance, sobre todo los liberal-demócratas y verdes, los nacionalistas de Escocia y Gales y las fuerzas pro-UE en Irlanda del Norte, provincia donde apuntan a ganar.
Cifras contradictorias
Ninguna de las encuestadoras da cifras similares, lo que demuestra la alta volatilidad de estas elecciones, en las cuales, además, hay un fuerte grado de no predictibilidad porque no ha habido debate de los principales partidos, hay mucha confusión (hasta hace pocas semanas no se sabía que estas euro-elecciones iban a darse y la gente no sabe cuánto tiempo podrán durar en sus cargos los diputados electos pues Reino Unido debería salirse pronto de la Unión Europea), el gobierno ha entrado en una dura crisis 24 horas antes de irse a las urnas, y no se sabe hasta qué grado el electorado se defina más en torno a apoyar el Brexit o quedarse en la UE sobre otras consideraciones, o cuál será el índice de ausentismo (que usualmente es alto en toda euro-elección).
También mucho juega la cuestión de la capacidad de los partidos para movilizar a su base militante, la cual, en el caso conservador se encuentra desmotivada pues el gabinete y la bancada parlamentaria se le viene sublevlando a la primera ministra y hay líderes históricos tories que se han ido, que coquetean con Farage o con los partidos anti-Brexit.
Tenemos a la mano las últimas encuestas presentadas por las siguientes firmas cuyas cifras las pondremos en el mismo orden: BMG, Panelbase, YouGov, Kantar, Opinium y ComRes.
Todas ellas convergen en colocar al nuevo Partido del Brexit de Nigel Farage en la punta con los siguientes porcentajes: 35%, 30%, 37%, 27%, 38% y 32%. Sin embargo, entre la cifra más alta (38%) y la más baja (27%) hay un colosal abismo de 11 puntos, todo eso pese a que ambos sondeos han sido publicados casi al mismo tiempo.
Todas ellas convergen en mostrar el desplome del conservadurismo, el cual está por obtener lo que puede llegar a ser el peor resultado de toda su historia. Estos son los porcentajes: 12%, 12%, 7%, 13%, 12% y 11%. YouGov en dos encuestas sucesivas es el único que coloca a los tories con un solo dígito y en quinto lugar, las demás lo ubican en el cuarto puesto.
El principal partido de la oposición, el laborismo, obtiene estos porcentajes: 18%, 25%, 13%, 24%, 17% y 24%. Nótese la abismal diferencia entre la encuesta de Panelbase y la de YouGov publicadas el mismo día (21 de mayo). En la primera, el laborismo tiene el doble del porcentaje de la segunda, la cual es la única de las 5 que coloca a dicho partido en tercer puesto y por debajo del liberalismo-democrático.
Las encuestadoras muestran un ascenso de los partidos pro-UE como el liberal-demócrata y el verde. En el caso del primero le dan estas cifras: 17%, 15%, 19%, 15%, 15% y 15%. En todas ellas, salvo en la de YouGov los amarillos van terceros debajo de los rojos.
Los verdes obtienen: 8%, 7%, 12%, 8%, 7% y 6%. Esto implica que usualmente bordean el quinto puesto y la mitad de los votos de los amarillos, pero en la de YouGov superan al conservadurismo llegando al cuarto lugar, casi empatan al laborismo y se acercan a los liberal-demócratas.
Las encuestas suelen concordar en cuanto al bajo apoyo que tiene el partido del UKIP (el cual ha perdido mucho con la salida de Farage) y el nuevo partido Cambio UK, el cual no ha podido despegar mucho habiendo errado al no haberse coaligado con los liberal-demócratas con lo cual bien pudieron haber logrado un polo que compitiese seriamente contra Corbyn y Farage. También los sondeos tienen una similar cifra para el caso de los nacionalistas de Escocia y de Gales.
El UKIP apenas saca 2%, 3%, 3%, 4%, 2% y 2%, mientras que Cambio UK 4%, 3%, 4%, 5%, 3% y 4%. Si ambas fuerzas mantienen ese mismo promedio de votos a nivel nacional difícilmente saquen un euro-parlamentario, pues solamente para ganar uno de los 8 que corresponden a Londres debieran sacar un 12%. Debido a que su voto puede ser presentado como inútil (y por ende favoreciendo al otro campo en el debate sobre la UE) es muy probable que potenciales electores del UKIP prefieran al Partido del Brexit y de Cambio UK al liberal-demócrata, el cual tiene la ventaja sobre los verdes de haber tenido más lazos con los conservadores pro-europeos y los laboristas pro-Blair que se juntaron para formar ese nuevo grupo.
Los partidos nacionalistas en Escocia y Gales obtienen estos porcentajes a nivel nacional: 4%, 4%, 4%, 3%, 4% y 4%. Estas cifras parecieran exiguas en relación a todo el Reino Unido pero hay que tomar nota que ellos solamente se presentan en Gales o Escocia, cuyas poblaciones sumadas equivalen a la sexta parte de Inglaterra y a la de todo Londres. Como estas fuerzas tienen un peso importante en sus respectivos países es de esperar que allí obtenga un buen resultado. Un abrumador triunfo del Partido Nacional de Escocia (SNP) aprovechándose de la debacle de su principal adversario (los tories) y de la falta de despegue del laborismo, va a animar a este partido pro-europeo a demandar dos nuevos referéndums (uno para seguir en la UE y otro para salirse de UK).
Interpretando los resultados
Sería muy simplista creer que en estos comicios la gente solamente va a votar a favor o en contra del Brexit, pues mucho de quienes sufragaron tradicionalmente por los conservadores o laboristas lo hacen por sus programas, al margen de su línea europea.
Los conservadores son vistos como el partido de los negocios y los laboristas como los defensores de los trabajadores.
No obstante, es posible que al final tengamos un número similar de personas que vote por los dos partidos que están a favor de salirse inmediata e incondicionalmente de la UE como por los que quieren mantenerse en la UE. En el primer campo solo figuran dos partidos que no cuentan con ninguno de los 650 parlamentarios ni de los más de 800 lores: el UKIP y, sobre todo, el Partido del Brexit el cual tiene la ventaja de ser la única opción mayor para los de esa tendencia. En el segundo campo hay 3 partidos nacionales (Liberal-Demócratas, Verdes y Cambio UK) y otros dos nacionalistas (el Partido de Gales y el Nacional de Escocia) con presencia en el parlamento.
Mientras el primer campo está prácticamente unido por un nuevo partido que no tiene manifiesto y que su único atractivo es canalizar el voto de protesta porque el Brexit no se ha dado y porque May no ha cumplido sus promesas al electorado conservador (al cual apela fundamentalmente). Esta ambigüedad y falta de tener respuestas coherentes es su fortaleza.
El segundo campo está dividido en muchos partidos con presencia parlamentaria que no se han podido poner de acuerdo para hacer una lista común.
Además, la mayor parte de la militancia, los electores y los candidatos del laborismo son pro-UE, mientras que Corbyn, quien votó contra el Brexit en el referéndum trata de encontrar una salida intermedia entre quedarse en el mercado común europeo y salirse de su estructura política, todo ello para no seguir dividiendo tanto al país.
Para muchos conservadores lo más importante ahora es sacar a May del liderazgo de su partido y del gobierno por lo que este partido brinda el inusual espectáculo de tener a connotados líderes suyos haciendo más campaña contra su jefa que a favor de sus listas en estas elecciones.
El posible éxito del Partido del Brexit no se debe a lo avanzado de sus ideas o manifiesto (que no tiene) y lo estructurado de su movimiento (apenas tiene 2 meses y lo más probable es que estalle en unos meses más como usualmente ha pasado con todas las formaciones que hace Farage), sino al descalabro del conservadurismo y a la incapacidad del laborismo de ofrecer una clara alternativa sobre el Brexit en estas elecciones.
A pesar de sus intenciones el Partido del Brexit al final puede terminar trabajando para destruir el Brexit (pues sus postulados duros asustarán a muchos moderados) y para ayudar a que el laborismo divida a la derecha y gane unas eventuales elecciones generales. Y las encuestas, pese a que puedan diferir sobre los resultados en las euro-elecciones, tienden a coincidir que en las siguientes elecciones generales quien está a la cabeza es el laborismo de Corbyn.
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