Es difícil entender lo que viene sucediendo en el Partido Popular de Valladolid. Se mantienen los sospechosos en sus cargos, pero a los honrados los 'aniquilan', siguiendo la política de humillación que está extendiendo la formación de Alberto Rivera, “veleta mayor del reino de las Españas”. Esa actitud de Igea y de Ciudadanos es más que retrógrada, sospechosa y torticera: empeñados en que no permanezca un político en su cargo más de dos legislaturas; es decir, un político honrado tiene que abandonar su puesto como si fuera un corrupto. Mismo tratamiento. ¿Es eso lo que llaman política de Igualdad? ¿O hay que decir: Igual da? Ni siquiera el que fuera caudillo de España retiraba la confianza a sus gobernadores civiles mientras demostraran honradez, trabajo y capacidad resolutiva.
Entenderán con facilidad que estoy pensando en Jesús Julio Carnero, quien ha sido presidente de la Diputación Provincial de Valladolid durante dos legislaturas y ahora, por empeño torticero de Ciudadanos y de Igea, el PP de Génova le obliga a desistir. ¡Se está cubriendo de gloria el tal Casado! No me extrañaría que dejara el Partido Popular como un erial. En Valladolid, y en Castilla y León, ya se tiene a todo el equipo de Pablo Casado como traidor, gaznápiro, salteador, transgresor y maleante.
Lo que no sabe Casado, y tampoco la plana mayor del partido conservador, es que la semana pasada contamos lo que sucede en Valladolid a varios altos cargos de Vox y de otras formaciones (PSOE, UPL, Podemos-CyL...) En el caso de Vox han declarado que no apoyarán a Isabel Ayuso en Madrid mientras no se clarifique el tema de Jesús Julio Carnero en la Diputación de Valladolid, de Lacalle en el ayuntamiento de Burgos y de Silvia Clemente en el ambiente de corrupción de la formación “veleta”.
El Partido Popular empieza a recibir de su propia medicina, de la misma forma que lo recibirá Cs no tardando porque planteamientos así empiezan siendo cañas y terminan convirtiéndose en lanzas. Cada vez son más las voces contra el hecho de que Ayuso sea presidenta de la comunidad de Madrid. ¿Culpable? Sin duda, la posición de muchos contra las humillaciones de Cs.
Recuerden aquello de "¡Arrieros somos y en el camino nos encontraremos!". Pues eso. Nadie debe descartar que, llegado el momento, Vox dé una lección al PP y a Cs en la comunidad de Madrid. No se puede tener dos yernos con una hija, al menos a la vez.
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