Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Dinero | Poder | Prestigio | La buena noticia

Dinero, poder, prestigio

Las tres grandes motivaciones a las que aspiran casi todos
Manuel Montes Cleries
lunes, 2 de septiembre de 2019, 10:12 h (CET)

Si te detienes a analizar las circunstancias por las que se considera a alguien famoso, célebre, renombrado, distinguido, popular, etc., en una palabra: un “VIP”, te encuentras ante una persona o entidad que destaca por su dinero, poder o prestigio.

El resto de las cualidades que nos explicaba nuestro viejo libro de urbanidad o el catecismo Ripalda, se consideran valores caducos y demodés. No se merecen ni un minuto de atención en una tertulia o en un Realty show. Si no tienes dinero, poder o prestigio… no eres nadie. Si lo tienes… a la portada… o a la palestra.

Sin embargo, de vez en cuando una ráfaga de aire fresco invade los noticiarios. Aunque se basa en una triste, una tristísima noticia: el fallecimiento de la hija de un afamado entrenador y exfutbolista Luís Enrique Martínez. Por una vez y para que sirva de precedente, la prensa ha respetado los meses de larga enfermedad de esta chiquilla que ya descansa en las manos del Padre. Una vez producido el fatal desenlace, nos hemos enterado del proceso de su enfermedad y hemos podido comprender su decisión de abandonarlo todo para cuidarla. Un diez para los medios de comunicación que, por esta vez, se han portado.

Estamos acostumbrados, aun dentro de nuestro pesar, a sufrir el fallecimiento de nuestros mayores, pero estimo que la pérdida de una hija es más difícil de superar por la ruptura de la ley de vida. Este es el caso que me conmueve hoy. Dentro de la tragedia me atrevo a señalar una Buena Noticia que se desprende de esta situación. La firme decisión de Luís Enrique de renunciar a la dirección de la Selección Española de Futbol, para dedicarse por entero al cuidado de su hija y de su familia. Ha renunciado por completo al dinero, poder o prestigio, y ha tomado una opción que, como Pemán decía en “El divino impaciente”: “la virtud más evidente, es hacer sencillamente, lo que tenemos que hacer”. Acompaño en su sentimiento a Luis Enrique y le felicito por su entrega a su hija y su bien hacer. Ella ha descansado y le protegerá desde el cielo.         

Noticias relacionadas

Hace tiempo que el PSOE no disimula su intención de copar las instituciones del Estado e incluso dejar algunas bien atadas, por si perdiera el poder en algún momento. Lo hace, además, desde el cinismo de hablar de la pluralidad y la necesidad de combatir los bulos, que siempre son los que propagan otros, nunca los que el entorno del Gobierno crea y difunde.

A veces puede más el vicio que la voluntad. Me había planteado no escribir más “artículos” (las comillas son porque pienso que mis expresiones son más bien escritos, ya que, servidor sólo es un humilde escribidor), pero hay cosas en este país que son muy difícil pasar por alto. Cosas que los medios de desinformación nunca acometen, aunque sean de cierta relevancia para el conjunto de la ciudadanía en razón de que constituyen una especie de impuesto más; independientemente, de los muchos que ya pagamos.

Con luces navideñas inundando el paisaje de ciudades y pueblos, transcurre la espera de las fiestas de Navidad: una sucesión de eventos religiosos con uno muy especial, la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre en el seno inmaculado de la Virgen María,  para reparar al Padre de los Cielos por nuestros pecados y salvarnos del castigo eterno que merecemos. Él nos trajo la salvación, la salud y la paz.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto