Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Vino tinto y con sifón

Gafo se ahogó en la piscina

Un exceso nacionalista le hizo naufragar
Rafa Esteve-Casanova
miércoles, 24 de julio de 2013, 00:08 h (CET)
Con lo difícil que está en estos momentos encontrar empleo hay un personajillo que lo acaba de perder por un exceso de nacionalismo español, un nacionalismo que también existe pero del que casi nadie habla, un nacionalismo centralista, uniforme y que cree tener la razón de su parte por haber mamado, generalmente, en las fuentes de aquella España, una, grande y libre tan añorada por algunos de los actuales dirigentes de la nación. El director adjunto de la denominada Marca España ha sido cesado de manera fulminante por el ministro de Asuntos Exteriores, García Margallo, aunque el interesado ha querido disfrazar su cese como una dimisión fruto de una metedura de pata. Gafo se ha quedado sin empleo pero seguro que muy pronto encontrará alguna que otra sinecura, debe ser un buen navegador en toda clase de aguas, fue Director de la Oficina de Protocolo con  Zapatero y siguió en el machito cuando éste cedió el testigo a Rajoy, de Moncloa pasó a la Embajada del Líbano, así que, al contrario que tantos parados, el ciudadano Gafo no tardará en encontrar un buen acomodo, no en vano es Licenciado en Derecho, Diplomático y, tal vez lo que más ha marcado su carácter, Teniente Jurídico de la Armada, es decir un militar del sector picapleitos.

El pasado viernes se inauguraban en Barcelona los Campeonatos Mundiales de Natación y en el momento en que sonaba el himno español una parte del público se puso en pie recibiendo las notas del himno español con una sonora pitada, que, por cierto, también sonó cuando el President de la Generalitat, Artur Mas, tomó la palabra. Al fin y al cabo una parte importante de los asistentes con sus silbidos no hacían otra cosa que mostrar su descontento con unas instituciones a las que últimamente el personal no ve con buenos ojos. El himno representaba para ellos esa España que está empecinada en no dejar que los catalanes puedan decidir dónde y qué quieren ser y Artur Mas representaba en aquellos momentos el poder responsable de una parte de los recortes en materia social que vienen sufriendo los catalanes desde hacer algún tiempo. No soy muy amigo de estás estridencias sonoras pero si no hay otro modo de expresar el disgusto de la ciudadanía sean bienvenidas, tanto si son al himno, al President de la Generalitat o al mismo Rey Juan Carlos y familia, al fin y al cabo aguantar las protestas de los ciudadanos y las críticas  va incluido  en el sueldo que cobran.

Pero el diplomático Gafo, que hasta ahora también percibía su nomina de nuestros impuestos, olvidó todo lo que supongo enseñan en la escuela diplomática y, supongo que con la cara roja y airada, escribió en su cuenta de twitter “catalanes de mierda, no se merecen nada”, frase que aunque después ha dicho que no quería escribir estoy seguro que es lo que piensa en su interior. Y expresar en público lo que dicen en privado algunas autoridades centralistas le ha costado el puesto de director adjunto de Marca España.
Flaco favor ha hecho este torpe diplomático a la tal marca y al nombre de España, éste es un organismo creado por el Gobierno para mejorar dentro y fuera la imagen de España. Y la verdad es que considero que deben tener bastante trabajo para mejorar dicha imagen, la misma está en horas bajas y por los suelos gracias en parte a los mismos que dicen defenderla, no hay más que ver la de casos que se acumulan en las sedes judiciales y en los que son principales protagonistas  políticos de diverso signo. Gürtel, Brugal, Bárcenas, ERE andaluz y otros muchos casos de menor interés han dejado al nivel del betún el nombre de España sin que por parte del presidente del Gobierno se haya visto interés alguno en dar explicaciones a tanto desaguisado.

Juan Carlos Gafo se ha ahogado metafóricamente  en el fondo de la piscina del Palau Sant Jordi de Barcelona por no haber tenido la suficiente flema diplomática y aguantarse las ganas de  aprovechar  unos silbidos para insultar a todos los catalanes. Mal anda la diplomacia española en los últimos tiempos, primero le sacó los colores al ministro García Margallo el embajador en Polonia celebrando, un poco pasado de copas, la victoria de la roja en el fútbol, más recientemente el cónsul en Boston cerró la oficina dejando sin atención a los españoles que estaban en aquella ciudad momentos después de un terrible atentado terrorista y ahora este directivo de Marca España mea fuera de tiesto vía twitter. Trabajo tienen en este organismo dedicado a las aleluyas y ditirambos por España para mejorar la imagen de un país que tan sólo sale en las primeras páginas de la prensa mundial con motivo de ser campeones en la triste competición de la corrupción y el desgobierno.

Noticias relacionadas

El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha encendido las alarmas en el comercio internacional. Su política proteccionista, basada en la doctrina “América primero”, está generando una fuerte tensión con países clave y amenaza con desatar una guerra comercial a nivel global. Ante esta situación, España tiene una oportunidad única para potenciar su autosuficiencia y reducir su dependencia del comercio exterior.

En tiempos pretéritos -no sé si ahora se sigue recomendando lo mismo- se nos inculcaba la idea de defender a capa y espada la verdad. En el denostado catecismo de Ripalda se nos advertía la presencia de un mandamiento de la ley de Dios que decía: “no levantar falsos testimonios ni mentir”. Mientras recuerdo estas frases me entra la risa tonta. Nos encontramos en una sociedad en la que la mentira ha tomado carta de ciudadanía.

La justificación que el líder de Vox ha hecho en el Congreso de los Diputados de los aranceles que pretende imponer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es un ejemplo más de su falta de vergüenza e inmoralidad. Dice Abascal que, si llegaran a establecerse impuestos a las exportaciones españoles, sería «por culpa» de Pedro Sánchez, puesto que se deberían a que este «no cae bien» a Trump.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto