El XVII Congreso Nacional de Psiquiatría ha dado comenzó ayer en Sevilla con un simposio monográfico, de gran alcance social y profesional, sobre “Salud mental y aborto”.
El psiquiatra y profesor titular de Psicología Médica y Psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo, Manuel Bousoño, ha efectuado una ponencia sobre los “aspectos epidemiológicos de la relación entre aborto y salud mental”. En su intervención, puso de manifiesto que, antes de la introducción de la Ley Orgánica 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo (conocida como ‘ley Aído’), el supuesto de riesgo grave para la salud física o psíquica de la madre suponía el 96,77% del total de casos (95% salud psíquica y 5% salud física); el supuesto de riesgo fetal era del 2,86%, el de violación el 0,02% y “varios” el 0,16%. A partir de esta norma este supuesto de riesgo para la salud de la madre pasó a ser de tan solo el 7,3%, mientras que se utilizó el nuevo supuesto de ‘petición de la madre’ en el 89,58% de los casos.
Según explicó, al no necesitar utilizar el supuesto de ‘riesgo para la salud de la madre’ porque existe otro más sencillo como el de ‘petición de la madre’, hubo un descenso total del 89,47% en el empleo del supuesto de riesgo para la salud materna según cifras del año 2011.
“Dado que la introducción de una ley no modifica a corto plazo la salud de la población, la práctica ‘desaparición’ del supuesto de riesgo para la salud de la madre, revela que anteriormente sus cifras podrían haber estado artificialmente aumentadas, proporcionando una puerta falsa para abortar a aquellas mujeres que en realidad tenían otras motivaciones para realizar el aborto”, señaló.
El profesor Bousoño indicó que la “psiquiatría, por tanto, estaba dando cobertura falsa, según las cifras dadas, a cerca del 90% de los casos de aborto, sobre la base de un supuesto que desapareció súbitamente al dejar de ser útil”.
En este sentido hizo un llamamiento al Gobierno de España para que tenga en cuenta a los psiquiatras de cara a los mecanismos de comprobación que la futura ley establezca, para no ser otra vez cómplices de una falsa excusa para abortar. “La psiquiatría, como profesión, debe luchar por la dignificación de la misma, y no servir de excusa para la resolución de problemas sociales o políticos”, aseguró.
Magnitud del aborto en España
El número de abortos en España durante la última década “no ha dejado de crecer”, de acuerdo a las cifras oficiales del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, “con un total de casi un millón de abortos desde el año 2000 al 2010 (956.474 casos reportados)”. Así, cada año se realizan en torno a 100.000 abortos, “lo que equivale anualmente a las poblaciones de Toledo, Lugo, Jaén u Orense por ejemplo”.
El incremento en el número total de abortos desde el año 2002 al 2011, fue del 53,5 %, lo que significa que se pasó de 77.125 abortos en el año 2002 a 118.359 en el año 2011.
El experto ha puesto de relieve que las clínicas privadas realizan el 97% de los abortos, por lo que se trata de una “actividad lucrativa que ha permitido que el número total de centros de este tipo haya aumentado un 38,7% desde 2002 hasta 2011. Como se puede apreciar, un negocio floreciente incluso en años de crisis”, denunció Bousoño.
En España el porcentaje de embarazos que terminaron en aborto “alcanza el 16%, por encima de países como Alemania, Holanda, Bélgica, Grecia o Suiza pero por detrás de Francia o Italia que tienen cifras en torno al 20% de abortos con respecto al total de embarazos”.
¿Cuáles son las causas del aborto en España?
El profesor de Psicología Médica y Psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo ha expuesto que “en encuestas realizadas a mujeres que abortaron en el estudio ‘Interrupción voluntaria del embarazo en España: Estudio piloto de factores motivacionales en la mujer’, realizado en 2005, la causa real más frecuentemente aducida era el abandono de pareja (87%), seguida de la presión paterna, en los menores, (85%); la presión laboral (74%), de los amigos (60%) y de tipo social en mujeres solteras (58%).
Tal y como ha afirmado, “según los datos anteriores, las mujeres abortaron, en su inmensa mayoría, por presiones de su entorno y no por su propia voluntad o por los supuestos contemplados en la ley. Sólo un 2,2% adujo prioridades vitales o un 3% diagnóstico prenatal”, lamentó Bousoño.
Algunas características epidemiológicas expuestas por Bousoño en su ponencia han mostrado que “en el año 2010, en torno a una cuarta parte de las mujeres que abortaron estaban casadas; más de la mitad (54%) tenían empleo y un 35% habían tenido ya abortos previos, lo que sugiere que las campañas del ministerio de Sanidad para la promoción del empleo de los métodos anticonceptivos, han sido poco eficaces y que el aborto constituye para un porcentaje significativo un método anticonceptivo más”.
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